Un juez federal rechazó la petición de Joaquín el Chapo Guzmán para reunirse con su abogado “cara a cara”, sin las paredes o vidrios de protección que separan a ambos en las salas de una cárcel de Nueva York.

El juez Brian Cogan dijo en su decisión que la fiscalía ha propuesto ciertas facilidades para que haya mejor comunicación entre el ex líder del Cártel de Sinaloa y su abogado, Eduardo Balarezo, cuando se reúnen en el Metropolitan Correctional Center, en Manhattan, y que por lo tanto niega la petición para que las visitas sean “cara a cara”, publicó Proceso.

“La Corte queda satisfecha al considerar que, con estas mejoras, el acusado podrá trabajar de forma efectiva con su abogado”, determinó Cogan, de acuerdo con AP.

El Chapo había argumentado que no podía escuchar ni ver bien a su abogado cuando se reunían.

El ex capo de las drogas fue enviado de México a Nueva York en enero para enfrentar cargos por encabezar una organización narcotraficante internacional que lavaba miles de millones de dólares y que dirigía una campaña implacable de homicidios y secuestros.

A finales de septiembre, la jueza Roanne Mann emitió un informe aconsejando al juez Cogan que ordenase a la fiscalía que permitiera a Guzmán tener contacto directo con sus abogados, pero poco después los fiscales emitieron recomendaciones para mejorar la comunicación entre Balarezo y su cliente.

Esas medidas incluían colocar una pantalla en la zona donde se sienta el abogado, para que así éste pudiera ver de forma simultánea los mismos documentos que Guzmán observa en su pantalla en otra zona de la sala.

También propusieron perforar un hueco a través del cual el acusado y defensor podrían intercambiar documentos, sin que eso supusiera un riesgo a la seguridad.

Sin embargo, ni la fiscalía ni el juez han informado si los cambios ya se hicieron.

La defensa del Chapo argumenta que éste es mantenido bajo condiciones inhumanas y excesivamente restrictivas. El gobierno estadounidense ha respondido que esas condiciones son apropiadas para alguien que se fugó dos veces de cárceles mexicanas, incluida una a través de un túnel que fue excavado hasta la ducha de su celda.

Por último, está previsto que el juicio en Nueva York comience en abril de 2018.