OK/Judith
CULIACÁN.- Finalmente se consumó la llegada de Javier Salinas a la Presidencia de la Liga Mexicana de Beisbol, aunque deberá esperar algunos meses para asumir el cargo.
Plinio Escalante se va de la liga al concluir la temporada y con ello terminará un ciclo de 11 años, donde el balance es muy positivo a pesar de las turbulencias que se vivieron en los últimos meses por un choque de ideas entre la vieja guardia y los nuevos dueños.
Plinio llegó para darle estabilidad a la liga en momentos muy difíciles, en 2006. De inmediato se ganó el respeto de los Presidentes por la formalidad que le dio a muchos acuerdos de Asamblea y siempre tuvo apertura hacia todos, entre muchos otros logros que lo convierten hasta la fecha en el mejor Presidente que ha tenido la LMB en su historia.
La llegada de Javier Salinas es otro objetivo que buscaban los directivos de nuevo cuño, quienes se han impuesto en todo porque Gerardo Benavides también queda oficialmente al frente del Consejo de Administración.
La estrategia ahora es muy clara. La LMB busca venderse como un producto rentable para las grandes marcas y jalar patrocinadores que les permitan tener solidez financiera, sin depender de los gobiernos estatales.
La LMB busca un cambio radical. Busca un modelo de negocios donde se privilegie el entretenimiento y espectáculo dentro y fuera del terreno, sin perder del todo la esencia del beisbol.
El reto es mayúsculo y deberán trabajar todos los clubes en un solo bloque. Que nadie se sorprenda con decisiones radicales al finalizar la temporada, ya que el proyecto de transformación va muy en serio.
Quizás los resultados de fondo no se vean en uno o dos años, pero por algo se comienza y el actual modelo de la LMB ya no podía postergarse.
Javier Salinas necesita rodearse de un gran equipo de profesionales porque él sólo no podrá con la tarea en la oficina y tendrá que ser incluyente.
El tiempo ya está corriendo.
ROLETAZOS:
*EL COBARDE asesinato del compañero periodista Javier Valdez, representa no sólo un enorme atentado contra nuestro gremio periodístico sino también contra la sociedad porque se está callando otra voz de mucho peso entre el pueblo y los actos de corrupción. Con Javier compartimos primero la redacción en el diario Noroeste (entre 1997-2003) y en las páginas del Semanario Río Doce. Siempre se distinguió por su gran ética y por hacer un periodismo crítico del gobierno, de la inseguridad, del narcotráfico. Javier era el que rompía la tensión y alegraba el ambiente en la redacción del periódico, entre el tecleo de las computadoras y el olor a tinta y papel en aquellas juntas editoriales donde era infaltable el café con la edición impresa del día a día.
*RECONOCIDO EN el periodismo internacional por sus libros de narcotráfico y por sus reportajes en Ríodoce, el Bato —coloquialmente así se dirigía a todos— nunca fue muy aficionado a los deportes. Casualmente iba al estadio para ver a los Tomateros de Culiacán, pero jamás pidió boletos regalados porque prefería pagarlos. No le gustaba charolear con la credencial de periodista, algo que suelen hacer muchos colegas de otras fuentes. Lo vamos a extrañar, sin duda alguna. Para Griselda su esposa, para sus hijos, para el amigo Ismael Bojórquez y para todos los compañeros de Ríodoce, va nuestra más sentida solidaridad por este horrible crimen que las autoridades de este país están obligadas a esclarecer. Enrique Peña Nieto envió tres mensajes de solidaridad, pero eso no basta señor Presidente. Hoy nos sumamos a una marcha multitudinaria de todo el gremio por las principales avenidas de Culiacán y podría extenderse a muchas ciudades de la República. Descanse en paz.
SÍGUEME EN TWITTER: @purobeisbolfb
