Aprender del 68

pobreza

El reto: una revolución cultural que cambie el rumbo

Desde mediados de agosto de este año y hasta el pasado 2 de octubre, se desarrollaron en el país una gran cantidad de eventos dedicados a conmemorar la horrenda matanza de Tlatelolco de aquella fecha del año 1968.

Una extensa e intensa narrativa se desplazó de manera oral, escrita, y también una amplia difusión de videos que expusieron las desgarradoras imágenes del infausto acontecimiento que cimbró y enlutó a los mexicanos.

Todo esto es importante que ocurra para que los responsables, de los cuales aún viven algunos, sepan y sufran el repudio de la sociedad. Pero lo más importante es, para que este tipo de hechos no vuelvan a suceder jamás.

Como ciudadanos nos debe alertar, pero también hacer lo humanamente posible para mirar hacia derroteros más progresistas que nos permitan una vida más civilizada y segura.

No podemos permitir seguir aceptando que hemos de vivir con la zozobra de la violencia. Nos hemos acostumbrado a estar rodeados de policías, soldados, y por desgracia ahora no lo podemos evitar, de sicarios y gente armada que por todas partes nos imponen las mafias, tanto oficiales como extra oficiales. Esto nos remite a un estado de barbarie, y nos ubica como un país atrasado.

No está de más repetir que la educación, la cultura y el deporte nos pueden salvar. Sobre este punto, expertos estudiosos has expuesto importantes métodos en muchas ocasiones y en diversos escenarios, sin embargo, poco es lo que se ha avanzado, digo esto porque lo que sí se nota, es la corrupción. Entonces hemos de preguntarnos: ¿qué nos hace falta para lograr resultados más favorables? Sin duda una revisión amplia y profunda de qué hemos de eliminar y qué hemos de aportar.

Los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón convocaron a la sociedad para que aportara ideas que pudieran desarrollarse a favor de la nación, sin embargo, todo quedó en intento porque aquello no prosperó. Y es que nada puede florecer si no se pone atención.

Ahora, de nueva cuenta, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, en compañía de elementos clave de su gabinete, también está desarrollando los llamados Foro Escucha, el objetivo principal es la búsqueda de la verdad y la justicia; están participando invitados especiales, pero también todas aquellas personas que se interesen en hacer aportes que ayuden a reconstruir  la nave llamada México, misma que se encuentra destartalada y a punto de irse a un barranco.

Las ideas que se han venido dando, sin duda, deben ser muy importantes, y sobre todo, esperanzadoras. Pero eso no debe quedar ahí, en sólo una exposición, sino que los encargados del nuevo gobierno deben responsabilizarse y hacer que la nave sea reparada. ¿Qué urge?

Así nomás a vuelo de pájaro, es urgente:

1.- Reforma educativa. La educación en todas sus facetas es base importante para el desarrollo de los pueblos; pero las estadísticas nos ubican como una de las naciones más atrasadas en este renglón. Nuestro nivel cultural nos lo refuta a cada instante, nomás hay que escuchar nuestra radio, las televisoras, incluso el cine; damos pena.

2.- Reforma legal. El 93 por ciento de impunidad, es una exportación al mundo que asusta. Ni los países más atrasados de la tierra llegan a tanto.

3.- Reforma petrolera. Nadie podría creer que siendo México uno de los países con más yacimientos de crudo, tenga que importar gasolina, y que la producida por nuestras paupérrimas refinerías, por su atraso tecnológico, se nos venda a precio tan alto. Es un abuso.

4.- Reforma agrícola. Los coyotes, entre los que hay muchos políticos, son una lacra compuesta por ladrones, que se encargan de encarecer las semillas como el maíz, pagando precios de hambre al agricultor. Los sistemas de riego, donde los hay, es más, mucho más, el agua que desperdician que la que utilizan.

5.- Reforma fiscal. Es claro el contubernio entre políticos y potentados de las grandes empresas, que juntos esquilman a la nación porque no pagan los impuestos debidamente. Los grandes consorcios crecen como pulpos, para endurecer los mercados a favor de monopolios que aglutinan los capitales en unas cuantas manos.

6.- Reforma obrero patronal. Es criminal que el gobierno otorgue todo el poder a los empresarios para que exploten a los trabajadores; muchos son los que no cumplen con las prestaciones debidamente, y lejano está el día que atiendan a sus explotados para que se superen. Incongruencia total, porque así dañan al pueblo y también el avance de la nación.

7.- La Reforma más importante, es la que deben tener nuestros gobernantes en su cerebro. El atraso que vivimos es producto de la falta de capacidad para imaginar y crear mejores ideas que sean congruentes con el potencial de recursos, tanto humanos como naturales de nuestro México.

Sin duda son muchos más los reclamos, porque la llamada “guerra contra el narco” sigue día a día con su caudal de muertos. Este es un asunto que tiene muchas aristas, pero por lo espinoso que suele ser, hasta ahora no han tomado medidas que verdaderamente funcionen. Una revolución cultural, aunque a largo plazo, sería la más eficaz, pero al parecer los políticos es a lo que más miedo le tienen. Les aterra considerar que el populo piense, saben que sería un arma mortal contra la corrupción en todas sus modalidades.

Un breve análisis al estilo de nuestro inolvidable Javier Valdez Cárdenas: “Que chingón sería que los políticos que están por tomar el timón de esta destartalada máquina, en verdad cambien el rumbo. Deben hacerlo, de lo contrario, seguiremos viviendo de la chingada.”

Se cumplen ya 17 meses de la muerte de nuestro compañero y amigo Javier, y los señores encargados de hacer justicia, es hora que no informan quién ordenó su asesinato. Tenemos confianza en que el gobierno federal que está por tomar las riendas, sí pueda lograrlo. Por el bien de todos, así sea.

*Escritor de la novela La agonía del caimán.

Artículo publicado el 14 de octubre de 2018 en la edición 820 del semanario Ríodoce.

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