El Gobierno del Estado pagará el adeudo con el STASE conforme las condiciones financieras lo permitan pero no cederá a la demanda de heredar plazas, informó el Secretario de Administración y Finanzas, Carlos Ortega Carricarte.

Desde la mañana de hoy, burócratas del STASE pararon labores en todo el estado para exigir el pago de 80 millones de pesos del fideicomiso vivienda y fondos especiales y que liberen 100 plazas de personal que ya se jubiló.

Ortega Carricarte mencionó que no aceptarán la propuesta del STASE de heredar las plazas a los hijos de los jubilados.

“Exigen heredarlas a sus hijos argumentando derechos ganados desde 2011, no obstante en los últimos años las condiciones jurídicas y el entorno nacional e internacional han cambiado en ese sentido, la política y diversos tratados internacionales en materia de derechos humanos signados por el estado mexicano privilegian el principio de igualdad y no discriminación de las plazas públicas por encima de criterios paternalistas”, dijo.

Mencionó que en el Gobierno estatal hay personal de confianza que tiene 15 o 20 años esperando basificación y que cumple con criterios o los requisitos para desempeñar estos puestos y también hay ciudadanos que quieren ingresar al servicio público por lo que se busca abrir las plazas en condiciones de igualdad para que sea ocupadas por quien tenga el perfil.

El adeudo con el STASE, indicó, lo dejó la administración pasada por un monto de 82 millones de pesos.

“Reconocenos que es un adeudo institucional, el Gobierno del Estado es quien debe este dinero y se irá atendiendo en la medida que se tengan las condiciones financieras en el estado para realizarlo”, manifestó.

Señaló que las condiciones no han permitido pagar la deuda por que han dado prioridad a las necesidades financieras de la administración.

La situación financiera del estado, de 2010 a 2019 ha cambiado y en ese periodo el número de trabajadores activos y jubilados se incrementó en más de 7 mil y el subsidio a las pensiones creció más de 400 por ciento al pasar de 700 millones a más de 3 mil millones de pesos.

Los gastos aumentaron, señaló, pero los recursos propios y los recibidos por la federación que pueden utilizarse para cubrir nómina y pensiones solo han crecido en 91 por ciento.