Malayerba: Sin nombre

Raúl sintió que los ojos se le llenaban de vidrios: sin pedirle permiso, las lágrimas empezaron a emanar y correr piel abajo. Uno de sus hijos había sido secuestrado. La policía dijo que era un levantón, pero él sabía que de un momento a otro le iban a llamar para pedir rescate. Lea: Borrachera https://bit.ly/35XWwnT […]