La Marina persigue a Caro pacientemente

 

Testimonios de pobladores de la sierra de Badiraguato, en comunidades en torno a La Noria, refieren una nueva incursión de fuerzas federales a la caza de Rafael Caro Quintero, el capo prófugo a pesar de su legal liberación el 9 de agosto de 2013.

De acuerdo a testigos, la semana pasada elementos de la Marina Armada de México peinaron una amplia zona de Babunica, Las Juntas, El Barrio de Guanajuato, todas en la ruta de Caro hacia su natal La Noria.

Cuatro años y medio después de su liberación por un juez federal basándose en un tecnicismo, el gobierno federal no ceja en la búsqueda de Rafael Caro. Solo que en la persecución termina por arrasar con todo.

En agosto de 2015, la Marina Armada emprendió la primera gran operación para su captura. Durante varios días previos a la llegada de personal a la zona, los vecinos estuvieron escuchando desde el cielo sonidos extraños, después comprenderían que se trataba de los drones que mapeaban cada pueblo y los movimientos de los pobladores.

Para la segunda semana de agosto de 2015, helicópteros black hawk aterrizaron en El Barrio de Guanajuato, un poblado contiguo al famoso Santiago de los Caballeros, estaban tras la pista de la presencia de Caro. Catearon viviendas en ese y otros pueblos cercanos, donde la mitad de los habitantes se apellida Caro o Quintero, aunque en su gran mayoría nunca lo han visto en persona.

Los testimonios de los pobladores aquel agosto de 2015, son muy parecidos a los de ahora: la Marina Armada intenta obtener testimonios de los pobladores de que Rafael Caro visita estas comunidades, las recorre o pernocta en ellas.

Los primeros extrañados en las últimas lluvias de 2015 fueron los mismos pobladores de la sierra de Badiraguato, porque pensaban que la incursión de la Marina correspondía a la búsqueda de Joaquín Guzmán, por aquel entonces recién fugado por segunda ocasión de un penal de máxima seguridad. Pero no, los mismos Marinos a cargo de la operación se encargaron de asegurar en los interrogatorios que querían información sobre Caro Quintero. Ahora también, a quienes han brindado su testimonio sobre la incursión de la Marina Armada, refieren que el objetivo es Caro Quintero, quien pasó 28 años en prisión acusado del asesinato del agente de la Agencia Antidrogas Americana, la DEA, Enrique Camarena, ocurrido en febrero de 1985.

Acostumbrados en la sierra de Badiraguato a la presencia del Ejército, la Marina, o de grupos armados en disputa eterna por territorios para la siembra o rutas para el trasiego, la información fluye lento. Aun así, la nueva incursión de la Marina en estos primeros días de marzo —como aquella de agosto de 2015— está acompañada de las quejas por el actuar de los efectivos federales.

Margen de error
(Entrevista) La última vez que se supo algo certero de Rafael Caro fue en julio de 2016, cuando se concertó una entrevista con la periodista Anabel Hernández que publicó la revista Proceso. Caro hablaba en medio de una disputa intestina de los hermanos Beltrán Leyva contra la familia Guzmán. Si unos y otros que alguna vez conoció mantenían una guerra que cumple 10 años, Rafael Caro se deslindaba de tomar partido con cualquiera de ellos. Más aun, decía que era un hombre retirado que luchaba por defenderse legalmente de las acusaciones que todavía pesan en su contra.

Después, Caro Quintero siguió con ese perfil bajo, huyendo de estridencias o escándalos de cualquier tipo, perfecto para un prófugo. Pero aunque mantenga silencio, es claro que ni Estados Unidos tiene el más mínimo interés de olvidarse de él, ni el gobierno mexicano tampoco, al menos para quedar bien con los gringos seguirá la búsqueda o aparentando que lo busca.

Mirilla
(Espectáculos) La nueva arena de los conciertos artísticos en Sinaloa es la explanada de gobierno. Si Caifanes causó extrañeza al ser el grupo encargado de abrir la temporada Primavera del Festival Cultural, con la Banda MS ya solo fue sorpresa. Pero el anuncio del concierto de Luis Fonsi, un cantante puertorriqueño con un éxito global por la pegajosa canción de Despacito, es la confirmación de que ningún sector de Culiacán podrá negar que tuvo concierto gratuito según sus preferencias musicales.
Si sigue así el gobierno de Quirino Ordaz, terminarán por quejarse los empresarios del espectáculo que les está ganando a todas las luminarias.

Primera cita
(Alianzas) El PRI está en una batalla por mantener al Verde en su alianza y el Verde se vende caro. No quiere el PRI desprenderse de unos votos que a veces le han dado el triunfo en elecciones apretadas —Estado de México, la más reciente, y Mazatlán en la elección de diputado federal del ahora gobernador Quirino Ordaz—. Parecería una minucia ese 3 por ciento de votos por los que ronda el Verde en Sinaloa, pero llegado el momento de un resultado apretado, sacan avante a cualquiera.

El PAN también tiene sus propios problemas para la alianza, aunque diferentes a los del PRI: una rebelión interna desestabiliza la tan anunciada coalición con el Partido Sinaloense, que en la elección pasada le arrebató el lugar de segunda fuerza. Melesio Cuen, más que el PAS, tiene desde hace años un ala detractora entre los panistas y no será fácil tranquilizarlos.

Una y otra coalición no están amarradas al 100 por ciento. Las negociaciones siguen, la disputa por las candidaturas los lleva a posiciones encontradas y a un desgaste no solo interno, sino con los ciudadanos, porque los exhibe con sus miserias (PUNTO)

Columna publicada el 11 de marzo de 2018 en la edición 789 del semanario Ríodoce.

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