TLACOTEPEC, Gro. (apro).- El servicio de transporte público que conecta la zona de la sierra con la región centro de la entidad fue suspendido, luego de que un grupo delincuencial interceptó y mantiene retenidas al menos cuatro unidades desde el sábado pasado.
Esta situación mantiene en zozobra a los habitantes de las comunidades del municipio de General Heliodoro Castillo que por temor a sufrir una agresión se niegan a trasladarse a las ciudades de Iguala y Chilpancingo ante la ausencia plena de autoridad en los caminos.
Ello debido a que en los puntos que conectan los poblados de Mezcala y Xochipala, municipio de Eduardo Neri, ubicados sobre el tramo Iguala-Chilpancingo de la carretera federal México-Acapulco, está operando una gavilla dedicada al secuestro, robo y extorsión, denunciaron transportistas y pobladores de Tlacotepec.
La ola de violencia contra habitantes de la sierra se recrudeció hace cuatro días y coincide con el retiro de un destacamento militar que mantenía Sedena desde hace ocho meses en las inmediaciones del poblado de Xochipala, que conecta la región centro con la sierra de la entidad, señalaron los afectados, quienes pidieron el anonimato por miedo a sufrir represalias.
La suspensión del servicio de transporte público de Tlacotepec a Iguala y Chilpancingo comenzó desde ayer y la acción está provocando desabasto de víveres y combustible en 80 comunidades de este municipio, principalmente en la cabecera que se ubica a tres horas de la capital de Guerrero.
En un recorrido que Apro realizó ayer, se constató la ausencia de autoridad en esta franja de la entidad considerada como un importante corredor del narco en la entidad y que actualmente es disputado por diversos grupos delincuenciales.
La desolación impera sobre la carretera que conecta la región centro con la sierra, principalmente en el tramo del crucero de Casa Verde y el poblado de Xochipala, el punto donde se han cometido los asaltos en contra de pasajeros que viajan de la ciudad de Iguala a Tlacotepec a bordo de unidades de transporte público.
Esta situación obligó a los habitantes de Tlacotepec a realizar una asamblea popular en la plaza cívica de la comunidad para denunciar estos hechos.
En el encuentro realizado el martes por la tarde en esta comunidad enclavada en la sierra de la entidad, los inconformes lanzaron un llamado a las autoridades de los tres niveles para que frenen la violencia que se agudizó en los últimos días.
Al respecto, el director de Seguridad Pública municipal, Raymundo Catalán Nájera, se declaró incompetente para enfrentar los problemas de inseguridad, argumentando que desde hace dos años en este municipio sólo existen tres policías locales.
Entrevistado en su oficina, ubicada en la sede del ayuntamiento, un edificio gris que luce desierto después de las tres de las tarde, el funcionario municipal dijo que al principio de la administración del perredista Mario Chávez Carbajal sumaban 60 uniformados, luego desertaron 57 por factores de la narcoviolencia y las evaluaciones de control y confianza que no acreditaron.
Catalán Nájera señaló que hace falta coordinación entre autoridades municipales con el gobierno federal y estatal para reforzar la seguridad en el punto donde transportistas y ciudadanos de la sierra están siendo agredidos, indicó.
Mientras, los habitantes de Tlacotepec reprocharon las ausencias prolongadas del edil perredista, quien se ha caracterizado por acudir esporádicamente al municipio sólo para realizar actos mediáticos en las comunidades, acompañado por Luis Alfonso Partida, El Yaki, el exvocalista de la banda sinaloense El Recodo.
Hasta el momento, las autoridades estatales y federales no han fijado una postura sobre la dramática situación que viven los pobladores de la sierra, quienes exigieron una explicación sobre el retiro del retén militar que estaba en la comunidad de Xochipala.
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