Cinta ‘La promesa’ narra la historia del club de lectura La Hojarasca

promesa

Una de las historias interesantes que pueden contarse de Sinaloa es la de Cruz Hernández, el profesor del CBTA 133 en Recoveco, Mocorito, que en el 2003 tuvo la idea de organizar una tertulia con sus estudiantes para honrar al escritor que más admira: Gabriel García Márquez. De ahí surgió el Club de Lectura La Hojarasca, que para festejar la fundación del ejido y nacimiento del escritor colombiano, en el 2007 realizó un maratón en el que más de 250 personas leyeron completo el libro Cien años de soledad, en 19 horas con 50 minutos.

Ese hecho real que el periodista Silver Meza registró en la crónica La increíble historia del Gabo, el profe y un lugar llamado Recoveco, y por la cual ganó el premio Excelencia Periodística 2016 de parte de la Sociedad Interamericana de Prensa, está plasmado en La promesa (México/2018), escrita y dirigida por el mazatleco Oscar Blancarte, quien no tuvo la sensibilidad de Meza para transmitir ese entusiasmo, pasión y amor por las letras y la obra de García Márquez que el verdadero profe Cruz logra contagiar a cualquiera.

En la cinta, Leo (Alessio Valentini) es el alumno más rebelde, inteligente y preferido del profe Cruz (Mario Zaragoza), quien confía que ese niño al que abandonó su papá y vive con su mamá (Lumi Cavazos) y su abuelo (Rafael Inclán) tiene todo para triunfar en la vida, lo cual se comprueba cuando gana una beca para estudiar en España. Después de muchos años, Leo (Alejandro Cárdenas) regresa a Recoveco para reencontrarse con los suyos y a cumplir con la promesa que hizo a María Julia, una de sus compañeras (Valentina Nallino/Marisol Chiquete).

Filmada en El Fuerte y Los Mochis, La promesa quiere contar mucho, pero dice poco; busca desenmarañar dudas y termina más emborucada; algunos diálogos se perciben forzados; hay situaciones y personajes innecesarios; y, en realidad, ninguna actuación destaca. El principal problema de la película es su guion, que no es claro en lo que quiere expresar. Se supone que uno de sus objetivos es homenajear a los profesores, pero la trama se centra más en Leo, el alumno rebelde e inteligente que se vuelve el héroe del pueblo. El profe (1971) también honra a los maestros y tiene un niño muy travieso, pero queda claro que el filme gira en torno a Cantinflas.

Se sugiere que Leo es un apasionado de los libros, pero no se le ve leyendo lo suficiente ni con real entusiasmo; si bien el profesor insiste en que Leo es su preferido y este lo considera su padre, durante la historia no se ve esa conexión entre ellos; para el año que Leo regresa al pueblo, ya de grande, y de acuerdo a la fecha en que inicia la historia, todavía no existían los mensajes de audio a través de celulares; ahora, si transcurrió más tiempo, no se ve en la edad de los personajes, quienes lucen igual en una época y otra; y si Leo gana tantos millones en un concurso, ¿por qué nunca visita a su familia, ni ésta a él?

En La promesa, musicalizada por el culichi Jesús Monárrez, no hay indicios ni fundamentos en el enamoramiento entre Leo y María Julia; no se aclara quién ni dónde termina la chica que lo acompaña en su regreso al pueblo; no es creíble que la lluvia acabe con la biblioteca y menos que eso funcione para cumplir una “predicción”. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.

Artículo publicado el 16 de diciembre de 2018 en la edición 829 del semanario Ríodoce.

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