DURANGO.- Muchos colegas y aficionados se han reportado sobre la complicada situación que vive actualmente la Liga Mexicana de Béisbol.
Y es que el futuro es impredecible cuando estamos a sólo un mes de que arranque la pretemporada y a 70 días de que se inaugure la campaña programada supuestamente para el 31 de marzo.
Muchos de los que se reportan comulgan con la idea plasmada aquí hace días, es decir, dos ligas con ocho equipos dentro de la misma LMB y en el corto plazo acabar con la multipropiedad.
“Lo más sano es que ningún club imponga su ley y que una liga juegue libremente con los peloteros de doble nacionalidad”, me dice un colega de Saltillo, quien me pide no mencionar su nombre.
“La otra liga puede ser con puros nacidos en México y sus cinco o seis extranjeros”.
Y es que muchos ya se dieron cuenta que este sería el mejor sistema para darle cause a un conflicto, donde chocan las visiones, los egos, las ideas.
Por ejemplo, la Triple A del béisbol, organizado en EU, tiene sus dos ligas y cada una juega por separado: la Internacional que es ideal para el pitcheo y tiene 14 clubes, mientras que la Costa de Pacífico aglutina 16 conjuntos y aquí predominan las ofensivas.
Y en Japón también juegan con dos ligas de seis clubes, en la que al final se enfrentan los campeones de cada una para una serie nacional: La Central contra la del Pacífico.
Recientemente hice una división de ocho equipos para cada liga de la LMB, pero ésta se puede ajustar de acuerdo con la geografía para una mejor operación económica y buscando lo más equitativo en cuanto a los equipos que menos presupuesto tienen.
Asimismo, que las dos sean Triple A para no hacer menos a unos equipos en cuanto a su categoría.
Si los Sultanes de Monterrey realmente están preocupados por el desarrollo del pelotero mexicano y de los equipos con problemas económicos, eso queda garantizado con una liga de ocho sin ningún pelotero de doble nacionalidad.
Sin embargo, Monterrey tiene un tremendo roster para jugar sin problema alguno en la liga de los peloteros libres y eventualmente tener un convenio con un equipo del otro circuito.
En este caso la liga de los ocho equipos con jugadores libres mexicoamericanos, sería: Monclova, Laguna, Monterrey, Diablos Rojos, Tijuana, Aguascalientes, Saltillo y Durango.
Los Diablos Rojos jugarían contra equipos del norte porque no tienen ningún problema para las conexiones aéreas, pero además se evitaría que chocaran contra Oaxaca.
SUR… Poner en la misma liga a Tigres de Quintana Roo, Leones de Yucatán y Piratas de Campeche, es un gran atractivo porque se garantiza un circuito de alta calidad y con distancias muy cortas, en el que las tres plazas tienen además una gran rivalidad deportiva.
A esa tremenda competencia hay que sumarles a los campeones Pericos de Puebla, situados también al sur con Oaxaca, Tabasco y Veracruz. León, situado más hacia El Bajío, podría completar la lista de ocho.
Otra opción que no se debe desdeñar es Nuevo Laredo o Laredo, Texas, ésta última plaza con un estadio impresionante y nueva directiva, siempre y cuando no estuviera listo Durango o León.
ROLETAZOS:
*DE ESA manera es como pueden llegar a un arreglo y aquí hay dos cosas muy importantes: reducir el rol de juegos, no con un mini calendario tipo LMP, pero de 113 juegos optimizarlo entre 90 y 96 encuentros para así contrarrestar la situación económica que se prevé muy complicada este 2017.
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