¿Serenidad y paciencia?

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Con el mayor sigilo mantuvo la administración de Quirino Ordaz el seguimiento de las auditorías a los colaboradores de Mario López Valdez —se excluye al exgobernador, porque en ningún caso parece llegar a su nivel. Ni una filtración, ni un estruendo o escándalo previo. Tampoco bravuconadas, todo institucional y austero.

A diferencia de lo que ha venido ocurriendo en otras entidades emproblemadas con las administraciones salientes, Quirino Ordaz mantiene la serenidad en el tema, y hasta pareciera que no lleva prisa. Eso puede llevar también a una lectura incorrecta de lo que ocurre. O no está realmente comprometido con llegar al fondo en las investigaciones y está jugando con el factor tiempo para mantener a raya al grupo político en derrota y desgracia; o por el contrario, va sereno y paciente para que todo se mantenga sustentado y firme. No hay seguridad ni de una ni de otra posibilidad, en cualquier caso saberlo será un asunto de fe, que responderá el tiempo.

Tampoco es que se trate de una gran sorpresa el informe de la Secretaria de Transparencia y Rendición de Cuentas, Guadalupe Yan Rubio, porque como se demuestra en un trabajo de Miriam Ramírez en este número de Ríodoce, casi la totalidad de los señalamientos eran temas públicos, periodísticamente tratados desde 2001 a 2017. Durante estos años, todas las irregularidades detectadas por la administración de Ordaz Coppel se fueron revelando puntualmente a la administración de López Valdez en publicaciones periódicas, y también en los informes y cuentas de la Auditoría Superior del Estado, tanto en tiempos de Marco Antonio Fox Cruz y hasta de Antonio Vega Gaxiola.

En todos los casos de los exgobernadores en fuga o detenidos, existe el arribo al poder de un partido político o coalición distinta a la que estuvo en el gobierno. Aunque es el caso también de Sinaloa donde regresó el PRI después de seis años de pausa, no calza a exactitud la explicación, porque en Sinaloa los seis años de Malova no dejó de gobernar el PRI, en todo caso un grupo distinto pero que nunca quiso alejarse del tricolor. Esa sería la primera dificultad política, y no técnica, para el avance en las investigaciones que lleva Quirino Ordaz en el poder ejecutivo, la Fiscalía por otro parte, y las auditorías estatal y federal por el suyo. Todas estas, sin embargo, solo se resolverán en la medida y los términos que el propio Quirino Ordaz decida. Nadie, ni la fiscalía estatal, ni la Auditoría y menos la Secretaría de Transparencia, harán nada sin su anuencia o desaprobación.

 

Margen de error

(El juego) El gobierno de Quirino Ordaz deberá seguir una ruta crítica en este asunto, con un sinfín de aristas. Procesar a cualquier funcionario público en este país es tan difícil como encontrar una aguja en un pajar. Los casos de escándalo de Javier Duarte y los otros secuaces conocidos son de escándalo, pero el desorden financiero de otras administraciones en México, entre ellas por supuesto Sinaloa, es igualmente un descontrol completo, y nadie hace nada.

Al país le urge una demostración de congruencia. La noticia mundial del lío judicial en que se encuentra el expresidente brasileño Lula da Silva, no hace más que recordarnos nuestro propio lodazal. A Lula lo condenaron a nueve años de prisión por un asunto similar al del Presidente Enrique Peña, una contratista que le construye una casa al presidente. La diferencia es que Lula está metido en una investigación profunda, fue llevado al tribunal y condenado, y Peña Nieto tan campante inventó toda una artimaña financiera del dinero que se uso para construir la Casa Blanca.

 

Mirilla

(Sentido contrario) La mala señal de lo que hasta ahora lleva integrado el gobierno estatal sobre la actuación de sus predecesores, es que aun no llega a los negocios grandes. Sigue aun en las ramitas.

Descubrir la maraña de dinero que entra y sale, que cambia de cuentas, que se usa para una cosa distinta que la etiquetada, es un tema de minuciosos expertos. De pacientes investigadores.

Al final aplica el viejo dicho: el dinero y el amor es lo más difícil de ocultar.

 

Primera cita

(Prueba dos) El siguiente escollo a vencer será la cuenta pública del segundo semestre de 2016 de Mario López Valdez –y de los Alcaldes, porque muchos de ellos están serenitos esperando que todo se enfoque en el gobierno estatal, pero podrían estar tanto o más embarrados como el exjefe estatal-. De lo que suceda con ella, de los hallazgos de la Auditoría Superior del Estado y de la postura de los legisladores de todos los partidos, dependerá mucho el avance o retroceso en la rendición de cuentas.

No será sencillo, la clase política en general tiende a protegerse. Se enconcha. Cuando se conocen las grandes revelaciones de lo que sucede es siempre porque el poder cambia de manos.

 

Deatrasalante

(2) Son dos meses ya. Son 60 días del asesinato de Javier Valdez Cárdenas. Muchos homenajes, reconocimientos, lamentaciones, movilizaciones, reprimendas, exigencias…pero de los asesinos, nada.

La construcción de confianza parte de que una autoridad que da certidumbre de su actuación siempre. No unas veces sí, y otras no. Tampoco cuando actúa con algunos sí, y con otros no. Van 60 días. Dos meses ya (PUNTO)

 

 

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