Apenas así. La redistritación electoral será, por fin, una realidad en Sinaloa. El Partido Revolucionario Institucional postergó durante lustros una necesidad que se argumentó sólidamente, sobre todo por el PRD y el PAN, desde el sexenio de Renato Vega Alvarado (1993-1999), pasando de largo por los periodos de Juan Millán Lizárraga y Jesús Aguilar Padilla. Con Mario López Valdez no fue distinto, a pesar de provenir su gobierno de una coalición que se propuso distinta al viejo sistema.
Las razones de la negativa, negociada a veces con los mismos partidos que la proponían o impuesta con mayorías ruines, es que algunos municipios no podían quedarse sin representación en el congreso local. Se hablaba de Choix, que tiene 23 mil electores, de Cosalá, que cuenta con 11 mil, de San Ignacio, que tiene 16 mil, de Concordia, de Escuinapa…
En realidad solo son cuatro municipios los que cuentan con más de cien mil electores (Ahome, Guasave, Culiacán y Mazatlán) que será más o menos la base para renovar la distritación en términos proporcionales, de acuerdo con el criterio de población.
En términos caseros, ya no habrá diputados que representen a 11 mil electores, como es el caso del de Cosalá, mientras otros representan a 256 mil, como el que corresponde al Distrito XIX, de Mazatlán. He ahí la desproporción que se reclamaba y que nunca se atendió por la sencilla razón de que, quienes tenían el control de la mayoría de los municipios pequeños, era el PRI.
Hubo siempre un argumento anacrónico y hasta mostrenco y es que, según la constitución local, cada municipio debía tener su diputado. Se pudo redistritar bajo los criterios que a nivel nacional se venían imponiendo desde hace lustros, con criterios poblacionales, no territoriales (Oaxaca hubiera tenido un congreso de 570 diputados), pero no se quiso. Los distritos federales, por ejemplo, son más o menos equitativos al respecto.
Para ello había que modificar la constitución local, y para hacerlo se ocupa la mayoría calificada que el PRD y el PAN nunca pudieron juntar. Y entonces, en muchos casos, estos mismos partidos terminaban negociando nueces por cacahuates en las reformas electorales que se hicieron todos estos años, sepultando una y otra vez la redistritación. En el país, solo dos o tres estados están en la misma tesitura, lo cual habla del retraso que tenemos en materia política.
Por lo demás, la existencia de al menos un diputado por municipio no garantizó nunca los beneficios que se suponían, a menos que esto se midiera en bultos de láminas, miserables despensas compravotos o cobijas en la heladas. Por el contrario, cuando a partir de 1995 se dio la alternancia en algunos municipios, los diputados de los municipios pequeños, casi siempre del mismo partido del que ganaba la presidencia municipal, solo sirvieron para tapar los desórdenes administrativos y el saqueo de recursos públicos que ello propiciaba. Y, más aún, para negociar la revisión de unas cuentas públicas por otras. Yo te apruebo El Fuerte y tú me apruebas Navolato.
¿Ha sido mejor la administración de los municipios de El Fuerte, Navolato, Sinaloa, porque tienen un diputado cada uno? ¿Quiénes son los más feroces defensores de las cuentas públicas a la hora de su revisión? Los diputados de sus propios municipios… aunque las cuentas sean un cagadero.
La distribución actual de los distritos electorales es rancia y obsoleta y solo aquellos a los que sirvió durante décadas se oponen a que sea modificada. Cuando los distritos se establezcan de acuerdo a franjas de población, los diputados que de ahí emanen representarán a los municipios que sean parte de esos territorios electorales. Y deberán responder a su interés. Si lo hacen o no, ya será responsabilidad de cada legislador. Y de los electores por haberlos elegido.
Bola y cadena
LA ORDEN TUVO QUE VENIR DEL CENTRO. Y tanto que nos quejamos del centralismo. Una de las facultades del Instituto Nacional Electoral, con las reformas de mayo del año pasado, es ajustar la distritación federal y redistritar en los estados con criterios poblacionales. Hay una bondad adicional en esto. El acuerdo para redistritar no está sujeto a negociación de ningún tipo, en lo fundamental. Se aplicarán modelos matemáticos para conformar los territorios. Y todo estará coordinado por el INE en colaboración con el Consejo Estatal Electoral de la entidad. Ojalá que, con la aviada, se retomen temas que tienen que ver también con nuestra pobre democracia y que hasta ahora siguen enlatados en iniciativas que ni siquiera se leen en los cubículos: la homologación de los procesos electorales, uno de ellos.
Sentido contrario
MIENTRAS ME SIRVA LO MANTENDRÉ en el cargo, dice el gobernador cuando le preguntan si Jesús Antonio seguirá al frente de la Policía Ministerial. Nadie le ha dicho a Malova que el problema ya no es estrictamente policiaco.
Humo negro
TENDRÍAMOS QUE SER MUY CÁNDIDOS para suponer que el despido de Carmen Aristegui de MVS es solo un asunto laboral, un desacuerdo entre la empresa y la periodista. Y que es solo casualidad que apenas se dio el cambio de jefe de prensa de la presidencia, se operó el manotazo contra una de las voces más críticas del país, que había destapado una corrupta operación financiera que terminó embarrando a la pareja presidencial. Malo para un gobierno desprestigiado aquí y en todo el mundo a partir de los hechos de Iguala, Guerrero. Haya sido o no una decisión orquestada desde Los Pinos, la percepción que queda y es la que cuenta en todo caso, es que Aristegui ha sido víctima del poder. Y de la torpeza.
