Exigen cuotas por hectáreas cosechadas o por camión cargado que sale hacia otras entidades

El día empieza antes de que el primer rayo de sol asome entre los cultivos. Decenas de jornaleros preparados para el corte de hortalizas proveen la codiciada mano de obra que en estas fechas demanda el mercado.

El cierre del 2016 representa para algunos productores de hortalizas días de cosecha y envíos a otras entidades de la República, sin embargo, también se enfrentan a extorsionadores que les exigen cuotas para poder sacar sus cargamentos.

Es en distintos puntos del estado donde autoridades federales han detectado este tipo de prácticas.

Los volúmenes y variedades de hortalizas no importan, basta con que se tenga la intención de llevarlos al mercado nacional para que los productores se vean obligados a pagar una cuota.

Ejemplo de este tipo de prácticas hay muchos. Uno de ellos ocurre en el poblado de Los Pozos, colindante con Las Garzas, ambos pertenecientes al valle de El Rosario, donde el tomate, tomatillo y picosos empiezan a ser cultivados.

Las versiones de los afectados y personas que conocen a las víctimas de este tipo de prácticas apuntan a que son hasta 2 mil pesos por hectárea, mientras que otros señalan que por cada camión tipo torton son 200 pesos la cuota para que puedan salir.

El norte de la sindicatura de Aguaverde tiene comisarías que colindan con Mazatlán, área donde toman fácilmente la carretera federal México 15 ya sea rumbo al norte o al centro y sur del país.

“A los camioneros les bajan 200 o 300 pesos por camión cargado, que salen hasta con 17 toneladas de diferentes productos”, comentó un horticultor que pidió reservar su identidad.

Son toneladas de tomate, tomatillo, chile serrano, jalapeño, poblano, húngaros y Anaheim que pasan por la báscula de pesaje y la de los que ilegalmente cobran cuota.

Los grupos delincuenciales que llevan a cabo estas prácticas se concentran en las zonas del valle, alejados de las cabeceras municipales, donde tienen sus bases corporaciones los tres niveles de gobierno, según observan los trabajadores.

Entre los productores de manera discreta se corre la voz respecto a las extorsiones, por lo que se recomiendan mantener un perfil bajo y no hacer alarde, frente a nadie, de las bondades de su cosecha, muchos menos hacer cálculos de las toneladas y precios.

“Es que la gente tiene que ser muy discreta, decir: ‘no vendí, o vendí muy bajo, no tienes que decir cómo vendiste, precios, no tienes que decir nada de eso, al contrario… valió madres este año la cosecha”, comentan.

Y es que el movimiento apenas empieza, y con el precio del tomate a cinco pesos, y chiles a tres pesos, tiene como principal mercado Guadalajara, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas y alguno que otro a Michoacán, Querétaro, Aguascalientes, Puebla, Estado de México, y una menor parte a la frontera.

Se espera que la cosecha se extienda hasta abril y mayo del 2017 y con ello, la incertidumbre de que les saldrá al paso un vividor que buscará cobrar su cuota.

Ante el cambio de gobierno, esperan que las autoridades no bajen la guardia y enfoquen su atención a la zona productiva que da vida a los campos del sur de Sinaloa durante estos meses.