A las estrategias ineficientes de seguridad pública del estado, se sumaron la inconformidad y el paro laboral de C4 y operadora 066 y de las policías estatales como respuestas al mini-aguinaldo de diciembre.

Durante el paro laboral, se paralizaron el monitoreo de cámaras de vigilancia de la ciudad de Mazatlán, la atención a las llamadas de emergencia al 066 de la ciudadanía y los recorridos de vigilancia de las policías estatales en el puerto.

Ello a pesar de las recientes ejecuciones realizadas en diversas colonias por un grupo armado, los lunes 5 y 12 de diciembre, que dejaron 12 cadáveres en las calles de la ciudad, muda testigo de la ineficiente seguridad pública.

“A nosotros, personal de C-4, y de operadora 066 nos avisaron de Culiacán que hiciéramos paro, porque nos quieren dar una quincena de aguinaldo nada más”, manifestaron los inconformes en Mazatlán, el jueves 15 de diciembre.

“Y lo más concha es que ya ellos (el gobernador Mario López Valdez, el secretario de Gobierno Gerardo Vargas Landeros, el procurador de Justicia Marco Antonio Higuera Gómez, y los secretarios de finanzas Armando Villarreal y de Seguridad Pública, Genaro García Castro) se van de vacaciones mañana (16 de diciembre) y les vale pito todo esto”, dijeron los inconformes.

Los damnificados que tenían expectativas de 45 días de aguinaldo, criticaron la postura indiferente que han tomado sus patrones gubernamentales.

La manifestación de inconformidad en todo el estado que se esperaba fuera una “llamarada de petate” por el mini-aguinaldo de diciembre, incluyó a los empleados de las diversas dependencias vinculadas a la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Empleados de C-4 y el de 066 llamadas de emergencia de la ciudadanía, aseguraron que el paro se prolongaría hasta que sus “patrones” depositen los días de aguinaldo que les corresponde.

Ni paz ni tranquilidad

El lunes 12, aproximadamente a las 20:30 horas, un grupo armado que viajaba en sendos vehículos atacó a balazos a tres hombres, en la esquina de las calles Palmas y Tamarindo del fraccionamiento La Foresta, dejando muertos a dos de ellos en el lugar, y el otro murió al ser atendido en la Cruz Roja.

A las 17:30 horas, un hombre fue asesinado a balazos en la colonia Periodista, donde la balacera produjo pánico entre los clientes de una tienda de autoservicio.

La ejecución de estas cuatro personas frustró las esperanzas del secretario de Seguridad Pública del Estado, Genaro García Castro, de que con la matanza del 5 de diciembre y la detención de los dos presuntos sicarios, Mazatlán volviera a recuperar su tranquilidad y estar en paz.

El martes 6 de diciembre, el responsable de la seguridad pública en Sinaloa, dijo a los reporteros de Mazatlán: “ustedes recordarán que cuando actuó la Policía Ministerial y la Marina, el Ejército y la Policía Federal, en días anteriores en coordinación con policía municipal y policía estatal, hubo la muerte de tres jóvenes que estaban en una célula que se estaban ejecutando a algunas personas de rivalidad delincuencial.

“Entonces con eso se acabó unos días, luego se contrataron gente de afuera que son éstos que vinieron, nosotros esperemos que con estas ejecuciones  y estas detenciones (del lunes 5 de diciembre), pues Mazatlán vuelva a recuperar su tranquilidad y podamos estar en paz”.

Las ejecuciones del lunes 12 de diciembre evidenciaron que de buenos deseos como los del funcionario de seguridad pública está empedrado el camino que conduce al infierno, porque ni el día de la Virgen de Guadalupe hubo paz.

“Enciérremelos”

En Mazatlán, las ejecuciones de personas no están regidas por los astros ni por el calendario escolar, pero ante la ineficiencia de la seguridad pública y la “coincidencia” de caer en lunes ambos multihomicidios (5 y 12) hizo sospechar a algunos policías que la muerte por arma de fuego  tiene permiso los lunes.

“¿No te brinca que los lunes en la noche le están pegando a las ‘narcotienditas’?”, preguntan algunos policías diferentes a los que la semana antepasada alertaron que los sicarios estaban asesinando a los “puchadores” de las colonias populares.

“Enciérremelos a todos (los presuntos distribuidores de drogas), no los quiero en las calles”, aseguró uno de los guardianes del orden que fue la instrucción que la tropa recibió de los altos mandos el 12 de diciembre.

El martes 13, entre los corrillos policiales se sabría que en las celdas del tribunal de Barandilla habían amanecido 15 detenidos por supuestas infracciones al Bando de Policía y Buen Gobierno.

“No los están encerrando diario, nomás los lunes”, dijo una fuente policial.

En ese contexto, la noche del martes 13, en un operativo instrumentando por los tres niveles de Gobierno, fue detenido Jesús Ernesto “N”, de 39 años, que circulaba en un automóvil Chevrolet, Aveo, con reporte de robo.

Al detenido le decomisaron un arma de fuego tipo pistola escuadra dorada, marca Colt, calibre 38 súper, con cargador del mismo calibre abastecido de nueve cartuchos y dinero en efectivo.

Según el reporte policial, al detenido también le confiscaron un radio de transmisión marca Kenwood, y un artefacto explosivo tipo granada, sin marca, color verde olivo, con una cinta negra a la altura de la chaveta.

Lunes nocturnos violentos

Lunes 5 de diciembre. En sendas balaceras protagonizadas en las colonias Francisco Villa, Lico Velarde y Valles del Ejido, son asesinadas nueve personas en Mazatlán.

Lunes 12 de diciembre. Un grupo armado ejecuta a tres personas en el fraccionamiento la Foresta. La misma noche, otro hombre es ejecutado en la colonia Periodista.