Abandona Gobierno a su suerte a pobladores y salen despavoridos de Santa Lucía

En Santa Lucía con su iglesia y sus centros educativos y de salud médica, donde impera el silencio del cementerio, los perros aúllan por el abandono de sus amos, presagiando el triste futuro  de convertirse en otro pueblo fantasma.

En este pueblo serrano, había 200 familias, ahora quedan siete, las campanas de la iglesia enmudecieron, en los jardines de niños y las escuelas no existe el bullicio de los escolapios, y los dos médicos ya pusieron tierra de por medio.

Mientras que un grupo delictivo aterroriza a los pobladores y saquea las despensas de Diconsa y otras tiendas de abarrotes aledañas, las autoridades estatales federales y municipales abandonan a su suerte a los ciudadanos indefensos, que despavoridos abandonan el pueblo.

El presidente municipal de Concordia, Felipe Garzón López, va a pasar al basurero de la historia por la respuesta que les dio a los habitantes de Santa Lucía, cuando fueron a suplicarle que les brindara seguridad pública, ante las embestidas del grupo delictivo que saqueó la tienda ubicada en la calle principal.

“Yo lo único que puedo hacer por ustedes es mandarles camionetas para que ante la violencia abandonen Santa Lucía”, habría dicho Felipe Garzón López.

Los ciudadanos relatan que son un grupo armado integrado aproximadamente por 40 hombres, camuflados en los cerros que reverdecen, asaltan y saquean las despensas de las tiendas, como lo hicieron el 12 de septiembre pasado.

“Si quisiera el Gobierno, pusiera aquí militares y con rondines en la noche, ayudados con los mentados drones, sacaran a los delincuentes de sus guaridas, pero no lo hacen y los del gobierno vienen en el día, después de atole, cuando los delincuentes ya huyeron, pero regresan a saquearnos”, critican.

Y los habitantes de Santa Lucía, tienen toda la razón, pues la madrugada del jueves 21 de septiembre, efectivamente, el grupo delictivo que está empecinado en tener cerca la despensa gratis y las viviendas sin pagar renta, volvieron y arrasaron con la despensa que albergaba la tienda Diconsa.

La Tienda Diconsa tenía la canasta básica de septiembre, como aceite vegetal comestible, avena, atún en aceite, arroz envasado, chocolate en polvo, frijol pinto, galletas, harina de trigo, azúcar envasada, pasta para sopa, chiles enlatados enteros y café soluble en frasco, entre otras mercancías.

Los damnificados comentaron que también llegaron a la tienda de abarrotes que se encuentra en la parte baja de Santa Lucía, donde también habrían intentado llevarse mercancías para completar el flete del mes de septiembre.

Cuentan que cuando elementos del ejército llegaron a Santa Lucía, los soldados hicieron recorridos, pero infructuosos, porque lo que se necesita es una vigilancia permanente del Ejército, para evitar que los hombres armados regresen.

Pero la petición anterior es como un sueño irrealizable, pues, cuando uno de los pobladores preguntó a un elemento del Ejército sobre qué opciones estaban dejando a la población civil ante el azote del grupo delictivo, el interpelado respondió que la mejor opción es que abandonaran inmediatamente el pueblo.

“Abandonen el pueblo es lo mejor para ustedes”, habría dicho el elemento de las fuerzas federales.

Si a lo anterior se suman los dichos del secretario General de Gobierno, Gonzalo Gómez Flores, quien como si hubiera descubierto el hilo negro en la zona serrana, declaró que la siembra de droga es la causa de violencia e inseguridad en Concordia, y que el grupo delictivo trata de quedarse con tierras originando desplazamientos, la ley de la jungla izará banderas.