Auditar los últimos 10 años del sindicato para que rindan cuentas, no sólo el actual dirigente sino el anterior, es una promesa del aspirante a dirigir el STASE, Juan Ramón Manjarrez.

Las auditorías abarcarán todas las finanzas del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado (STASE), no solamente se buscarán los mil 600 millones de pesos “perdidos” del Instituto de Pensiones del Estado de Sinaloa (IPES), sino se revisará todo lo relacionado con el manejo discrecional de la Junta Administrativa de Fondos Especiales (JAFE), área que opera el registro de los descuentos por préstamos y que se encarga de retener por nómina los compromisos financieros de los trabajadores, enfatizó.

“El sueldo, deducciones, prestaciones y cuotas sindicales de los trabajadores son sagradas; como Secretario General buscaré ese dinero y los responsables tendrán que pagar, si es necesario, penalmente”, aseguró.

El candidato no descartó que la auditoría incluya el rastreo de propiedades y cuentas, porque existe la presunción de que Heráldez y Ballardo se han enriquecido de manera ilícita e incluso han comprado bienes de manera personal y por medio de terceros.

“Es un clamor popular el reclamo de transparencia y cuentas claras, de que el espíritu del STASE regrese a la defensa respetuosa, digna y auténtica de los trabajadores y no al amasiato con el gobernador en turno como lo han hecho los dos anteriores, aferrándose a seguir viviendo a costillas de la base sindical”, advirtió.

El profesor Juan Ramón Manjarrez Félix señaló que urge implantar la transparencia en el manejo de los recursos públicos que llegan al STASE y que son motivo por el cual esos grupos empoderados no quieren irse.

“A los que no se quieren ir solo los mueve la avaricia, el afán de acumular más riqueza y mover los hilos en beneficio propio, no del trabajador”.

Destacó que investigaciones periodísticas recientes (refiriéndose a un reportaje del semanario Ríodoce) han señalado el desaseo en el STASE, los excesos y el derroche, dando detalle incluso de un concepto denominado “apoyo económico” que asciende a 330 millones de pesos en los últimos quince años.

“Es necesario generar la transparencia que los trabajadores solicitan, hacer una auditoría profunda, seguir los caminos institucionales y jurídicos para que se proceda, a través del Poder Judicial, incluso penalmente, caiga quien caiga. Soy un hombre honesto en contra de la corrupción y la opacidad con la que mueven los recursos públicos que son del trabajador, del pueblo, y se trata de cantidades muy importantes de dinero”.

Precisó que su relación con el gobernador Quirino Ordaz Coppel, llegando a la dirigencia del STASE, será cordial, de respeto mutuo, atención y apoyo recíproco, porque es lo que Sinaloa necesita.

“Nuestro estado requiere seres humanos serios y honestos que trabajen para el supremo interés de sus representados, no de intereses oscuros”, comentó.