Daniela Santos tiene a su cuñado José Armenta internado en el Hospital General de Culiacán desde el 25 de diciembre del año pasado, a causa de un accidente en moto que lo dejó inmóvil.

De primera instancia fue recibido en el hospital de Guamúchil, lugar de donde lo trasladaron a la capital porque allá no tienen la capacidad de atender su problema.

Ella y su esposo, su suegra y dos hijas, originarios de Sinaloa de Leyva, duermen afuera de las instalaciones del Hospital General.

Mientras baña a su hija (de un año y medio) en el lavabo del baño que se encuentra a un lado del área de emergencias del hospital, comenta: “aquí dormimos afuera, la mayor parte la hemos pasado aquí, porque como yo soy la que me ando moviendo, a mis niñas las baño aquí, pero yo llevo como tres días que no me baño”.

Los días pasan y los gastos aumentan. Su cuñado, quien labora de manera independiente, no cuenta con seguridad social que lo respalde con la cuenta que cada día suma más cientos de pesos.

La red hospitalaria de los Servicios de Salud en Sinaloa comprende las unidades médicas: Hospital de la Mujer, Hospital General, Centro de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) y Hospital Integral, todas en Culiacán, las cuales atienden pacientes de población abierta a través del cobro de “cuotas de recuperación”, y también se ofrece atención a un número importante de pacientes afiliados al Seguro Popular.

Daniela pensó que la única forma de sostener los gastos de atención médica de su cuñado era su afiliación al Seguro Popular, pero hoy se percató de que no cubre nada de lo que su familiar ha necesitado.

“Íbamos a la farmacia con la receta que nos daba el doctor, pero nunca había la medicina que nos pedían o no lo cubría el Seguro Popular, a veces hasta paracetamol tenemos que comprar nosotros”, dice.

Las tarifas del Hospital General son establecidas por un tabulador enviado por la Secretaría de Salud estatal. Aún así, los costos de sus servicios médicos varían en relación con otros hospitales: mientras una consulta general médica en el Hospital Civil tiene un costo de 100 pesos y de emergencias de 80 pesos, en el General es de 200 pesos.

Las hospitalizaciones, uno de los gastos más comunes utilizados por los pacientes, en el hospital general por un día completo se paga la cantidad de 500 pesos; en cambio en el hospital civil el cobro es de 150 pesos.

Los problemas de pago entre las personas que reciben atención médica son precisamente los costos acumulativos de los días de hospitalización de un paciente, ya que las cuentas se van a la alza con el paso de los días.

Una noche en terapia intensiva en el Hospital General cuesta 5 mil 688 pesos, cantidad mucho mayor que en el Hospital Civil, de mil 190 pesos, según su catálogo de precios.

Por ser un organismo público descentralizado del gobierno del estado, con un presupuesto directo, el Hospital Civil tiene cierta “autonomía” para establecer sus cuotas de recuperación.

En el caso de Daniela, los gastos por hospitalización de los dos meses que su cuñado ha estado internado ascienden a 30 mil pesos, cantidad con la que no cuenta, por ser una familia de escasos recursos económicos.

“Yo soy la que me he andado moviendo, fui a platicar con una licenciada de la PGR para que me ayudara, ella me dijo que por la cuenta de hospitalización no me preocupara, porque la verdad nosotros no tenemos dinero”.

Un hospital de los servicios de salud que ofrece atención a un paciente le cobrará dos conceptos diferentes: por un lado el consumo de materiales y medicamento, y por otro, el procedimiento.

La unidad de servicios médicos está obligada a mostrar al público una lista de todo el material que se utilizó y el costo individual de cada uno para mostrar el total de monto a pagar.

Carencia de seguridad social

En el 2003 cuando se implementó el Seguro Popular como una ayuda a la gran cantidad de mexicanos que no cuentan con seguridad social, se tenía una cobertura de 78 intervenciones y 139 medicamentos; en la actualidad cubre 285 enfermedades  y 634 medicamentos, lo que significa un aumento de 3.6 y 4.5 veces, respectivamente.

Aún con este mayor campo de cobertura, es insuficiente para familias de escasos recursos que son víctimas de accidentes.

Los hospitales tienen una metodología de estudios socioeconómicos para determinar el pago de sus gastos médicos, el cual abarca: ingreso, ocupación, egresos, tipo de vivienda y las condiciones de salud de los miembros de la familia.

Dependiendo del estudio se les ubicará en una de las seis clasificaciones socioeconómicas, que van desde el primer nivel, donde el paciente no paga ningún gasto, hasta el nivel 6, que hace al paciente cubrir los gastos totales de los servicios médicos otorgados.

En situaciones de urgencias es imposible llevar a cabo este tipo de estudios, mucho menos con pacientes foráneos.

En México, más de 5 millones de mexicanos enfrentan gastos altos de salud cada año y en gran porcentaje carecen de seguridad social.

Estos gastos absorben más del 30 por ciento del ingreso familiar neto de consumo básico de alimentos.

La población de escasos recursos está sujeta a altos niveles de gastos en salud: el 10 por ciento más pobre de la población utiliza alrededor de 12 por ciento de su ingreso para el cuidado de la salud.

Daniela y su familia han gastado alrededor de 30 mil pesos en medicamento, porque su afiliación al Seguro Popular no lo cubre o porque el abastecimiento de la farmacia del hospital no era el suficiente.