El 12 de febrero de 2019 en la corte federal de Nueva York en Brooklyn, durante el sexto día de deliberaciones, los 12 miembros del jurado llegan al veredicto esperado después de 11 semanas de juicio y 2 de deliberaciones: encontraron a Guzmán Loera culpable de los 10 cargos que le imputaban, por lo que implicaría una pena de cadena perpetua.

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El Chapo, vestido con traje negro y camisa gris, salió de la sala con la cara desencajada después de despedirse de Emma y apretar la mano de sus tres abogados.

El Chapo Guzmán enfrentaba 17 cargos que se fueron reduciendo a 10 para el final del juicio en su contra. Entre ellos, las penas más bajas eran de 10 años y las más grandes, de cadena perpetua. El juicio, que duró más de tres meses, estuvo compuesto por un caso donde la fiscalía presentó 56 testigos, de los cuales 14 fueron criminales colaboradores. La defensa, por su parte, presentó un caso con un único testigo que duró en el estrado menos de media hora.

La condena será impuesta el próximo 25 de junio.

Las deliberaciones habían tomado mucho más tiempo del esperado, durando semana y media. Durante esos seis días, los abogados de Guzmán Loera estaban felices y recibían abrazos de su cliente cuando entraba a la sala 8D.

Desde el lunes 4 de febrero, los miembros del jurado habían pedido revisar el testimonio de cinco testigos colaboradores y tres agentes del orden. Los testimonios de los criminales que querían revisar fueron Jesús Reynaldo Zambada alias el Rey, Vicente Zambada Niebla alias Vicentillo, Alexander Hildebrando Cifuentes Villa y Jorge Cifuentes Villa, Dámado López Núñez y los agentes del orden correspondían a Juan Aguayo, Scott Schoonover y Clifton Harrison.

Juan Aguayo, un agente fronterizo, había encontrado pangas pesqueras con mariguana en la costa de San Diego. Scott Schoonover, un agente de la DEA, describió cuatro incautaciones de cocaína enviadas de Colombia y Clifton Harrison, de la guardia costera, corroboraba uno de esos decomisos, a bordo del navío Gatun, la incautación más grande de la historia de la guardia costera estadounidense.

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También habían tenido dudas sobre crímenes de guerras de drogas y habían pedido revisar una llamada donde una amante del Chapo, Agustina Cabanillas Acosta, alias Fiera, coordinaba enviar un abogado para ayudar a tres personas arrestadas en San Diego por tráfico de mariguana en pangas pesqueras. Parecía que los documentos que había pedido el jurado restaban relacionados con el primer cargo que enfrentaba Guzmán Loera: ser el líder de una empresa criminal continua, lo cual garantizaba cadena perpetua.

Los miembros del jurado tuvieron que rellenar un formulario de 8 páginas con preguntas sobre cada uno de los 10 cargos, y los 27 sub cargos que componían el primero. Para responder cada una de las preguntas era necesario llegar a una decisión unánime.

Después de un caso con una avalancha de evidencia correspondiente a 30 años de investigaciones, el caso contra Guzmán Loera termina.