Después de la jugada que les hicieron a los nueve aspirantes a la candidatura de gobernador de su partido para terminar favoreciendo a Quirino Ordaz, los que se quedaron chiflando en la loma no les ha ido muy bien: A Daniel Amador, esta semana lo ubican como el tercer senador más flojo de la Cámara alta; a Sergio Torres lo quieren inhabilitado por el estado en que dejó la alcaldía de Culiacán; Gerardo Vargas está vetado según varias fuentes, la última la de Mario Zamora; Diva Hadamira y Aarón Irizar muy pronto dejarán el Senado y no tienen nada a la vista que les mantenga en activo, salvo que vayan por una alcaldía o una diputación local; Alfredo Villegas en el absoluto anonimato; David López con sus problemas de salud ha puesto en entredicho el liderazgo entre los diputados priístas sinaloenses; Óscar Lara falleció esta semana, y termina dejando grandes dudas sobre los hechos de Andorra.
En fin, ninguno de ellos fue llamado a ser parte del gabinete del gobernador en funciones, y eso más de alguno lo vio como falta de agradecimiento. En este marco la designación de Heriberto Galindo como miembro del Consejo Político Nacional (CNP) del PRI ha sido una sorpresa quizá hasta para él mismo. No es un cargo cualquiera y menos en la antesala de la elección presidencial de 2018. El artículo 2 del Reglamento del Consejo Político establece: “El Consejo Político Nacional es el órgano deliberativo de dirección colegiada, de carácter permanente, subordinado a la Asamblea Nacional, en el que las fuerzas más significativas del Partido serán corresponsables de la planeación, decisión y evaluación política, en los términos de los presentes Estatutos”.
La sola inclusión de Galindo Quiñonez lo puso en una plataforma similar al que le atribuyen al potosino José Ramón Martell, quien también será incorporado al CPN, y ambos aspiran a ser nominados al Senado de la República, lo que al menos en Sinaloa significa que se mueven las piezas que iba acomodando el gobernador, y eso que Don Gonzalo Gómez dice que el Gobierno del Estado “no meterá las manos ni por el PRI, ni por ningún otro partido” pero, no mueve tanto las piezas cada partido e incluso los candidatos independientes, tienen derecho a postular fórmulas de mayoría y primera minoría, incluso, en el caso de los partidos tienen derecho a estar en la lista de senadores y diputados por representación proporcional.
Eso permite que el gobernador siga trabajando en la fórmula de mayoría Cuén-Tirado y en la de primera minoría, bien podría ir Heriberto Galindo, como cabeza de la mancuerna, lo que podría derivar en el supuesto de que si no gana la fórmula de mayoría, tendría el PRI sinaloense un representante por encima de la media de los que tuvimos en este sexenio. Es conocida y reconocida la trayectoria política y de sus cercanías con el poder.
En el pasado proceso electoral muchos vieron en Heriberto Galindo el político que necesitaba el PRI por su cultura, experiencia y contactos. Por ejemplo, fue el primero y único de los aspirantes que a través de la Fundación para Mover y Transformar a Sinaloa, empujó el debate político trayendo entre otros al estado a Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda y Jorge Bustamante para que hablaran de un fundamental que hoy invita al gobernador y otros actores políticos a poner a discusión en el Poder legislativo: la legalización de las drogas.
No logró la nominación priista, no sin cierta molestia, porque su amigo de toda la vida el diputado David López, no apoyó su nominación en un momento clave en que estuvo frente el gran elector del PRI, que es el Presidente Peña Nieto, y donde se le auscultó sobre quién a su juicio sería el idóneo para que fuera el candidato de su partido.
No obstante la jugada y luego del revés en Los Pinos, Heriberto que conoce muy bien las reglas de su partido, se disciplinó y no buscó ningún cargo en el gobierno del Estado, regresó a la Ciudad de México donde ha estado desde entonces dedicado a dar asesoría, hacer política y compartir desayunos y comidas con sus amigos de toda la vida.
Su primera tarea en el nuevo cargo de consejero nacional, fue el sábado pasado en Mazatlán, con la primera pasarela de los presidenciales y la aprobación formal de las reglas con que el PRI habrá de elegir a su candidato.
Pero no hay que darle muchas vueltas, para saber que el candidato tricolor será José Antonio Meade, para él se reformaron los estatutos en la pasada asamblea del PRI y eso también es una buena noticia para el de Guamúchil.
