Cada gobernador de Sinaloa recurre a pretextos similares en el análisis de las condiciones del sistema de seguridad pública que reciben al inicio de su mandato. Quirino Ordaz Coppel no es la excepción.

Dice en el primer informe de 2017: El sistema de seguridad pública se encontró en un “notable desmantelamiento”. Más adelante: “Las limitaciones en materia de recursos humanos, infraestructura y equipamiento con que se recibió la Policía Estatal Preventiva, forma parte de la problemática que ha generado la situación de gravedad de la alta incidencia y de violencia que se venía registrando en nuestra entidad.”

Apenas un año antes, en el último informe Mario López Valdez dijo: “Recibimos un estado con grandes rezagos en seguridad pública, y por tanto, con índices de criminalidad muy elevados.”

El Sinaloa que Malova acusó haber recibido, es el mismo que entregó según el análisis de Quirino Ordaz. Los logros enumerados en el documento de Malova de 2016 son desmentidos punto por punto en el primer informe de gobierno de Ordaz Coppel:

1. “El primero de los ejes estratégicos que desarrollamos fue el relativo al fortalecimiento de nuestras capacidades institucionales, siendo así que profesionalizamos, certificamos y capacitamos con altos estándares de calidad a nuestros policías y enseguida los equipamos y dotamos de armamento y nuevos vehículos para que llevaran a cabo con eficacia y eficiencia su servicio.” (Sexto Informe. López Valdez).
2. “Hoy día, las policías estatales son más eficientes, capacitadas y equipadas con tecnología de punta y sujetas a la aprobación de exámenes de control de confianza. En este periodo de gobierno se han destinado más de 800 millones de pesos en la adquisición como nunca de patrullas, drones, lectores de placas y cámaras de videovigilancia” (Primer Informe. Ordaz Coppel).

Las odiosas comparaciones

Los juegos de los números les permiten a los dos gobiernos encontrar la posición más cómoda. En el cierre de su sexenio López Valdez comparó el último año de su administración contra el último de Jesús Aguilar Padilla (2010 vs 2016). Los indicadores delictivos de homicidios (doloso y culposo), robo de vehículos, comercio, habitación y banco, tenían una reducción del 51 por ciento en promedio.

“Hemos logrado que los índices delictivos se mantengan a la baja, no obstante la influencia en Sinaloa, como en otras entidades federativas, de distintos factores socioeconómicos que privan en el país, entre los que destacamos la lucha entre distintos cárteles del crimen organizado que se disputan mercados y territorios de la droga.” (Sexto Informe. López Valdez).

Último año de un gobierno contra último año de otro es una comparación válida en estadística. Pero se recurrió a ella porque de haberse hecho una sumatoria de delitos, sexenio contra sexenio, en todos los delitos Malova hubiera presentado cifras de incremento: Más asesinatos, más autos robados.

Quirino Ordaz Coppel hace lo mismo: compara el primer año de gobierno contra el primero de Malova, igualmente válido pero es la posición más cómoda. Si los índices delictivos de lo que va de 2017 se confrontara con los nueve meses del año inmediato anterior, resultaría en desventaja y eso no se dice en un informe de gobierno. Igual que Malova, se presenta la estadística que muestra reducción en todos los delitos, excepto homicidios culposos, que se incrementó tres por ciento.

“Como resultado del fortalecimiento de las capacidades institucionales y de la coordinación y cooperación con el Ejército Mexicano y la Armada de México, hemos logrado resultados que han influido en la disminución de la incidencia delictiva en general, alcanzado 37 por ciento de reducción respecto a 2011, que fue el primer año de gobierno en la administración anterior, donde se registraron característicos de incidencia y violencia similares al año que se informa”. (Primer Informe. Ordaz Coppel).

En homicidios dolosos, por ejemplo, la reducción es del 13 por ciento en los primeros nueve meses de 2017 contra los primeros nueve meses de 2011. Sí. Pero en la comparación con el año inmediato anterior, 2016, resultaría un incremento de 46 por ciento. Igual en robo de automóviles y robo bancario.

* El dato oficial de la Fiscalía Estatal es 1,255 homicidios.

** Datos del Secretariado Ejecutivo.

En los seis años, Mario López Valdez defendió la estrategia a pesar de los resultados. Quirino Ordaz Coppel hace lo mismo: “Si continuamos como hasta ahora, podremos ubicar a la entidad por debajo de la media nacional de los delitos”.