El desastroso efecto de ‘Willa’ en El Rosario

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El panorama que se percibe en la calle Benito Juárez de Aguaverde es por demás trágico, el rastro que dejó el río Baluarte al desbordarse es desastroso para familias enteras que buscan afanosamente limpiar sus casas.

El olfato reclama que en alguno de esos patios llenos de lodo, hubo animales de corral y el calor del sol hace presente el hedor.
Perros y gatos vagan entre colchones, ropa y muebles mojados. Los chiquillos caminan descalzos por media calle con el lodo arriba del tobillo.

Lea: Los desastres de ‘Willa’; en Escuinapa alcalde entregará municipio devastado https://bit.ly/2PqItD1

No falta el que se tambalea y cae de cola ante la risa de sus amigos, ¡qué les hace el tiempo! Mientras, las mujeres y hombres sacan el lodo que invadió hasta el último rincón. Es un lodo de tierra fina, chicloso que se aferra y requiere de cubetadas de agua que no hay.

“La verdad es que estamos muy amolados, y hablo en general, perdimos casi todo”, relató Héctor Hernández, habitante de esta sindicatura y quien tiene su casa a una calle del cauce del río.

El huracán “Willa” empezó a hacer estragos en la zona desde el martes en la noche, relató. El miércoles en la mañana, bajo una lluvia incesante, el Baluarte desbordó su cauce sobre su casa.

Más de un metro subió el nivel del agua revuelta, mojando colchones, refrigerador, estufa y demás muebles que no alcanzaron poner a salvo, pues su prioridad fue sacar a sus hijos y enviarlos con su abuelita a la cabecera municipal de Rosario.

Relató que el miércoles un grupo de marines y soldados llegaron a las casas para conminarlos a evacuar la zona, pero la mayoría optó por irse con familiares, mientras que otros se subieron al techo de sus casas.

Irónicamente, en la noche del miércoles una brigada de civiles llegó para entregarles despensas, con todas sus pertenencias mojadas y sin tener dónde preparar alimentos, algunas mujeres agradecieron la ayuda, pero poco o nada pudieron hacer en ese momento con el apoyo.

Lea: El recuento de daños de ‘Willa’ que no termina https://bit.ly/2OfdnJC

Héctor Hernández es de la idea de que las necesidades que tienen van más allá de una despensa y agradecería que el gobierno les ayudara con la donación de lo más básico para poder recuperarse de esta contingencia.

“Que el Gobierno del Estado venga a ver cómo quedaron las casas y traiga apoyo, porque perdimos todo”, es el clamor recurrente.

Con colchones nuevos, estufas, hasta refrigeradores que fueron pérdidas totales, es la petición para las autoridades, porque insiste, una despensa no basta.

Gloria Isela Sánchez Arenas, una adulta mayor con una enfermedad que le impide caminar, tuvo que ser sacada de su casa ante la amenaza de la creciente.

La fachada azul brillante de su vivienda contrasta con la suciedad que la rodea.

Sobre la pared fue colocado un colchón, sobre la banqueta las cubetas de agua que fueron acarreadas para lavar el piso y paredes de su casa.

“Fue pérdida total, prácticamente todo: colchones, ropa, muebles…”

A la señora Elizabeth Moreno no le fue mejor. Con los ojos al ras de lágrimas, observa con tristeza como quedó su refrigerador nuevo.

Recién acababa de comprar la despensa y todo se dañó con el agua del río, junto con la ropa, colchones, camas y sillas.
Al igual que sus vecinos, decidió salirse de la casa después de que el agua le llegó al pecho y la tristeza de ver su refrigerador nuevo flotar adentro de su hogar.

Hizo el llamado al gobierno del estado para que los apoyos vayan más allá de una despensa y puedan regresar a su vida normal.

Las autoridades habían contabilizado hasta el mediodía del jueves pasado que el número de personas afectadas ascendía a 26 mil.
Maximiliano Mora Uribe, Secretario del Ayuntamiento, explicó que son 54 comunidades afectadas por “Willa”, y 35 las que estaban incomunicadas.

Los pueblos en ambas márgenes, además de Aguaverde, también se afectaron viviendas de Chametla, Apoderado y Pozole hasta llegar al puente de Monte Alto, que todavía no tiene un año haber sido entregado y fue debilitado por la fuerza del Baluarte.

 

La muerte de Gael en Matatán

Sin ser un territorio en guerra, el ambiente se torna similar en el sur de Sinaloa.

El paso constante de helicópteros, convoy de militares, ambulancias, patrullas y decenas de cuadrillas de Protección Civil y del DIF en zonas de desastre pinta todavía un panorama que pareciera no tener fin.

Es El Rosario paso obligado para vehículos y aeronaves que llevan ayuda y movilizan a personas en casos de emergencia.

Y fue en medio de esas faenas de atención a damnificados que se dio a conocer la muerte de Gael, un niño de apenas 6 años que sufrió la picadura de un alacrán.

Inundado, el dispensario médico no fue un espacio adecuado para su atención, por lo que una enfermera que labora ahí lo atendió en un domicilio particular.

Pero la inyección de Avapena no fue suficiente, por lo que urgió la necesidad de trasladarlo al Hospital Integral de El Rosario, pero el río Baluarte ya había desbordado su cauce.

Un grupo de voluntarios lo trasladó adentro de una tina de plástico para poder sortear el paso de los cuatro vados que hay en el camino. El esfuerzo fue infructuoso, Gael perdió la vida.

El jueves el cielo de Matatán se llenó de globos blancos, los niños y padres de familia gritaron “¡presente!” en la escuela primaria Anastasia Viuda de Leyva, donde hicieron el último pase de lista en su honor.

El pequeño ataúd blanco recorrió las empinadas calles del pueblo hasta llegar al panteón, donde fue sepultado.

 

Barre ‘Willa’ con huertas y cultivos en Rosario y Escuinapa

Los daños que registraron los cultivos de hortalizas y huertas de mangos en El Rosario y Escuinapa es otro de los saldos “Willa”, aunque hasta el viernes eran todavía incuantificables.

Las inundaciones de las zonas hortícolas impidieron, hasta el jueves, poder ingresar para empezar a levantar un censo oficial que diera cuenta de la magnitud del problema por el que atraviesa el sector.

Son los productores de más antigüedad y experiencia los que hacen cálculos.

Mil 500 hectáreas de mango con daños por inundación son ya ubicados en ambas márgenes del río Baluarte, que el pasado miércoles desbordó su cauce. Entre los afectados se cuentan a partir de la línea de la carretera internacional México 15 hacia adentro. Huertas de Loma Verde, La Reforma, Duranguito, Pozole, Apoderado, Chametla, Monte Alto, toda la margen izquierda fue barrida, coinciden los productores.

A excepción de Cajón Verde y el Tasajal, todos fueron dañados, incluso cerca de la cabecera municipal hay huertas de esta fruta que representa una importante actividad productiva que genera empleos gracias a las exportaciones y ventas en el mercado nacional.

Lo que sí se cuantificó como daño total en Rosario fueron los cultivos de hortalizas de la temporada otoño-invierno que cubría unas 500 hectáreas, principalmente de chile picoso, poco tomate y tomatillo, poca sandía, pero lo fuerte eran los picosos que se cotizan en el mercado nacional cada fin de año.

En Escuinapa los expertos pronosticaron daños totales en hortalizas, mientras que en huertas de mango estiman unas 3 mil hectáreas, cifra que podría incrementarse con daños seguramente totales.

La infraestructura como invernaderos y empaques que mínimamente está destechada y más de 300 hectáreas de casas-sombras se suman a la lista de afectación de toda la zona del valle escuinapense, desde Isla del Bosque, Cristo Rey, Teacapán incluyendo Celaya.

Artículo publicado el 28 de octubre de 2018 en la edición 822 del semanario Ríodoce.

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