Grupos del movimiento anticapitalismo Black Bloc se enfrentaron con la policía hoy, luego de la detención la noche previa de 114 personas, durante protestas contra la cumbre del G20 en Hamburgo, tras dos días de actos de violencia que empañaron la reunión.

De acuerdo a las agencuas AFP y AP, fueron más de 50 mil personas las que se congregaron para una manifestación contra la cumbre del G20 en la ciudad portuaria. Y unas 120 personas, algunas enmascaradas, patearon a los agentes de policía y los atacaron con astas de banderas antes de huir.

La policía usó carros lanzagua contra los manifestantes, pero para las 15:30 GMT ya se habían retirado casi todos. El centro de la ciudad estaba cerrado tras una noche de disturbios, en la que manifestantes saquearon tiendas, quemaron vehículos y arrojaron objetos.

Anoche, los manifestantes colocaron barricadas, saquearon supermercados y atacaron a la policía con hondas y bombas de gasolina.

La policía informó que los disturbios fueron extremadamente violentos en las primeras horas del sábado en el barrio de Schanzenviertel, a pocos cientos de metros de la sede de la cumbre. Cientos de agentes entraron en los edificios para detener a los alborotadores mientras eran atacados con barras de hierro y cocteles molotov arrojados desde los tejados. Trece manifestantes fueron arrestados.

Unas 500 personas saquearon tiendas y un supermercado en el barrio. Incendiaron coches y con botes de basura y bicicletas encendieron hogueras en algunas calles a manera de barricadas.

La policía arrestó a 114 personas, y 89 activistas fueron detenidos por breve tiempo. Más de 200 agentes sufrieron heridas desde el comienzo de las protestas el jueves por la noche.

Los líderes mundiales se reunieron este sábado en el segundo día de la cumbre para abordar temas como el terrorismo, el cambio climático y el comercio.

Con su decisión de tener la cumbre en el centro de Hamburgo, que tiene una larga tradición de manifestaciones de extrema izquierda, la canciller alemana Angela Merkel, quien en septiembre compite por un cuarto período en el cargo, quería resaltar su compromiso con la libertad de expresión.

Merkel, quien se reunió tras la cumbre con jefes de la policía y de las fuerzas de seguridad para agradecerles su trabajo, condenó la violencia pero resaltó que la mayoría fueron reclamaciones pacíficas y legítimas.

“Condeno en los términos más firmes la violencia extrema”, dijo la canciller al cierre de la cumbre, en la que quedaron expuestas las diferencias entre Estados Unidos y el resto del G20 en materia de cambio climático.

La mayoría de los manifestantes se movilizaron pacíficamente para reclamar medidas inmediatas contra el cambio climático y soluciones a la crisis de la migración. Pero varios miles, algunos de ellos extranjeros, generaron el caos en la ciudad al enfrentar a la policía por segundo día, expresar su furia contra el capitalismo y la globalización y exigir la apertura de las fronteras europeas para todos los refugiados.

Su furia no apunta hacia los gobernantes sino hacia la policía como símbolo de la autoridad.

Uno de los dirigentes de una protesta de extrema izquierda tomó distancia de los disturbios en Schanzenviertel.

“Tenemos la impresión que… cierta militancia ha salido a las calles, para ellos es como una droga”, dijo Andreas Blechschmidt, del centro Rote Flora, a la radio pública NDR. “Nos parece política y esencialmente equivocado”.

El sábado por la mañana, cuadrillas municipales salieron a recoger escombros y los restos de las barricadas de la vísperas, mientras que en otras partes de Hamburgo, manifestantes pacíficos con globos rojos bailaban en la calle al son de música en vivo.

Activistas del grupo ambientalista Greenpeace escalaron un puentte para colgar una pancarta con la leyenda “G-20: Acaben con el Carbón”.