México, en proceso de envejecimiento

ancianos
ÍNDICE DE SINALOA. El quinto mayor del país.

Más de 3 millones y medio de adultos mayores presentaron dificultad para realizar al menos una actividad básica como comer o bañarse, y otros 3 millones para realizar al menos una actividad instrumental como hablar por teléfono o tomar un camión. En todo México hay 1 mil 020 casas hogar con una capacidad para atender a 25 mil personas, según los censos de INEGI.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social asentó en un estudio sobre el tema: “Esta revisión concluyó que no hay, de momento, ningún programa público que tenga como objetivo los cuidados de largo plazo en personas mayores dependientes”.

En Sinaloa se estima en 75 mil el número de ancianos que requieren cuidados que subsanen alguna dependencia y hay 19 casas hogar que atienden a 430 personas.

México está en un proceso de envejecimiento.

Actualmente hay más personas mayores de 60 años que menores de 4 años. Los adultos mayores pasarán de representar 10.7 por ciento de la población en 2018 a 14.8 en 2030 y 22.5 en 2050. Los adultos mayores se incrementarán de 13.4 millones en 2018 a 20.5 millones en 2030 y a 33.4 millones en 2050. Es inevitable la disminución del peso absoluto y relativo de niños y niñas (0 a 11 años), que en 2018 constituyen 26.5 millones (21.2 por ciento) y en 2050 serán 21 millones (14.2 por ciento).

El índice de envejecimiento nacional es de 36.1. Ese es el número de mayores de 60 años por cada 100 menores de 15 años. El índice de Sinaloa es de 39.8, el quinto mayor del país.

La falta de cuidado es el origen de accidentes y enfermedades de los adultos mayores. En 2004-2005 se llevó a cabo un estudio transversal; 37 por ciento notificaron lesiones y la causa principal fueron las caídas (54 por ciento). El hogar fue el sitio con mayor número de accidentes (52 por ciento), mientras que 12 por ciento de las mujeres y 9.2 por ciento de los hombres adultos mayores viven solos.

Casi la mitad de las personas con discapacidad (47.3 por ciento) son adultas mayores. Datos del Censo de Población y Vivienda 2010 señalan que 28.7 por ciento de las mujeres y 19.9 por ciento de los hombres adultos mayores no saben leer o escribir, situación que empeora en zonas rurales donde 53.2 por ciento de las mujeres y 37.1 por ciento de los hombres son analfabetas.

Las causas por las que mueren las personas adultas mayores están relacionadas con enfermedades crónico-degenerativas. Las principales son la diabetes mellitus y las enfermedades isquémicas del corazón, además de los tumores malignos. Hay una alta prevalencia de suicidios entre la población adulta mayor, particularmente en hombres mayores de 80 años. En 2012 se registró una tasa de 15.3 suicidios por cada 100 mil hombres de esa edad.

Los indicadores internacionales recomiendan que exista un geriatra por cada 5 mil habitantes. El Instituto Nacional de Geriatría señala que hasta enero de 2012, en México existían 450 geriatras certificados, lo que equivale a un geriatra por cada 22 mil 345 personas adultas mayores.

De los más de 33 millones de hogares que existen en México, el 14 por ciento brinda cuidado a alguno de sus integrantes adultos mayores dependientes. La Cuenta Satélite del Sector Salud en México, publicadas por el INEGI, muestran que el trabajo no remunerado en salud representó el 28.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de ese sector en 2016, y el 1.6 por ciento del nacional en el mismo año. En términos de horas por semana, el trabajo no remunerado por cuidados a la salud representó, para el 2016, el 3.7 por ciento del total.

Las familias han asumido el costo del cuidado de los adultos mayores, una situación injusta porque esas personas detonaron el crecimiento de la economía nacional y a cambio no se les garantizó una vejez segura.

La decisión de cuidar a los adultos mayores es cada vez más costosa porque significa dejar de trabajar o de estudiar para algún miembro de la familia, siendo que los empleos son cada vez más informales y no tienen horarios fijos y la educación reclama más tiempo de investigación extra escolar.

El encargar a la familia el cuidado de los ancianos significa también una solución ineficiente porque los parientes no cuentan con la capacitación, los conocimientos y el apoyo para realizar esas labores con la calidad adecuada.

No se ha creado un sistema de cuidado para las personas dependientes así sean niños, adultos mayores o discapacitados. Otros países lo han hecho y eso asegura una vejez decorosa. Japón, USA, Alemania, Israel, pero también países con igual o menor grado de desarrollo que México como Colombia, Brasil y Argentina.

Los apoyos económicos a adultos mayores no hacen las veces de programa de cuidado porque no se incrementan en caso de dependencia física y porque no alcanzan para pagar un asilo que cuesta 5 mil pesos por lo menos y los lugares, tanto en los gratuitos como en los de paga, como ya vimos, son muy escasos.

El creciente envejecimiento puede originar que las escenas tristes de una vejez indecorosa se multipliquen en México, con conocidos nuestros como víctimas.

Artículo publicado el 10 de marzo de 2019 en la edición 841 del semanario Ríodoce.

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