Guerrero atraviesa por una grave situación financiera, que para aliviarla, el gobernador estatal, Rogelio Ortega, ve sólo dos salidas: la quiebra del estado o adelantar la toma de posesión, informó el portal de noticias ejecentral.com.mx

“De verdad la situación financiera en Guerrero es grave, a punto de decir o lo declaramos en quiebra o adelantemos la toma de posesión, no soy un obsesivo del poder, yo regresaré a mis clases”, dijo Ortega al reunirse con integrantes de la Segunda Comisión de la Permanente del Congreso, donde detalló la existencia de un boquete financiero por el pago a maestros a finales del año pasado.

El gobernador pidió a los legisladores su apoyo: “Ayúdenos, ya hay Gobernador electo, un litigio en los organismos electorales que ya se resolvió, ya salimos de la crisis más difícil, la toma de los ayuntamientos, y las movilizaciones de todos los días, se realizó la elección, y si ya hay Gobernador electo, yo para qué sigo lidiando este toro, adelantemos la toma de posesión y que le regresen a él las participaciones.

“Porque ahora vamos a entrar a una crisis financiera muy profunda, y fue el tema educativo que se generara este boquete en las finanzas estatales”, aseveró el ejecutivo estatal quien detalló que con la entrada en vigor del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo (FONE) y el descontento que generó la falta de pago a los maestros cuya nómina no fue reconocida por la Secretaría de Hacienda, se advertían nuevos problemas con el magisterio.

El mandatario de Guerrero señaló que el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le propuso en diciembre del año pasado pedir un adelanto de las participaciones del Estado y no cobrar intereses.

“Me dijo, no te preocupes yo les regreso enero, febrero y marzo de participaciones y no les cobro intereses; es la fecha que no nos regresa las participaciones y sí nos cobra intereses”, denunció.