Echeverría tiene padrino y no habrá castigo

Es una buena noticia pero, considerando la magnitud de sus faltas, muy insuficiente todavía. El jueves pasado, la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas (STyRC) del gobierno estatal anunció sanciones para algunos funcionarios, entre los que destacan los ex secretarios de Finanzas y de Obras Públicas, Armando Villarreal y José Luis Sevilla. Así navegará el gobernador administrando la exigencia de la sociedad para que las trapacerías cometidas por el gobierno anterior sean castigadas.

Porque estamos hablando de eso, de que está administrando las auditorías y resoluciones, poniendo en resguardo sus querencias y compromisos.

Quirino Ordaz Coppel, no hay que olvidarlo, estuvo antes que ellos en el mismo lugar y fue él, en su calidad de secretario de Administración, quien entregó el gobierno a Mario López Valdez y a quienes ahora tiene en el banquillo, empezando por Villarreal.

Por eso no irá más allá, salvo que, junto con Malova, acuerde un “chivo expiatorio” que salve a uno de las críticas por estarlos encubriendo y al otro de la guadaña política que significa ser inhabilitado para estar en el servicio público, por lo menos, porque más de alguno debiera estar en la cárcel.

Hay una figura del sexenio anterior que sería ideal para una jugada palaciega de esa tesitura: el doctor Ernesto Echeverría Aispuro, ex secretario de Salud. La propia administración de Quirino dijo que la secretaría donde encontraron más desorden fue la de Salud. Y ya las auditorías estatales y federales arrojaron anomalías en contratos, compras, nómina… Hay una danza de números tal que lo único que se sabe a ciencia cierta es que de ahí se saquearon recursos de una forma descarada, sin medida. Todo, se supone, con la anuencia o la vista gorda —que no es más que otra forma de complicidad— del gobernador.

El problema aquí es que Echeverría no está solo. No llegó únicamente por sus méritos a la secretaría —de hecho ya había sido dado de baja del mismo cargo durante la administración de Jesús Aguilar Padilla—, sino porque tuvo el apoyo de un diario local, El Debate, cuyos propietarios incursionaron desde hace años en otros giros empresariales —la salud es uno de ellos, a través de sus laboratorios Mi Salud— que han hecho crecer gracias a su influencia en las administraciones municipales y en los gobiernos del estado, desde donde sacan contratos ventajosos y no necesariamente logrados conforme a los formatos legales.

Por esa razón Echeverría estaría en calidad de intocable y más ahora después de ese abrazo público entre el gobernador y Javier Salido, director general de la casa editorial, justo cuando el diario Noroeste acababa de publicar un reportaje donde documenta cómo Echeverría favoreció con contratos millonarios, en adjudicación directa, a empresas de la familia Salido, sobre todo de salud y de la construcción.

Cuando la gente de su equipo le preguntó al gobernador cómo había estado eso, la invitación, la entrevista, la plática con el director de El Debate, solo atinó a decir que hacía mucho que ese encuentro estaba planeado. Pudo ser así —no lo creo— pero en todo caso el mensaje que el gobernador mandó con ese abrazo fue de protección a corruptelas que se estaban denunciando con papeles en la mano.

Y en la misma red de trácalas estuvo el entonces jefe de la Unidad de Transparencia y ahora diputado local por el PAN, Juan Pablo Yamuni, quien dijo, al ser entrevistado sobre este caso, que no se había percatado de los contratos que Salud hizo con las empresas de los Salido. Y claro que no podía darse cuenta por la sencilla razón de que Javier Salido es su compadre. Razón por la cual se dijo siempre que este mochitense fue otra de las cuotas que Malova pagó a la empresa editorial por el apoyo que le brindó durante la campaña. Y así, estas empresas tenían a alguien que les otorgaba contratos leoninos y al mismo tiempo otro que les cuidara las espaldas.

 

Bola y cadena

POR ESTA RAZÓN OTRO QUE DEBE ser juzgado por estos atracos es Juan Pablo Yamuni, por complicidad, por omisión y encubrimiento y lo que resulte, dijera doña Julia. Es diputado y tiene fuero. Y es precisamente por estas razones que el fuero debe desaparecer, porque muchos políticos luego de saquear recursos públicos buscan un cargo de elección popular para evadir la justicia.

Sentido contrario

LA MUERTE RONDA EN LOS BARES. La frase es muy lapidaria, críptica, pero no tiene desperdicio. Ahí están los hechos y nadie puede afirmar que “son aislados” o que “siempre ocurren”, como dijo el presidente de Canainpesca al referirse al asalto de barcos para robarles las toneladas de camarón que han capturado. ¿Y la prevención? ¿Dónde están los operativos contra las armas? ¿Dónde la policía y los militares? ¿Y la investigación? ¿Quién mató a la joven en ese mismo bar hace un mes? ¿A quién se está protegiendo?

Humo negro

EL PRÓXIMO MIÉRCOLES SE CUMPLEN seis meses del asesinato de Javier Valdez Cárdenas y de las autoridades solo escuchamos generalidades, evasivas, lamentaciones fingidas, promesas de justicia. Seguiremos exigiendo que se aclare y castigue el crimen; que paguen por ello los autores materiales y quienes lo ordenaron. Ni más, ni menos.

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