Denuncian indígenas de Ahome omisiones a NOM-083

El camino es serpenteante, polvoriento. No existe un solo letrero que indique en donde se está. De no ser por el polvorín de una cohetería que opera en el sitio desde hace más de 30 años, hay la apariencia de que se está en medio de la nada, no se ve a la distancia movimiento de personas.

Sólo una soga que impide el tráfico de personas y de vehículos es la única señal de civilización, y de repente, de la nada, dos guardias aparecen en la escena. Ellos impiden el paso a curiosos y personas ajenas a la empresa OpEcología S.A.P.I de C.V. que administra en Ahome un inconcluso relleno sanitario, que es ahora la manzana de la discordia, pues a decir de los pueblerinos, su operación es fraudulenta, solapada por la administración del entonces alcalde, Manuel Guillermo Chapman Moreno, ahora diputado federal.

Esa operación, Alma Leticia Gastélum Buitimea y otros yoremes de Choacahui la impugnaron en el juicio de amparo 652/2021-6, presentado el pasado 4 de noviembre contra el Ayuntamiento de Ahome y otras autoridades.

En el juicio, la comunidad yoreme reclama que no se realizó consulta indígena previa a la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y a los probables permisos de construcción girados por la administración anterior, por lo que se incurrió en omisión.

El juez señaló las 13:57 horas del pasado jueves 11 de noviembre para el desahogo de las pruebas del incidente.

Pero antes, el departamento de Ecología y de la Coordinación Municipal de Protección Civil supervisaron la operación del relleno sanitario, con el fin de constatar el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003 que dicta especificaciones de protección ambiental para la selección del sitio, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarios de un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial.

José Daniel Luna Castañeda, coordinador de Protección Civil, dijo que en la visita pudo constatar que el relleno sanitario está inconcluso y que no se ha determinado si existe membrana geotérmica y la placa de poliestireno de alta densidad que es la recomendada para esos usos. “Si no aprueban la medida o faltaron en uno de los elementos que ordena la NOM-083, el relleno deberá ser cerrado. Por principio, no debió operar sin antes estar terminado, porque aún se realizan obras complementarias, pero eso lo definirán los técnicos. Con el dictamen hecho, nosotros acataremos lo que resuelva el juez”.

De acuerdo a la solicitud del proyecto ejecutivo del 8 de agosto del 2017 25312017UD138 presentada ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recurso Naturales (SEMANART) por OpEcología SAPI de CV para operar el relleno sanitario de depósito final de residuos sólidos urbanos tipo DTU modalidad B, el terreno consta de 27 hectáreas, pero sólo se utilizarán 20 hectáreas, y las restantes 7.9 serán para instalaciones complementarias.

En octubre del 2020, el mismo terreno fue clausurado por la Delegación Mochis de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) por la deforestación sin permisos.

La entonces síndica procuradora, Angelina Valenzuela Benites, inició una investigación que concluyó en una multa la comuna.

Sin embargo, los trabajos de construcción continuaron, mientras que el propietario de OPEcología buscaba la anuencia comunitaria para la construcción del terreno. No la obtuvo, pero sí el rechazo comunitario. En una asamblea, lo corrieron a gritos.

Gastélum Buitimea explicó que la comunidad se opone a la operación del relleno sanitario porque lo consideran un atentado a la salud de los habitantes ya que esta quedó rodeada de empresas contaminantes como congeladoras, un relleno sanitario previo, una planta de producción de energía eléctrica, diversas granjas de puercos y aves de corral, entre otras. “Todas ellas hacen que en la comunidad no se viva a gusto, pues durante las tardes ocurren diversos incidentes desde fétidos olores hasta escases de servicios públicos”.

Comentó que toda la comunidad, poco a poco va enfermando y lo atribuyen a la contaminación.

Vicente Contreras Vega, propietario de la cohetería “Vicente” dijo que es evidente el daño al medio ambiente que los rellenos sanitarios han impactado al lugar.

En ese sector, se sembraban 200 hectáreas de temporal. Había trigo y ajonjolí. Al pasar los años, ninguna siembra prospera ahora. El manto freático se ha contaminado y el salitre aumentó. Sólo árboles resistentes a la salinidad y arbustos crecen. Esa tierra dejó de ser productiva.

“¿Por qué no se van al fondo de la sierra de Barobampo? ¿Por qué tienen que estar en terrenos cercanos a la comunidad? ¿Por qué los gobiernos son tan corruptos y permiten esto? Se preguntó.

Gastélum Buitimea afirma: “es la corrupción el origen de todo”.

El alcalde de Ahome, Gerardo Octavio Vargas Landeros, reconoció que el relleno sanitario enfrenta ahora un problema legal, del que no tomará parte, sino que actuará: por lo pronto, entró a investigación, y si detecta irregularidades o impedimentos de operación, lo clausurará, llegando a la suspensión provisional y definitiva del contrato.

Artículo publicado el 14 de noviembre de 2021 en la edición 981 del semanario Ríodoce.