En contra de la Reforma Educativa y de la evaluación a docentes, cientos de maestros se manifiestan, pese advertencias del gobierno estatal

La temperatura pareció favorecerles. Las nubes mitigaron el calor, y el mercurio apenas alcanzó los 36 grados centígrados, nada mal si se considera que se trata de Culiacán, una de las ciudades más calurosas del noroeste del País.

El “profe” Miguel, acostumbrado a estas lides, con megáfono en mano, arengaba a sus compañeros docentes a defender sus derechos. Consignas contra el gobierno federal y estatal salían del menudo aparato y hacían eco en los manifestantes.

“Unidos y organizados venceremos… va caer, va caer, la Reforma va caer”, cantaban al unísono los maestros, mientras el profe Miguel externaba las inconformidades.

Con más de 30 años de servicio en el magisterio, el profe Miguel no dejaba de lanzar consignas. El puño apretado y la garganta afilada eran la batuta que orquestaba a las voces que esa mañana salían a gritar su desacuerdo con la reforma educativa.

Docentes provenientes del norte y centro del estado se trasladaron a esta ciudad para unirse a la mega marcha, la cual esta ocasión no distinguió colores entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Sindicato (SNTE), señalando que se trataba de una marcha de maestros que luchan por sus derechos.

Desde las inmediaciones del Parque Revolución, lugar ad hoc por su nombre para iniciar una manifestación, los maestros fueron sacando sus pancartas y señales de protesta. Automovilistas y transeúntes pensaron en que se generaría un caos vial, pero los maestros llevaban la consigna de hacerse notar.

“El pueblo exige que se pongan al frente de sus demandas. La clase trabajadora de la educación, en estos momentos, está exigiendo que salgan y den la cara y se pongan del lado de la clase trabajadora. Basta de atropellos a la clase trabajadora”, invitaba el profe Miguel a los mirones.

A pesar de la recomendación de Mario López Valdez, gobernador del estado, los maestros salieron a manifestarse. Tras dejar el Parque Revolución, se dirigieron al Congreso del Estado, donde pidieron el apoyo de los diputados locales, y por espacio de 10 minutos permanecieron bloqueando el bulevar Pedro Infante.

“Señor gobernador, no somos criminales, somos maestros. Señores diputados, no nos traicionen y apoyen al pueblo, que al pueblo se deben”, continuaban las querellas de los docentes tras la recomendación del ejecutivo estatal de “no faltar al trabajo”.

Un día después, Malova ratificaría su advertencia, al declarar que buscarán qué tipo de acciones se puedan en un momento dado tipificar como delito, al dejar sin clases a miles de alumnos en gran parte del estado.

“Entendemos que al venir a manifestarnos vayan a querer descontarnos medio día o un día entero, pero Malova va más allá, está hablando de acciones legales. Está mal, yo tengo el derecho de manifestarme libremente”, criticaron los maestros al gobernador del estado.

Posteriormente, los docentes se trasladaron a la Secretaría de Educación Pública y Cultura, donde en las afueras de la explanada Justo Sierra  la consigna gritaba “sindicato traidor, vendiste al profesor”.

Incluso ahí el calor los respetó. El cielo nublado los dejó gritar sus demandas y pedir ayuda a los ciudadanos y a otros maestros a que se unan… “maestros mirones, les faltan pantalones… el maestro, callado, jamás será escuchado”.

Y fue por espacio de dos horas en que los cientos de docentes permanecieron ahí, con sus consignas y demandas, criticando además el modelo de la Secretaría de Educación Pública en la evaluación de maestros, la cual etiquetaron como poco clara y opaca.