El aviso de una persona que estaba afuera del edificio de condominios Miramar, en Mazatlán, alertó a los elementos de la Secretaría de Marina sobre gente armada dentro del inmueble, con lo que inició el operativo que terminó con la captura de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, ex líder del Cártel de Sinaloa.
Así lo indica el parte informativo rendido por el personal de la Marina que participó en estas acciones el sábado 22 de febrero, en el puerto sinaloense, cuya copia está en poder de Ríodoce.
“Nos hizo el alto con las manos una persona del sexo masculino de aproximadamente 1.80 de estatura delgado vestido de mezclilla y el marino “A” hizo algo y se le acercó la persona (y) manifestó que minutos antes había ingresado a la Torre de Condominios conocida como Miramar una persona armada y que estaba paseando en su interior”, señaló en el documento el personal de la Semar.
En el expediente con las siglas A.P. PGR/SEIDO/UEIDCS/069/2014, los uniformados indican que alrededor de las 6:40 circulaban por la avenida del Mar, también conocida como Malecón, alrededor de las 6:40 horas, realizando “nuestras funciones de combate a la delincuencia organizada precisamente por el edificio Torre Miramar”.
La persona que avisó a los elementos de la Secretaría de Marina estaba “asustada” y por eso pidió la intervención de esta institución de seguridad.
“Ante esto y con la información que se tenía con datos obtenidos en diversos cateos de que en citado edificio conocido como Torre Miramar se encontraba Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias El Chapo, información obtenida en diversos aseguramientos que se habían realizado en Culiacán”, señalaron en el reporte.
En el edificio ubicado por avenida Del Mar 608, entre Río Elota y Puerto de Mazatlán, inició este operativo, a raíz de la denuncia que planteó el desconocido, cuya identidad no se incluye en el parte informativo, y se realiza un despliegue por todos los pisos. Fue al llegar al cuarto piso cuando observan frente al departamento 401 a una persona que porta un arma larga.
“Frente al 401 había una persona con un arma larga y el marino “B”, le indique con voz fuerte y clara ‘Armada de México tire el arma’, ante esta advertencia nos apuntó e ingresamos al 401 por lo que ante la presencia de un arma larga ingresamos en persecución de la persona alcanzándolo en la sala del 401, tira el arma al piso y dice ‘me doy no hay problema’”.
A esta persona, cuya identidad es Carlos Manuel Hoo Ramírez, le aseguraron un fusil 5.56 con lanzagranadas y abastecido con una granada calibre 40 milímetros. Esta persona, aseguran los marinos, les informó que el arma era para proteger a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “quien salió de una habitación del inmueble razón por la cual se realizó su detención”.
Iban por Hoo Ramírez
Otra de las versiones indica que los elementos de la Secretaría a quien buscaban es a Carlos Manuel Hoo Ramírez, conocido como el Cóndor, uno de escoltas más cercanos a Guzmán Loera, para detenerlo y que les diera información sobre el Chapo para luego localizarlo. Pero en la búsqueda del pistolero, encontraron al jefe.
De acuerdo con datos extraoficiales y testimonios de quienes participaron en este operativo, la detención del líder del Cártel de Sinaloa fue un hecho fortuito y se debió a que el Cóndor prendió su teléfono celular y eso permitió su localizaron y aprehensión.
La Marina le perdió la huella a Guzmán luego de los operativos realizados en Culiacán, por la calle Río Humaya en la colonia Guadalupe, el 17 de febrero. Los uniformados habían realizado fuertes operativos, sobre todo cateos, en diferentes sectores de la ciudad capital y el capo había logrado evadirlos a través de túneles que conectan varias casas de seguridad.
“Desde que se escapó el domingo para amanecer el lunes, lo sacaron para Mazatlán. De ahí no supimos nada hasta el jueves que el teléfono de El Cóndor prendió y supimos dónde estaba. Empezamos a checar todos los números de este capo, todos estaban en Mazatlán.
“¿Qué hicimos? El viernes llegó una fuerza de civil a Mazatlán y el viernes en la noche se enganchó, se ubicó a El Cóndor, no a él (Chapo). Ya fue que decidieron el sábado a las 5:00 de la mañana intervenir ese departamento”, reza la nota publicada el 2 de marzo en las páginas del diario El Universal.
Dos equipos, señala este testimonio, revisaron piso por piso, de arriba abajo y viceversa, hasta que fue ubicado en el cuarto piso, con la ayuda del equipo de “inteligencia”, y una vez que lograron ingresar al departamento 401 se ubicó y detuvo a Hoo y sorpresivamente dieron con Emma Coronel, unos menores y en uno de los baños Guzmán Loera.
“No sabíamos que (Guzmán Loera) estaba en el departamento y mucho menos que estaba con Emma y las niñas”.
Geolocalización: la primera versión
Ese día de la captura y horas después de que fuentes del gobierno de Estados Unidos lo confirmara, la Procuraduría General de la República (PGR) se apuró a señalar que para capturar al Chapo se había recurrido a la tecnología de punta, con la ayuda de los gringos —léase la DEA— para que a través de la geolocalización, con el uso de teléfonos celulares y satelitales.
“En la detención de Joaquín el Chapo Guzmán un punto fundamental en el plan fueron las últimas tecnologías de geolocalización de las llamadas telefónicas realizadas por varios miembros del cártel de Sinaloa en Mazatlán, no hubo ni un solo disparo”, señaló Jesús Murillo Karam, titular de la PGR.
Esta versión contrasta con las anteriores: no iban tras Hoo Ramírez ni dieron “por casualidad” con el Chapo, sino que él era el objetivo. Al final, el gobierno de Enrique Peña Nieto ha construido eslabones de sospecha en torno a la detención del capo.
