Por órdenes de la dirigencia nacional, las diferentes corrientes del PAN en Sinaloa están negociando posiciones y candidaturas en esta contienda interna, para evitar conflictos en las sucesiones de las presidencias estatal y nacional de este partido.

Fuentes extraoficiales señalaron que Edgardo Burgos Marentes, presidente estatal del Partido Acción Nacional (PAN), está anticipando su renuncia al cargo para que éste sea ocupado por su secretario general, Adolfo Rojo Montoya, actual diputado y coordinador de la fracción parlamentaria del blanquiazul en la legislatura local.

Rojo Montoya dijo que “pudiera” darse la renuncia de Edgardo, pero no hay nada definido, además de que depende de los plazos para el proceso electoral local de 2016 que no ha definido el Congreso del Estado. Aclaró que él no quiere ser el nuevo presidente del panisno sinaloense por dedazo, sino someterse al voto de los militantes.

“Lo que tú planteas es correcto, efectivamente: se ha hecho trabajo para que haya contiendas fraternales, no como en años pasados, y el que salga al final se sume el otro que perdió, eso es lo que está trabajando la dirigencia en este momento”, sostuvo.

A nivel nacional, aseguró, hay 300 distritos y en 70 hubo candidaturas designadas, y en Sinaloa no hubo una sola designación, y todos los puestos se someterán a una contienda interna.

Burgos, confiaron fuentes extraoficiales a Ríodoce, ha dejado en buena medida la conducción de la dirigencia del Comité Estatal a Rojo y podría quedar al frente si el actual presidente solicita permiso o dimite, con el objetivo de ser candidato a diputado local en los comicios de 2016.

Sobre esto, el también legislador y coordinador de la fracción parlamentaria manifestó que los secretarios generales son operadores del presidente en turno, tanto en el comité estatal como en los municipios, pero aún no hay nada definido sobre la renuncia del presidente, porque no son los tiempos para ello.

De acuerdo con fuentes extraoficiales, entre las posibilidades está que Rojo quede al frente de una delegación hasta que concluya el periodo para el que Burgos fue elegido —en noviembre de 2015— o el Consejo Estatal convoque anticipadamente a una contienda interna para nombrar presidente, aunque hay varios asegunes.

En las normas del PAN hay una disposición que dice que cuando el término de una dirigencia se da dentro de los tres meses anteriores al inicio de un proceso y en el caso de Sinaloa la contienda empieza en enero de 2016 y el periodo de Edgardo Burgos concluye en noviembre.

A nivel nacional, agregó una de las fuentes, la corriente que encabeza el actual presidente, Gustavo Madero, junto con Ricardo Anaya y otros prominentes panistas que conforman esta poderosa corriente, están preparando la sucesión por la dirigencia en el país y quieren evitar conflictos internos en los estados, y los ulteriores desgastes, denuncias públicas y colisiones entre grupos de poder.

“Ellos quieren dejar sucesor y quieren a Sinaloa unida con ellos, porque en Sinaloa apenitas se lo llevaron en la elección interna pasada. Ellos están emprendiendo hoy una operación que conduce Martín Heredia, como diputado y vicecoordinador, y Jorge Villalobos como operador de Madero, que busca sacar a Sinaloa sin ruptura… es decir, un reparto de posiciones entre los grupos, conciliado, sin pleitos de por medio”, dijo otra de las fuentes consultadas.

Mientras, los grupos disidentes, como los que lideran el diputado local Guadalupe Carrizoza, el senador Francisco Salvador López Brito, el  director de CONALEP, Alejandro Higuera y otros, acusan a la corriente que encabezan Burgos y Rojo de querer mantenerse en la dirigencia.

La elección de los diferentes candidatos a diputados federales, por las vías plurinominal y de mayoría relativa, es el 22 de febrero. Militantes dentro del panismo sinaloense advierten que para entonces todo estará “arreglado” entre las diferentes fuerzas locales y, salvo “contadísimas” excepciones, aceptarán el reparto del pastel blanquiazul.

Versiones al interior del blanquiazul indican que lo que están haciendo es quedarse con la dirigencia a cambio de posiciones como candidaturas a diputaciones locales o regidurías en los próximos comicios, o bien ser dirigente de algún comité municipal. Señalaron que es una operación inteligente, de conciliación interna, quirúrgica, para evitar problemas entre las diferentes corrientes y mantener la fiesta en paz en cuanto a la renovación por las dirigencias nacional y estatal”.

Esta operación, agregó, la realizan en Sinaloa y en prácticamente todos los estados del país, por instrucciones de Gustavo Madero, pero son sus operadores políticos nacionales y en los estados, los que llevan a cabo el instructivo en función de cada región.