Martha Torres, comisionada del CEPTCA, alerta que han encontrado “vapers” contaminados con metanfetaminas y fentanilo

El mensaje es claro: el mercado tiene dueño…

El escarmiento a quienes osan “chapulinear” es la tabla, la denigración y el escarnio públicos.

El caso de octubre en Los Mochis y el de diciembre en Guasave, en Sinaloa, no dan lugar a equívocos: tres jóvenes castigados por la mano del crimen organizado que los exhibió desnudos por calles de la ciudad, a modo de advertencia para quienes intenten emprender un negocio rentable sin la venia del que manda.
En ambos casos el mensaje es el mismo:

“Esto me pasa por andar vendiendo vapes. Esto es un aviso para todos los chapulines que faltan. A los demás les va a ir peor, ya los tenemos ubicados”.

Es el lucrativo y prometedor mercado de los vapeadores, que, en noviembre de 2021, tanto la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) como la entonces Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), emitieron una alerta sobre el riesgo que representan estos dispositivos por su alto nivel de adicción y los riesgos graves a la salud.

Y que en mayo de 2022 se prohibió la venta en México de vapeadores y/o cigarros electrónicos por el nivel de compuestos cancerígenos y sustancias tóxicas que los componen, además de que no se cuenta con evidencias que comprueben su eficacia como alternativa para dejar la adicción al tabaco.

La diversificación del mercado

En el control del mercado de los vapeadores está la mano del crimen organizado, y la fiscal general de Sinaloa, Sara Bruna Quiñónez Estrada, lo acepta.

“Sí hay un grupo, por algo fueron a criminalizar a los jóvenes…”, dijo la fiscal días después de que fueran tableados y exhibidos desnudos dos jóvenes en la Universidad Autónoma de Occidente, campus, Guasave, en diciembre de 2023 por vender “vapers”.

“…están tratando de diversificarse”, agregó, “es una inventiva, creo yo. Están haciendo experimentos para ver si de otro tipo de drogas obtienen mayores resultados”.

Martha Alicia Torres Reyes, titular de la Comisión Estatal de Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones (CEPTCA), no lo dice, pero acepta que es el crimen organizado el que se ha apropiado de este mercado.

“Por sentido común se asume…” dice.

Al estar prohibida su venta, por lógica, agrega, debe haber un mercado negro que provee de vapeadores a los consumidores.

“…es como la venta de droga. Está prohibida, sin embargo, tenemos centros de rehabilitación que están llenos de personas que consumen drogas. Entonces, hay un mercado… ¿verdad?”, expresa.

Su venta

Aunque la venta de vapeadores y/o cigarros electrónicos está prohibida por las autoridades en México, el consumidor puede acceder a ellos con relativa facilidad a través de las redes sociales que los ofertan en diversas presentaciones y con entrega a domicilio, o en locales especializados en artículos para fumadores que se localizan en Culiacán.

En grupos de redes sociales circula la oferta de Iplay Max que ofrece hasta 2 mil 500 toques por solo 250 pesos, y con entrega a domicilio en todo Culiacán.

Este dispositivo se oferta en diferentes sabores, como strawberry lychee, blueberry ice, strawberry ice, watermelon bubblegum, blue raz lemon, berrey watermelon y cool mint, con la advertencia de que este producto contiene nicotina, el cual es un químico adictivo.

Meta y fentanilo

En el auge que representan los vapeadores entre personas que buscan o pretenden dejar la adicción a la nicotina, el “emprendedurismo” del crimen organizado ha descubierto un nuevo nicho para “enganchar” a más consumidores con la mezcla de metanfetaminas y fentanilo en estos dispositivos.

Martha Alicia Torres Reyes, comisionada de CEPTCA, advierte que han comenzado a detectar que este tipo de drogas suelen combinarse, si no en todos los vapeadores, sí en algunos de estos dispositivos.

“Empezamos a detectar que jóvenes que consumen puro ‘vaper’ están dando positivo a pruebas de otras drogas. ¿Qué nos hace pensar? Que algunos dispositivos de estos, tal vez no todos, pero sí algunos, pueden estar contaminados con drogas como metanfetaminas y fentanilo, que es la combinación más común que encontramos en pacientes que refieren no consumir esas sustancias”, alerta.

Encontrarse a usuarios con consumo de drogas que ellos desconocen que contienen estos dispositivos, advierte, el riesgo es mayor.

“Es conveniente que la población sepa que muchos de estos dispositivos pueden estar combinados o contaminados con otras drogas, aparte de lo que es la nicotina. Hablamos no solamente de cannabis, incluso de metanfetaminas y fentanilo”, subraya.

El consumo de vapeadores es, insiste, el puente para que una persona sea más propensa a consumir una droga ilegal.

Población en riesgo

Manuel Velázquez Ceballos, director de los Centros de Integración Juvenil de Culiacán y Sinaloa, asegura que el mayor problema entre los jóvenes de entre 12 y 15 años de edad, es el uso de vapeadores, sobre todo en las escuelas.

“Ahorita nuestro principal problema en los jóvenes no es el alcohol ni el tabaco. Es el uso de los vapeadores. Tenemos un incremento del 20 por ciento, y este incremento ha sido principalmente de jóvenes de 12 a 15 años”, da a conocer.

Artículo publicado el 07 de abril de 2024 en la edición 1106 del semanario Ríodoce.