TAMAZULA, Cuando el fuego cayó del cielo

 

Tamazula (13)

Sumario

Era un domingo de misa para los pobladores de Tamazula. Pero a media mañana las plegarias se interrumpieron por el estruendo de los rotores. Tres helicópteros de la Marina pasaron rasantes por un lado de la cabecera municipal y en cosa de minutos empezaron a vomitar fuego sobre casas y vehículos arroyo arriba. Buscaban a Adelmo Niebla González, el narcotraficante que en mayo del año pasado se fugó del penal de Culiacán por un túnel de 400 metros que fue construido desde afuera. Pero no dieron con él. El saldo, dos muertos, un herido, una decena de vehículos incendiados, casas dañadas, violaciones a los derechos humanos: terror.

 

 

 

Había llegado con su esposo a su casa de Topiba con la idea de que todo estaba batido, saqueado, pero no. Abrió una a una las puertas con llave, para confirmar que todo estaba en el orden en que había dejado las cosas.

La casa huele a nuevo, el piso, las paredes recién pintadas, la madera fina de los muebles. Afuera hay una camioneta de trabajo y una cuatrimotor, pastura para ganado y un revoloteadero que hacen las gallinas cuando ven llegar a la pareja.

Buscan afanosos algo que no esté en su lugar pero no lo encuentran. No era para menos. Para llegar habían tenido que pasar por una zona que se antoja de guerra: cuatro vehículos incendiados que un día antes habían sido atacados por la Marina desde vehículos terrestres y helicópteros. Y la historia, contada por sus mismos familiares, de cómo habían sido acribillados dos hombres, herido un muchacho y detenidos cuatro menores de edad, en una operación insólita cuyas motivaciones la Armada de México no ha explicado con convicción.

Topiba es un caserío ubicado al norte de Tamazula, a media hora por el cauce del arroyo principal. No se ve la pobreza por ningún lado. Si alguien pregunta a qué se dedican sus habitantes, sacarán del librito dos respuestas: a la producción de piloncillo y a la ganadería.

La ganadería deja, el piloncillo no tanto, pero tienen décadas haciéndolo, para lo cual siembran caña y hacen molienda, que es ya como una fiesta tradicional en la región.

Eso platica la pareja cuando llega la noticia de que un convoy de la Marina viene de nuevo a la zona. Los guías de Ríodoce se ponen nerviosos y anuncian la retirada. Uno de los jóvenes, de oficio albañil, había pasado diez horas tirado bocabajo en el piso ardiendo por órdenes de La Marina.

Apresurada, María recoge de su hogar lo indispensable: varios cobertores, un poco de ropa y los cargadores de sus celulares. Corre de un lado a otro desesperada, pide ayuda para cargar sus cosas y lanza una plegaría con la voz entrecortada: “Ay dios mío, ay dios mío, que sea tu voluntad”.

Han pasado más de 24 horas desde el operativo que realizó la Marina Armada en la sierra de Tamazula, Durango, el cual dejó dos personas muertas, un menor de edad herido de gravedad, cuatro menores detenidos, una decena de vehículos incendiados y las acusaciones de los pobladores por la violación a sus derechos humanos.

La tarde del lunes, María y su esposo vuelven a Topiba para recoger sus pertenencias y abandonar indefinidamente su hogar. El temor a la Marina es latente; un día antes, las balas cayeron desde los helicópteros del “gobierno”. El caserío, como en Las Juntas y Tierra Blanca, un poco más arriba, fue evacuado por su seguridad y establecieron en la cabecera municipal una casa “de refugiados”.

 

El sobrevuelo

 

La pesadilla comenzó a media mañana del domingo 14 de junio. Los testimonios cuentan que los disparos de las balas cayendo desde el cielo y el polvo que levantaba su impacto en el piso se podían observar desde lejos. Los vestigios que quedaron sobre el lugar parecen sacados de una zona de guerra.

Partiendo de Tamazula se hacen más de 20 minutos por un camino de terracería arroyo arriba para llegar a Los Medios. Ahí se habla de una granada que fue lanzada sobre una pequeña casa, pero la ausencia de los pobladores impide comprobar el hecho.

Medio kilómetro adelante, un vehículo deportivo de los conocidos como Razer está calcinado a la orilla del camino. El Razer lo conducía José Roberto N, un niño de 13 años que asiste a la secundaría de Tamazula y que desde el domingo por la tarde permanece internado en el Hospital Pediátrico de Culiacán, en Sinaloa, herido por los disparos de los soldados y en estado crítico de salud.

Avanzando casi un kilómetro por el mismo camino y pocos metros antes de la entrada al segundo pueblo, Acachoane, una camioneta Cheyenne de doble cabina está consumida por el fuego. El aluminio de los rines derretidos corre sobre el piso como un río plateado que brilla con los intensos rayos del sol de mediodía.

Otro kilómetro después, dos vehículos más, un Jeep y un Rubicón aún humean sobre la vereda que conduce a la entrada de Topiba, el tercer pueblo. El intenso olor a plástico quemado penetra las fosas olfativas.

Los pobladores aseguran que las dos personas muertas que fueron entregadas por la Marina al Semefo (Servicio Médico Forense) de Culiacán, conducían la camioneta; mientras que los cuatro detenidos, Emanuel, José Luis, Yasir y Juan Carlos, presentados la mañana del lunes en la Agencia del Ministerio Publico Especializada en Justicia para Adolescentes de la capital sinaloense, se trasladaban en el Jeep y la Rubicón.

El domingo por la tarde, tras el operativo de la Marina los carros estaban intactos, pero al amanecer del día siguiente, cuando los elementos de la Marina ya se habían retirado, todas las evidencias del operativo se reducían a cenizas.

Tres vehículos más y casas cateadas y saqueadas se encuentran más arriba, en el poblado Las Juntas.

Hasta la tarde del lunes, 24 horas después del arribo de los elementos, ninguna autoridad de procuración de justicia, ni federal ni estatal de Durango, había acudido al lugar para recoger evidencias.

 

La molienda de caña

 

José es albañil. Ese domingo colocaba un piso junto a cinco hombres en una casa de Topiba y otro grupo de trabajadores se concentraba en la reparación de una máquina de hielo. Al llegar los soldados, tiraron a todos los hombres en el porche de la casa y les taparon los ojos.

De pie frente al porche, un día después pero aún sin dormir bien, José cuenta que pasaron diez horas acostados en el piso ardiendo, en un poblado donde en días recientes las temperaturas han alcanzado los 40 grados centígrados.

Él piensa que está vivo porque cuando los helicópteros comenzaron a disparar, no corrió.

En esa misma casa también estaban José Roberto, el niño herido de bala; Emanuel, José Luis, Yasir y Juan Carlos, los cuatro menores detenidos. Yasir y Juan Carlos son compañeros de Samuel en la secundaria de Tamazula.

Esa mañana, los niños y jóvenes se habían reunido en la casa de Samuel para cortar caña y se preparaban para la molienda, pero los helicópteros de la Marina interrumpieron la convivencia a balazos. Manuel, José Luis, Yasir, Juan Carlos y José Roberto salieron huyendo en los vehículos con rumbo a Tamazula. En el camino fueron interceptados por los elementos federales. José Roberto quedó herido y los otros cuatro fueron detenidos.

Samuel dice que sus amigos no iban armados, que no escondían nada, que tan sólo se asustaron ante el operativo sorpresa.

La mamá de Samuel, sus tías y su abuela estaban en misa en Tamazula cuando se enteraron del ataque de los helicópteros. Eran casi las 12 del día.

Las mujeres se trasladaron a Topiba de inmediato y pocos minutos después, detrás de ellas, llegó un convoy de más de 20 vehículos de la Marina que no se irían de Topiba hasta la medianoche del domingo.

En Topiba hay pocas casas, sólo cuatro o cinco propiedades. La primera casa que se ubica al entrar al poblado es de dos pisos, tiene una bodega y una enorme terraza; frente a ella hay otra casa de un piso, con un amplio porche y una palapa al costado. En esas dos casas se concentrarían los marinos.

En cada uno de los cuartos de la casa de dos pisos, las chapas fueron destrozadas a marrazos y los cuartos revisados minuciosamente, mientras que en la casa de enfrente reunieron a los hombres tirados en el porche y a las mujeres en el interior de la propiedad. A ellas les quitaron sus teléfonos y les impidieron regresar a Tamazula hasta terminar el cateo.

Un día después del operativo federal, refugiados en una casa de Tamazula, los pobladores responden sigilosamente al preguntarles qué o a quién buscaban los marinos. Dicen no saberlo pero aseguran que presentarán una denuncia en contra del actuar de la Marina. A Topiba no regresarían en los próximos días.

 

El destino de los muchachos

 

Los cuatro menores detenidos por la Marina ese domingo fueron trasladados a Culiacán e internados en el Tutelar para Menores. Sin embargo, el Gobierno de Sinaloa no tenía jurisdicción sobre el caso y los entregó a las autoridades de Durango.

Los cuatro menores habían sido presentados en la Agencia del Ministerio Publico Especializada en Justicia para Adolescentes, por elementos de la Marina Armada de México.

Los detenidos fueron Emanuel de 15 años, Juan Carlos de 13, y los hermanos José Luis, de 17 y Yasir, también de 13 años.

Según la versión de los familiares, los jóvenes iban a bordo de un automóvil rojo cuando fueron atacados a balazos por elementos de la Marina, aparentemente sin motivo alguno.

Brenda, mamá de José Luís y Yasir, aseguró que los menores no traían armas de alto poder, solo los machetes que habían utilizado en el corte de caña. Dijo que sus hijos, en la declaración, informaron que los marinos los obligaron a tomar las armas para que quedaran sus huellas y así poder acusarlos. La familia reportó que los jóvenes mostraban señales de golpes.

“Al niño de trece años lo hicieron agarrar una pistola y él no quería agarrarla, y le pegaron en la espalda; al niño de 17 años lo hicieron agarrar un rifle para que lo disparara y no lo disparó”, dijo la mamá de ambos menores.

A pesar de que los hechos ocurrieron a las 9 de la mañana, no se les informó nada a los familiares hasta alrededor de las 11 de la noche que les confirmaron el nombre de los detenidos.

Todos fueron trasladados por un convoy de la Marina a la ciudad de Culiacán y llevados afuera de las instalaciones de la PGR, donde pasaron la noche custodiados por los uniformados.

El lunes fueron ingresados a las instalaciones del Tutelar, pero al día siguiente, al declararse incompetente la autoridad local, fueron llevados al Centro Especializado de Reintegración y Tratamiento para Menores Infractores de Durango.

Fue una travesía vertiginosa y atropellada la de los muchachos, en medio de hombres armados con insignias federales, rotores de helicópteros, el olor a pólvora, funcionarios encorbatados, pasillos fríos y jueces.

En punto de las 14:00 horas del jueves, según informó el Siglo de Durango, se llevó a cabo la audiencia de vinculación a proceso de los cuatro menores detenidos.

Tras presentarse las pruebas tanto del Ministerio Público como de la defensa, el Juez vinculó a proceso a los cuatro adolescentes, pero debido a que se solicitó la suspensión de juicio a prueba, los menores quedaron en libertad bajo ciertas condiciones.

Contrario a lo que se había dado a conocer por algunas autoridades en torno a que los menores habían disparado en contra de los agentes de la Secretaría de Marina Semar, la conducta delictiva por la que fueron puestos a disposición los cuatro infantes fue sólo por posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército y Fuerza Armada.

Según el informe oficial de La Marina, desde un helicóptero por el altavoz le marcaron el alto a un vehículo sospechoso, pero los tripulantes de éste hicieron caso omiso y dispararon contra los agentes.

Los marinos realizaron disparos de advertencia para evitar que se dieran a la fuga, y al bajar de la aeronave detuvieron a cuatro de los supuestos agresores.

Desde otro vehículo, la Armada aseguró que los dos tripulantes hicieron disparos contra los marinos y éstos al repeler la agresión les dieron muerte.

Según el comunicado de la Semar, los marinos pusieron a disposición de la Procuraduría de Sinaloa a los cuatro menores, juntos con las armas y las balas que les aseguraron, así como 250 kilogramos de marihuana, 34 fusiles cortos y largos, más de mil cartuchos de diferentes calibres y una vestimenta de camuflaje, que encontraron durante el operativo.

Se solicitó la suspensión de juicio a prueba para obtener la libertad de los menores, que sólo se otorga en caso de cumplir ciertos requisitos como que sea conveniente para que sigan estudiando o trabajando y que tengan una domicilio estable y ubicable, condiciones que se cumplieron, por lo que se les dejó en libertad con la obligación de acreditar sus estudios mensualmente durante un año.

En caso de que se incumpla esta condición, culmine el plazo de los 60 días y se lleve a cabo un juicio oral en el que se compruebe la responsabilidad delictiva de los menores, la pena máxima que podrían alcanzar sería de un año y seis meses de internamiento.

 

El misterio del ataque

 

Ni la Marina Armada de México ni los pobladores en sus testimonios revelan cuáles fueron las motivaciones de un ataque así en esa zona. Pero fuentes extraoficiales establecen que en realidad el operativo se realizó para capturar a Adelmo Niebla González, el narcotraficante que en mayo del año pasado se fugó del penal de Culiacán, se supone, por un túnel de 400 metros que mandó construir de afuera de la prisión hacia el módulo 5, donde había comprado una carraca “para descansar”.

Se sabría luego que, una vez libre, Adelmo Niebla se pasó unas semanas en Tamazula, de donde es originario y después le fue entregada la plaza de Sonoita, en el estado de Sonora, para el trasiego de drogas. Allá, ha trascendido, mantiene una pelea a muerte con Los Salazar por el control del territorio, pero sin abandonar sus raíces ni su sangre, en Tamazula, Durango.

 

Engarzada

 

Cristian Díaz

La Secretaría de Marina ha sido una de las apuestas contra la delincuencia organizada desde el sexenio del expresidente Felipe Calderón. Se le han atribuido los operativos más exitosos en contra del narcotráfico; y a pesar de que el año pasado el presidente Peña Nieto no contempló a esta dependencia en el presupuesto anual con proyectos prioritarios para el rubro de seguridad, la madrugada del 22 de febrero del 2014 fue detenido por elementos de la Semar, Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.

La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, que se dio a conocer el 30 de septiembre del año pasado reveló que los mexicanos ven a la Marina como la autoridad de mayor confianza, mientras que el Ejército fue la segunda dependencia con mayor percepción de confianza.

En lo que va del mandato de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Marina integra los operativos, trabajos estratégicos y de inteligencia en el país, mientras que el Ejército se ha quedado “de banca”, por decirlo de alguna manera.

En observación de los hechos se ha constatado que los elementos de la Marina se encuentran realizando labores de vigilancia, que en el sexenio de Calderón era realizado por elementos del Ejército Mexicano.

 

En lo que va del 2015, la Marina en Sinaloa se ha visto envuelta en operativos en los que han muerto cinco personas y heridas otras tres, casos que no han sido aclarados.

 

12 DE FEBRERO

Mientras que elementos de la Marina Armada de México realizaban un recorrido de vigilancia por el poblado Gabriel Leyva, detuvieron a dos hombres por la avenida Adolfo López Mateos, a quienes se les aseguraron 90 envoltorios con mariguana, 58 envoltorios de cocaína con un peso total de 62 gramos 500 miligramos, y 5 gramos de cristal.

 

25 DE FEBRERO

En un operativo realizado en la colonia Campiña y Las Quintas, en Culiacán, por parte de los elementos de la Semar, fueron detenidos tres personas, entre ellos Roberto Valdez López, alias  el Bony, hermano del diputado local por el séptimo distrito y Presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, Oscar Valdez.

 

27 DE FEBRERO

Trece unidades motrices, entre ellas una blindada, fueron aseguradas en un centro de rehabilitación ubicado en la ciudad de Guamúchil, conocido como “Amigos del Évora”. La marina inició el cateo alrededor de las cuatro de la mañana y terminó a las tres de la tarde de ese mismo día; las unidades aseguradas quedaron a disposición del Ministerio Público Federal.

 

5 DE MARZO

De manera extraoficial se supo que elementos de la Semar se enfrentaron supuestamente con un grupo de personas armadas, en el municipio de Angostura, donde al menos quedaron detenidas dos personas.

Los hechos se registraron alrededor de las 10 de la mañana por el bulevar Venustiano Carranza, mientras los efectivos daban un recorrido de vigilancia, cuando se encontraron con una camioneta blanca, marca Mazda a la que le ordenaron el alto, a lo que hicieron caso omiso y se inició una persecución, hasta que la camioneta se impactó con una cerca perimetral. Se informó que decomisaron siete armas largas y 18 cargadores, ropa camuflada y pecheras.

 

8 DE ABRIL

Elementos de la Marina Armada de México capturaron a Pánfilo Flores Apodaca, tío del Chapo Isidro, en Estación Bamoa, Guasave. Según la información proporcionada, se le aseguró medio kilo de cocaína, un kilógramo de cristal y una pistola. El mismo día pero en operativos diferentes fue detenido Jesús Octavio Barroza Camacho.

 

12 DE ABRIL

Cristian Iván Montes de 18 años, José Javier Romero de 26 y Manuel Ignacio Acosta Leal de 22, fueron asesinados a balazos por elementos de la Marina en Angostura, en un camino que conduce al poblado Gato de Lara, en un supuesto enfrentamiento.

La Secretaría de Marina informó que le ordenaron el alto a los jóvenes y en lugar de detenerse intentaron huir, dando inicio una persecución, hasta que perdió el control el piloto del automóvil y se volcó. Posteriormente uno de los jóvenes se bajó del vehículo y empezó a dispararles con armas de grueso calibre. La familia del joven disintió la versión oficial.

Su familia y vecinos, en entrevista para Ríodoce, aseguraron que Cristian Iván no tenía vínculo con el crimen organizado, era un joven que le gustaba jugar futbol y por temporadas trabajaba de payaso y malabarista en circos de la localidad.

 

27 DE ABRIL

Sin un solo disparo detienen en Culiacán a Hugo César Román Chavarría, presunto operador de la organización delictiva de Los Zetas. Según el boletín oficial, la Armada informó que para poder llevar a cabo esta captura se realizó un fuerte operativo en coordinación con la Sedena, la PGR y la Policía Federal.

 

30 DE ABRIL

En un comunicado emitido por la Semar, se dio a conocer el decomiso —sin indicar el lugar exacto— de más de 350 kilos de metanfetaminas, 40 kilos de heroína y cantidades pequeñas de pasta de opio y cocaína, en un camión refrigerado que transportaba camarón congelado.

 

1 MAYO

Elementos de la Marina hirieron de bala a Verónica Ortega Camacho de 22 años, en el brazo derecho. La joven con domicilio en la colonia La Piedrera en Guasave, resultó herida cuando se asomó por la ventana de su casa al escuchar ruidos al exterior.

Luego de la agresión el propio esposo de la víctima fue quien la trasladó a bordo de una motocicleta. Los marinos reconocieron su equivocación y se comprometieron adquirir los costos médicos.

 

2 DE JUNIO

Un gran despliegue por parte de la Semar y Policía Federal se implementó en el complejo de departamentos de lujo Península, ubicado en Mazatlán. Primero se había corrido el rumor que uno de los supuestos detenidos había sido Dámaso López El Mini Lic, a quien la DEA ha clasificado como el sucesor del Chapo. Sin embargo el rumor no trascendió, confirmándose que en realidad el detenido fue Mauricio Gastélum Serrano, presunto operador del Cártel de Sinaloa.

 

11 DE JUNIO

En la comunidad Los Ojitos, ubicado a 15 minutos de El Rosario, se  registró un enfrentamiento entre elementos de la Marina y un grupo armado, en Tamazula Durango, resultando dos personas heridas.

El enfrentamiento se originó luego de un supuesto operativo de la Semar en la ciudad para catear una supuesta casa de seguridad.

 

13 DE JUNIO

Elementos de la Marina y del Ejército Mexicano se enfrentaron a balazos contra supuestos delincuentes, mientras circulaban por la carretera Guamúchil–Mocorito, a la altura del poblado El Descanso, en Salvador Alvarado.

De manera oficial se informó que mientras realizaban un recorrido de vigilancia por la zona mencionada, le marcaron el alto a una camioneta Jeep, tipo Cherokee, de color negro; los ocupantes de la unidad no hicieron caso al señalamiento y además empezaron a dispararle a los elementos navales.

Tras la balacera decomisaron la camioneta Cherokee y una metralleta tipo Barret, calibre 50, un fusil AK-47, y un AR-15, con diversos cartuchos útiles. No hubo ninguna persona detenida.

 

14 DE JUNIO

Según la versión oficial por parte de la Semar, se registró un enfrentamiento entre elementos de esa Secretaría y civiles armados, la cual dejó dos personas muertas, un herido y cinco detenidos, entre ellos cuatro menores.

De manera extraoficial se dio a conocer que el operativo por parte de la Marina fue dirigido para recapturar a Adelmo Niebla González, alias El señor, o El G-3, considerado uno de los principales operadores del Cártel del Pacífico, quien fuera capturado en septiembre del 2012, dándose a la fuga del penal de Culiacán en mayo del 2014 junto con otras dos personas.

 

Recuento de Operativos de la Marina en Sinaloa durante 2015

 

Detenidos

23

 

Heridos

4

 

Muertos

5

 

 

 

 

 

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