Sin su hija adolescente, Holly, de 12 años de edad, Bruce Johnson continúa su recorrido por sudamérica que inició hace cinco meses a bordo de su motocicleta, cuando salió de Toronto, Canadá, con la mira de recaudar 25 mil dólares para la fundación de Remax, que apoya a los hospitales  Children’s Miracle Network y el Hospital for Sick Children.

La historia de Bruce, empleado de bienes raíces inició hace 15 años en el Hospital for Sick Children, donde Allison Rae murió luego de 20 días de haber nacido y de haber recibido atención médica en esta institución.

El apoyo y esfuerzo médico que recibió la familia Johnson entonces,  la sigue obteniendo para padecimientos de riñón y de la vista de sus otras dos hijas, y es lo que lo mueve a realizar el recorrido para recaudar el apoyo para esos centros médicos.

A 16 días concluir su recorrido, ya recaudó los 25 mil dólares, pero advierte que no los lleva en la motocicleta, y que todas las donaciones son vía transferencia electrónica a través de la página web www.johnsonjourneys.com.

Sorprendido por la calidez mexicana, Bruce no cesa de reconocer el apoyo desde el primer día que llegó a Tampico, dejando evidencia a través de instagram donde registra cada evento y vivencia de su paso por México.

“Es sorprendente, la familia es muy importante en México, la recepción es muy diferente aquí”, expuso el canadiense acogido por la comunidad motociclista que agrupa Moto Club de Mazatlán.

Su estancia en Mazatlán será de dos días, luego partirá a Culiacán y Sonora donde los motociclistas locales ya se organizan para recibirlo, mientras que Bruce no deja de manifestar su alegría por la participación de la gente.

Aunque lamenta que su hija Holly no lo acompañe, le otorga el mérito por haberle regalado la idea, hace dos años, de hacer este recorrido juntos, pero el inicio del ciclo escolar de la adolescente la obligó a regresar.

Muy a su pesar, comentó Bruce, porque ni la lluvia, el sol, ni los viajes en la madrugada fueron motivo para que se quejara; ella siguió el recorrido y lo disfrutó.

Aunque no ha recibido la donación económica de toda la gente que sale a su paso, confía en que la suma al final será de unos 200 mil dólares, y agradece el gesto mexicano que le regaló gasolina, y de aquella familia que compartió los alimentos.

“Todo mundo tiene la idea de que en México en cada esquina hay un problema y no es así, y hay gente muy buena”, dijo.

No dudó en recomendar a Sinaloa y Mazatlán como los mejores lugares para visitar.