CULIACÁN.— “Los grandes bateadores se conocen a través de una temporada, no de una serie corta”, nos dijo el legendario Beto Ávila, cuando un 4 de febrero de 2001 —en plena Serie del Caribe en Culiacán—, le preguntamos a qué se debió que bateó .133 en la Serie Mundial de 1954 con los Indios de Cleveland.
Con mucha propiedad y rodeado de políticos, como el entonces gobernador Juan S. Millán (en el hotel Lucerna), Ávila argumentó que los peloteros que se caen en postemporada son los que cargan muchas veces a sus equipos hasta esas instancias.
Así vemos hoy el caso de Brian Burgamy (Cañeros), el líder en jonrones y sublíder en producidas, que bateó en la primera ronda de playoffs apenas .143 en seis juegos (de 21-3).
Y hay otros grandes fracasos este año como el del cubano Donell Linares que bateó .133 (de 15-2), siendo que había promediado .438 en sus cuatro juegos de la temporada con los Tomateros, incluyendo 2 jonrones y 4 impulsadas. O Maxwell León que bateó .319 en la campaña y .125 (de 16-2) en la postemporada.
Obviamente, la atmósfera es diferente por más que se nos diga que son simples juegos de pelota.
Hay peloteros que se sienten con mayor responsabilidad y en muchos casos también se les lanza bastante diferente a los “caballos”, aunque en el beisbol mexicano son contados los equipos que hacen scouteo de avanzada como sucede en Grandes Ligas para la postemporada.
Para buena fortuna de Los Mochis, Burgamy aún tiene chance de reivindicarse. Para mala fortuna de Culiacán, Linares y Maxwell ya no.
FILIBUSTEROS… Son muchas las historias que se tejen alrededor de Enrique Rosado, el presidente del Club Piratas de Campeche.
Apenas sí lo he tratado una vez por teléfono. No tengo nada qué decir del presidente del Club Piratas, de quien lo menos que se asegura es que llegó al cargo por “un compromiso político”.
Sin embargo, el tema ahora no es él, sino los filibusteros, que podrían presumir al Novato del Año, MVP y al Lanzador del Año de la Liga Mexicana del Pacífico.
Se trata del cerrador José Manuel López (Mayos), el jardinero Brian Burgamy (Cañeros) y el abridor de los mismos Mayos, Héctor Velázquez.
Aclaro que no voté por López porque simplemente no lo consideramos novato, pero eso no significa que no pueda ganarlo porque las reglas lo permiten.
ROLETAZOS:
* JUAN MANUEL Ley no estuvo presente en el último juego en la historia del estadio General Ángel Flores, ya que viajó a Estados Unidos para un chequeo médico previamente establecido. Ley había estado el sábado en su palco con toda su comitiva, pero nunca disfrutó el juego porque en el primer inning ya perdían 5-0 contra Mexicali.
* Y EN CUANTO a la demolición del estadio Ángel Flores que estaba prevista una semana después de que dejaran de jugar los Tomateros —en este caso el próximo lunes—, nadie quiere informar nada hasta que llegue Juan Manuel Ley, ya que existe una supuesta orden de un juez para frenar el objetivo y metería mucho ruido alguna declaración de alguien de la oficina guinda.
