Carencias y bajos salarios, los motivos de la protesta de 500 trabajadores del Pediátrico

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Karla sostiene una pancarta en sus manos. Es enfermera suplente en el Hospital Pediátrico de Sinaloa (HPS) desde hace casi cinco años y exige que le paguen su quincena. Tuvo más de 20 turnos como suplente y señala haberse roto el lomo para ganarse el peso.

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Su pancarta es color rosa fosforescente y dice “basta de abusos contra personal suplente”. La coloca por un momento bajo su brazo izquierdo, hace una señal con su mano derecha y cuestiona:

“¿Se te hace justo que aparte de que una gane así de poquito se tarden para que te paguen?”.

Su situación es similar a la de más de 500 trabajadores del nosocomio, y por ello, salieron a manifestarse. La mañana del martes 22 de enero la avenida Constitución fue cerrada al tráfico vehicular a la altura de la calle Vicente Riva Palacio.

Ese mismo día por la noche el adeudo quedó finiquitado. Se pagaron cerca de 2 millones 300 mil pesos a 534 trabajadores, según explicó la directora del HPS, Estela Robledo Conde. Señaló que el retraso se debió a fallas administrativas.

“Hubo un retraso por parte del sistema administrativo. Como ustedes conocen, pues hace una semana se autorizó el presupuesto y eso nos conlleva a otro tipo de trámites administrativos y con eso se retrasó la quincena”.

En su explicación a reporteros, la directora del Pediátrico agradeció la disposición del equipo médico de laborar a pesar del retraso en el pago de la quincena. Pidió disculpas y se comprometió a que no volverá a suceder.

Sin embargo, no es eso lo que ofende a los trabajadores afectados. Es el salario precario que perciben, las horas extenuantes de labor y la ausencia de prestaciones básicas como las médicas.

“No, no es nada más que nos paguen así de poquito y que aparte se tarden. Es más bien que no tenemos derecho a nada, una no se puede enfermar y menos faltar a trabajar. Tenemos que estar atentas para ver si sale una suplencia y venir a trabajar”.

Y en algunos casos la situación fue más extrema. Señala que hubo trabajadores que no se les paga desde el 25 de diciembre y que el aguinaldo se los dieron “mocho” o en partes, y de ello, nadie les da explicación, no ha habido quién les rinda cuentas.

El HPS tiene 108 camas de las cuales 83 son censables (ocho de 26 habilitadas de uso exclusivo de oncología) y 25 no censables (siete en urgencias, ocho en terapia intensiva y 10 en oncología).

La ocupación hospitalaria mantiene una media del 92.3 por ciento (el ideal, según datos del mismo HPS, es del 85 por ciento) y llega a brindar más de mil 700 atenciones hospitalarias de manera semestral, según el indicador de 2017.

Ese mismo 2017, el nosocomio pasó a ser parte de los Servicios de la Salud de Sinaloa y desde finales de año los problemas de escasez han ido acrecentándose, según versiones de trabajadores y usuarios del HPS

En enero de 2018, el gobierno de Quirino Ordaz Coppel hubo de “inyectar” recursos extraordinarios por 7.5 millones de pesos al hospital para su funcionamiento. Pero un lugar como el Pediátrico no funciona sólo con equipo y medicinas.

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Ante esas cifras se requiere un equipo médico amplio. Karla es una de los más de 500 trabajadores en situación precaria en el nosocomio. Dobla turnos. O como lo explica ella, paga para trabajar.

“Casi casi paga una para trabajar, muchacho. Metes más de 20 turnos para que te paguen si acaso 2 mil 300 pesos en la quincena porque te descuentan de los impuestos”.

El comprobante del pago de sus honorarios no existe. Apenas si firman una hoja donde viene su nombre, puesto, horas y/o turnos trabajados y el monto a pagar, ya sea mediante un depósito bancario o un cheque.

“Entre más trabajamos más se nos descuenta, imagino que es una cuestión de impuestos pero pues mientras no nos digan o expliquen, pues no vamos a saber”, cuestiona una compañera de Karla.

Explican que el turno se paga entre 230 y 260 pesos, y para alcanzar un salario de casi 6 mil pesos mensuales tienen que laborar hasta 25 de ellos.

“Y eso si bien te va, eh. Porque hay casos que no alcanzan a meter tantos turnos y ganan bien poquito, si acaso los 3 mil pesos en un mes. Imagínate nomás, saca cuentas”, señala Karla.

Luego del pago de la quincena la preocupación se mantiene. Trabajadores señalan que el hospital no tiene un administrador desde diciembre, y el problema de la falta de pago no es novedad.

Esta versión es diferente a la que la directora del Hospital Pediátrico dio a reporteros el martes 22. Explicó que sucedió por una cuestión administrativa, insistió en eso: “en realidad no es una conducta habitual esto aquí en el hospital, digo, escapó por una situación administrativa. Los trámites administrativos llevan un tiempo y es por eso que tuvimos esta situación”.

Sin embargo la historia la contradice. La mañana del 17 de octubre del año pasado, trabajadores suplentes tuvieron que salir a las calles con sus pancartas a exigir el pago de su quincena. Y junto a ellos, los de base y eventuales.

Pero al margen del retraso en el pago, lo que ofende sobre todo a las enfermeras, es el salario raquítico. Así es el razonamiento de Karla. Y a cinco años de que iniciara como suplente en el HPS, reflexiona su situación.

“Trabajar en un área tan sensible y ganar apenas para venir a trabajar la hace a una desanimarse a veces, pero pues es nuestro trabajo y los niños no tienen la culpa”.

Articulo publicado el 27 de enero de 2019 en la edición 835 del semanario Ríodoce.

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