El jardín botánico Benjamín Francis Johnston es el ícono de la ciudad, y principal zona de relajación. Está abierto todos los días del año y recibe al día alrededor de cinco mil visitantes.
Conocido por los locales como el Parque Sinaloa, se ubica al centro-poniente de la ciudad y tiene una extensión de 16 hectáreas, totalmente señalizada, y con vigilancia interior y exterior. Se encuentra sobre el bulevar Antonio Rosales, entre la calle Álvaro Obregón y el bulevar Centenario.
Cuenta con fuente de sodas, comederos, juegos infantiles rústicos y mecánicos, y zonas de relajación, pero también senderos para correr, trotar o caminar, e incluso realizar ejercicios con máquinas.
El lugar fue diseñado y construido por los alrededores del año 1903 por el paisajista Florence Yoch, quien recibió el encargo del fundador del ingenio azucarero y que dio origen a la ciudad de Los Mochis.
Actualmente, el parque se encuentra dividido en seis jardines: “El francés”, en donde se encuentran árboles y plantas de la India e Islas Canarias. Allí está el árbol conocido como Baniano que cuenta con más de 110 años de existencia; “Camino Dorado”, en donde existen plantas de África, India y endémicas de Sinaloa; “Avenida de Palmas Reales”, en donde hay palmeras de Cuba y Australia; “Ying Yang”, con plantas de Brasil, África e India; “Estrella de Oriente”, con vegetación de Asia, África y el estado de California, Estados Unidos y la sección más reciente, “Xerófito”, que contiene plantas endémicas de Sinaloa.
En los jardines se pueden observar y escuchar los cantos de aves como calibri piquiancho, cardenalito, luis bienteveo, colorín siete colores, chipe corona naranja, urraca copete, paloma ala blanca, pájaro carpintera de Gila, lechuza de campanario y chipe corona negra. También en su estanque se pueden observar gansos y pato criollo, pero también iguanas que se asolean, u observar el nado de truchas y mojarras.
El paseo no tiene ningún costo, aunque hay visitadas guiadas que son una invitación a conocer este maravilloso espacio natural.
