Se hicieron todas las autopsias de los caídos el ‘Jueves Negro’, dice el Fiscal (VI)

Ríos Estavillo

El Ministerio Público Federal debe culminar las carpetas y presentarlas ante un juez, dice Ríos Estavillo

 

La fiscalía estatal hizo su trabajo, sostiene Juan José Ríos Estavillo, su titular. Levantó nueve cuerpos la misma noche del 17 y hasta la madrugada del 18, acompañado de peritos de la Fiscalía General de la República (FGR). Al día siguiente hicieron lo mismo con los cuerpos de los dos carpinteros asesinados por los soldados. Recogieron también el cuerpo de un hombre que estaba en la cajuela de una camioneta frente a la farmacia Guadalajara y el de un joven que había estado disparando contra los soldados desde El Torito y que en la retirada, herido, se puso un mandil de un mesero de El Torito y quiso escapar.

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“Ya entrada la noche el delegado me señala que lo más seguro es que esta serie de hechos quedarían bajo competencia de la FGR. Pero hay una comunicación constante y el delegado me pidió apoyo, sabíamos que había cuerpos cerca del edificio, pedimos seguridad y procedimos a levantarlos y a hacer registro de periciales a petición del delegado. Dada la magnitud, yo le solicité que, independientemente de la presencia de nuestros peritos, consideraba necesaria la presencia de peritos del a FGR. Y así se hizo”.

—A los carpinteros los levantaron hasta el día siguiente, ¿por qué?

—Lo que pasa es que no los vimos porque quedaron atrás de la camioneta. A todos los llevamos al Semefo (Servicio Médico Forense) para hacer las diligencias de rigor. En el campo levantamos evidencias —ubicación, posiciones, casquillos—, anotamos circunstancias, todo para integrar las carpetas de investigación. Y en el Semefo realizamos las autopsias correspondientes.

—Me han dicho que no se hicieron autopsias “por órdenes de arriba”…

—Nunca dimos una instrucción en ese sentido. En todos los casos se hicieron las autopsias… y esa información, como ya estaba siendo requerida por la FGR, pues nosotros las llevamos a cabo.

 

Entre las 14:30 y 14:45

Esa tarde el fiscal atendía una llamada telefónica cuando entró su secretaria y le dijo gritando que se tirara al piso.

—¿Qué pasa?, preguntó

—Hay muchos hombres armados afuera, están por todo el bulevar.

Ríos Estavillo no se tiró, por el contrario, se asomó por la ventana lateral de su oficina y miró hacia la esquina de Josefa Ortiz y Sánchez Alonso. Miró al mismo grupo de cuatro o cinco hombres que habían visto el periodista Ernesto Martínez y los policías estatales y que después despojarían de su camioneta a la señora que entró gritando al Sushi Factory. Luego se asomó por la ventana principal hacia la calle y miró a uno de sus escoltas apuntar con su rifle a cuatro o cinco jóvenes armados con fusiles que estaban afuera del restaurante El Sinaloense. No hubo disparos. Después el policía le contaría que los jóvenes le dijeron que se fuera, que “el pedo no es con ustedes”. Bajó el arma y se metió al edificio de la fiscalía. Un minuto después iniciaron los disparos hacia el norte.

En medio de la desinformación, buena parte del foco de la gente se orientó hacia la fiscalía estatal gracias a que circuló un audio donde se decía que uno de los hijos del Chapo Guzmán había acudido con Ríos Estavillo a realizar un trámite y que allí había sido detenido. Se especuló con que otro de los hijos del Chapo le llamó para exigirle que se lo entregara. Se decía con tanta seguridad, que todavía días después se sostenía lo mismo.

“Ya habían transcurrido entre 40-50 minutos, cuando me mandan llamar, habíamos cerca de 40 personas tiradas en el piso de esta sala (de juntas). Me querían para decirme que estaba circulando un audio en redes sociales donde una persona hablaba de ciertos y supuestos actos que se estaban realizando al interior de la fiscalía… ese audio hacía referencia que en un bunker de este edificio teníamos a cierta persona. Nosotros no tenemos ningún bunker ni siquiera agencias del Ministerio Público… nos extrañó mucho ese audio y eso provocó que se enfocara la atención hacia el edificio de la fiscalía y hacia mi persona… eso, por supuesto, provocó mayor temor en la gente que estaba en el edificio. A los minutos de haber iniciado los enfrentamientos, ya éramos casi cien personas los que estábamos en este nivel”.

 

A UNOS METROS DE LA FISCALÍA. Carros abandonados.

 

Esto decía el audio:

“Te voy a contar el mitote para que sepas. Llegó el hijo del Chapo, el Iván. Llegó a arreglar unos problemas a la Fiscalía, llegó normal, todo el rollo, y llegó y se metió y al salir lo estaban esperando unos guachos. Lo agarraron, se lo llevaron y desde ahí empezó el desmadre. Están afuera de la Fiscalía porque se quieren chingar al Fiscal. Hay varia gente metida en la oficina del fiscal porque quieren entrar a la Fiscalía por el Fiscal. La gente está resguardada porque la oficina está blindada y tiene un chingo de pendejadas…”.

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—¿Se hicieron las autopsias a los carpinteros?

—Debieron de haberse hecho.

—A todos, se supone que es por ley…

—Sí, es por ley y estoy seguro que sí se hicieron.

—¿A ustedes les tocó esa parte?

–A nosotros nos toca esa parte, el levantamiento, la identificación de área, iniciar carpetas de investigación, recibir denuncias, por daños por robo de vehículos…Todo lo que tiene que ver con servicios periciales nos corresponde.

—¿Y cuántos cuerpos levantaron? Porque la gente de ellos se llevó varios esa misma tarde…

—Bueno, es información que no tengo. Nosotros procedimos a levantar los cuerpos de 13 personas…

—¿Entre las periciales les tocó recoger videos?

—No, eso ya lo estaba haciendo la FGR…

—¿Ya no habrá avances? Me decía Castañeda que se rompieron todos los protocolos, ¿qué significa eso? Tengo la impresión de que algunos inocentes fueron asesinados por elementos del Ejército, por la Guardia Nacional, por el gobierno, no sé, me queda esa impresión de todo lo que he recabado. ¿Qué ocurre en estos casos? ¿La fiscalía va a llegar al final, establecer cómo ocurrieron los hechos? ¿Son punitivos? ¿Pueden ser castigados?

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—Mira, el principal esquema de vinculación profesional circunscrito al servicio público debe de corresponder el ejercer tu función, primero con conocimiento de causa y, segundo, bajo la égida del mandato normativo. El servidor público no puede actuar de manera discrecional… la expectativa tiene que ser en ese sentido, es decir, culminar una carpeta y presentarla ante una autoridad jurisdiccional.

—Hay dos casos, el de los carpinteros y el de los dos gatilleros de la blindada azul, que se bajaron, se rindieron, todo el mundo lo escuchó y luego los mataron… ¿qué ocurre en estos casos?

—Esa información la debe de tener el Ministerio Público Federal y ellos deben estar llevando a cabo las investigaciones.

Artículo publicado el 18 de octubre de 2020 en la edición 925 del semanario Ríodoce.

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