El descubrimiento de un cuerpo en un bosque, que se sospecha pertenece a un menor palestino secuestrado en la calle, desató este miércoles enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí en Shuafat, un suburbio árabe en Jerusalén. Foto Reuters
Jerusalén. Varios cientos de palestinos se enfrentaron este miércoles a la policía israelí, según las fuerzas de seguridad, tras las noticias del secuestro de un menor árabe y el posterior hallazgo de un cadáver en un bosque de Jerusalén.
El menor Mohamed Abu Khder, de 16 años, fue raptado por desconocidos que viajaban en un automóvil cuando transitaba por una calle del distrito de Shuafat, en Jerusalén ocupada, y sus presuntos restos aparecieron este miércoles en un bosque.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó el miércoles a las autoridades a investigar rápidamente el “reprobable asesinato” y pidió a ambas partes “que no se tomen la justicia por su mano”, mientras el presidente palestino, Mahmud Abbas, pidió a Israel que dé pasos concretos ante el asesinato.
“Las circunstancias que rodean el caso serán investigadas”, se comprometió Netanyahu al tiempo que violentos enfrentamientos estallaron en el campo de refugiados de Shuafat entre jóvenes palestinos, que lanzaron piedras y cócteles molotov, y policías israelíes que respondieron con balas de goma. Un fotógrafo asegura haber visto a más de 30 palestinos heridos.
Elevan nivel de alerta
Testigos señalan que el menor palestino fue “forzado a entrar en un vehículo”, refirió la policía, que precisó que el cuerpo fue descubierto cerca del bosque de Jerusalén.
“Es un vehículo negro, que ha sido señalado porque su conductor trató de secuestrar a un niño palestino de 7 años el lunes por la noche. Se habían hecho denuncias”, deploró un primo del adolescente desaparecido, interrogado por la radio militar israelí.
Medios de comunicación apuntan a que podría tratarse de un acto de venganza tras el asesinato de tres jóvenes israelíes, secuestrados el 12 de junio en Cisjordania y encontrados muertos el lunes. No obstante, la policía israelí se negó a vincular estos hechos.
“Debido al contexto en términos de seguridad” y tras la celebración de una reunión de urgencia en su cuartel general de Jerusalén, la policía elevó el nivel de alerta y reforzó sus efectivos en todo el territorio para evitar atentados o represalias contra la minoría árabe israelí o los palestinos.
El asesinato de los tres jóvenes israelíes ha sido atribuido por Israel a activistas del Hamas, grupo que negó estar implicado.
Cerca de 200 personas participaron el martes en una manifestación antiárabe en Jerusalén, que degeneró en una “caza de árabes”, según testigos.
La policía por su parte anunció haber detenido a 47 manifestantes el martes por la noche. (AP)