Dieciocho años de búsqueda o seis meses en la ausencia, es el mismo dolor para padres de sinaloenses desaparecidos que claman misericordia a una sociedad apática y un gobierno inclemente.
En conmemoración al 10 de junio de 1971, fecha en que jóvenes universitarios fueron masacrados y desaparecidos en la Ciudad de México, el colectivo de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos exigió justicia en un evento que reunió a pocas personas y atrajo a algunos curiosos en la plazuela Obregón de la capital del estado.
Abraham Hernández, padre de uno de los tres jóvenes desaparecidos en la colonia Las Quintas en 1995, reclamó la indolencia de la sociedad sinaloense que observa con apatía a las miles de víctimas que se suman cada día.
“Parece que todos vivimos muy a gusto en este Culiacán. Hay miles y miles de madres con dolor por cada uno de los hechos violentos”, exclamó.
Hernández reclamó la falta de interés de las autoridades para trabajar en un caso de hace 18 años pero aún más por resolver desapariciones actuales.
A los testimonios se sumó Rosa Vazquez quien dijo ya no pedir justicia sino misericordia para encontrar a su hijo desaparecido el pasado 17 de noviembre de 2013. Rosa recordó la lucha de Sandra Luz Hernández como un ejemplo para seguir adelante.
La tragedia de Sandra Luz, quien fuera asesinada el pasado 12 de mayo, mientras sostenía una búsqueda desde hace tres años para encontrar a su hijo desaparecido también fue recordada en la ceremonia.
En homenaje a la madre asesinada se leyó un poema que urge a la sociedad a tomar su ejemplo para luchar por la justicia y la paz.
“No apagaron tu luz Sandra, prendieron cientos y miles de luces q alumbran los senderos de la paz, la justicia y la razón. Veremos con mayor claridad las piedras, las barreras de la corrupción, la omisión y complicidad de los gobernantes las haremos a un lado como estiércol seco”, reza el poema.
