En el balcón del H. Ayuntamiento vestidos de blanco el presidente municipal Sergio Torres
Félix y el gobernador de estado Mario López Valdez saludan y escuchan los reclamos y
gritos de los contingentes que pasan por enfrente.
Es primero de mayo y el tradicional desfile del día de trabajo se lleva a cabo, escasos
locales de la principal avenida de la ciudad, la Obregón, se encuentran abiertos.
Unas cuantas personas a las orillas de las banquetas observan pasar a los grupos de
trabajadores, la UAS, embotelladoras, radiofusoras, enfermeras y otros más.
En frente del H. Ayuntamiento un grupo de personas derechohabientes de Infonavit con
involuntaria cartera vencida, reclamando “queremos pagar nuestro patrimonio de acuerdo a
nuestros ingresos”, pidiendo soluciones y no promesas.
Cruzando la calle en la otra cera a las afueras del Ayuntamiento, la contraparte un grupo de
señoras y hombres con pancartas a favor del presidente municipal, “Sr. Presidente el
instituto de vivienda trabajando al 100, buenos resultados”.
Mientras los contingentes pasaban uno a uno, los trabajadores de la UAS pedian al son de
¡Más presupuesto! ¡Más presupuesto!
Después un equipo de softball que marchaba, se detuvo y dos jugadoras lanzaronn unos pases
al gobernador que los recibió y devolvió desde arriba en el balcón.
Un grupo de marchantes en el desfile mientras pasaban por el ayuntamiento, gritaron “¡el que
no brinque es Sergio!”.
El sindicato nacional de trabajadores de la educación para adultos vestidos de negro se
detuvieron al pasan por el Ayuntamiento y gritaron ¡Respeto! ¡Respeto! ¡Fuera!
Trabajadores del centro de salud, con pancartas dirigidas al gobernador solicitando ayuda
para la campaña contra el dengue.
Continuaron pasando los contingentes, las mujeres en apoyo al presidente municipal siguieron
vociferando “¡al 100!” “, ¡al 100 con el presidente!”, una y otra vez, en la orilla de la
banqueta con sombra.
Pasaron los minutos y casi termina el desfile los protestantes contra Infonavit siguen de pie.
estuvieron bajo el rayo del sol durante todo el desfile, uno a no se fueron haciendo hacia
atrás buscando un poco de sombra, sólo unos cinco siguieron de pie frente al palacio colgando
una lona de sus manos y exigiendo.
El desfile casi terminó, y las mujeres que gritaban en apoyo al ayuntamiento reciben hojas
para solicitar una vivienda, están membretadas en la parte de abajo con el nombre de Mario
López Valdez.
El último contingente se acerca, una estampida roja con cachuchas al aire, son el sindicato
de trabajadores al servicio del H. Ayuntamiento.
Parecen cinco contingentes en uno solo, todos gritando: ¡Sergio! ¡Sergio!, ¡Stasac! ¡Stasac!,
son los últimos en pasar.
Detrás de ellos las barredoras del Ayuntamiento pasan dos, tres veces por la Obregón
enfrente de la “casa blanca” local recogiendo basura, quitando toda huella del paso de la
gente, el gobernador y el presidente abandonan el balcón.