Ninguno de los ayuntamientos de Sinaloa fue salvado. Los 18 fueron reprobados por la mayoría de diputados de Morena, a pesar que la Auditoría Superior del Estado había determinado en sus informes de fiscalización que siete eran los únicos no aprobados.
Lea: Salva PRI con aliados cuentas de Quirino https://bit.ly/3kje06z
Para la ASE sólo estaban reprobadas las cuentas públicas de Choix, Concordia, Cosalá, Angostura, El Fuerte, Guasave y Navolato, quienes junto con los ayuntamientos aprobados deberán concluir su solventación a más tardar el 31 de octubre.
Los pasivos sin fuente de pago, el pago a personal comisionado a tareas del sindicato, falta de comprobantes fiscales, así como la aplicación al gasto corrientes de recursos recibidos para otros fines, fue como en años anteriores, la observación recurrente hecha por la ASE.
Para la ASE el mejor evaluado era el Ayuntamiento de Ahome con 94 puntos, pero ello no fue suficiente para que la Comisión de Fiscalización propusiera que la cuenta pública fuese aprobada, ni tampoco el Pleno del Congreso del Estado.
En el Ayuntamiento de Ahome la ASE encontró 11.8 millones de adeudos sin fuente de pago.
Entre las observaciones registradas por la ASE en Ahome está el hecho que el 73.95 por ciento de la obra públicas haya sido realizada mediante mecanismos de adjudicación directa, y que no contara con el Programa Anual de Obra, previsto por la ley.
Otras de las inconsistencias encontradas consiste en que fueron destinados al gasto corriente 5.1 millones de pesos del Fondo de Aportaciones de los Municipios, y que la Junta de Agua Potable de ese municipio les adeudara un total de 5 millones de pesos.
En la auditoría de la ASE no se encontraron evidencias justificativas del gasto 1.7 millones de pesos aplicado a actividades cívicas y culturales, ni tampoco se encontraron comprobantes fiscales digitales por internet por 1.2 millones cubiertos al Centro Estatal de Evaluación y Confianza por concepto de evaluaciones al personal activo de Seguridad Pública.
En Culiacán, la cuenta pública de 2018 a cargo del entonces alcalde sustituto Antonio Castañeda, alcanzó los 521 mil pesos de pasivos sin fuente de pago. Fue el último año de una administración que inició Jesús Valdez, pero que no concluyó, porque se retiró a inicios de 2018 para buscar la reelección a la alcaldía.
Los recuperaciones probables que determinó la ASE por 72.4 millones de pesos que deberán ser solventados a mas tardar el próximo 31 de octubre, de lo contrario se considerarán como presuntos daños a la hacienda pública, y pudiesen derivar en denuncias.
El monto arriba señalado fue originado por pagos de diversos conceptos sin contar con la documentación justificativa del gasto realizado, recargos generados por no pagar a tiempo a la Secretaría de Administración y Finanzas el Impuesto sobre Nómina, así como los derechos por canje de placas y calcomanías del parque vehicular municipal.
Entre las particularidades encontradas por los auditores fue destacada por los diputados, está el hecho de que el entonces presidente municipal sustituto, Francisco Castañeda Verduzco, se haya autoliquidado con 72 mil pesos , como también los hicieron con 34 mil 600 pesos los regidores Jorge Alberto Casanova Pérez, Miguel Ángel Díaz Juárez, Jesús Armando Heráldez Machado, Cruz Noé Heredia Ayón y Gabriela Inzunza Castro.
Los auditores encontraron además que se hicieron préstamos personales al regidor Irán Zazueta López.
Está también los sobresueldos que recibieron por un total de 5.6 millones de pesos el presidente municipal, los regidores y el síndico procurador, así como otros 3.8 millones por concepto de riesgo laboral.
La ASE reportó además que no se cubrieron a INFONAVIT 5.7 millones, se canceló un adeudo de la a la JAPAC por 10.8 millones de pesos y no se aplicaron multas por pagos extemporáneos de Impuesto Predial por 3.2 millones de pesos.
Sin licitación por convocatoria se adjudicó la compra de mezcla, carpeta y emulsión asfáltica para trabajos y reparación y mantenimiento de calles al proveedor Ingeniería y Proyectos Energéticos Sustentables SA de CV por 33.8 millones de pesos.
No se encontraron evidencia de trabajos realizado por 2 millones 690 mil pesos por los servicios prestados por la empresa Contabilidad, Auditoría y Servicios Relacionados.
Sin licitación se compraron juegos infantiles por 2.1 millones de pesos para el parque lineal del sector Barrancos.
Se entregó un donativo por 209 mil pesos a la Fundación Jorge Vergara AC, pero los auditores de la ASE no encontraron la documentación justificativa.
En Mazatlán, la administración que inició Fernando Pucheta, pero concluyó en 2018 como alcalde Joel Bouciéguez, registraron pasivos sin fuente de pago por 26 millones de pesos.
Entre las particulares destacaron los sobresueldos por 8.6 millones de pesos que recibieron los regidores y el síndico procurador por el concepto de “nómina especial de apoyo para vehículos y de apoyo para el pago de asesores”.
No se aplicaron 2.7 millones de pesos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal, pero no se reintegraron a la Tesorería de la Federación.
La ASE encontró que no se comprobaron viáticos por asistencia a cursos de 12 elementos de la policía preventiva por 90 mil pesos ni por 100 mil pesos destinados a la campaña de donación de armas. Tampoco se comprobó la compra de vales de despensas para comandantes de Seguridad Publica por 159 mil pesos.
El gasto de 20 millones en servicios de capacitación no contó con documentación justificativa.
Las retenciones a los trabajadores hechas conforme al convenio de afiliación al Sistema Promobien no coinciden con cinco millones a los pagos realizados por el Ayuntamiento a dicho sistema.
El gasto de 2.6 millones en ayuda sociales a personas está soportado con comprobantes fiscales cancelados.
No fue licitada el montaje para el Tianguis Turístico 2018 con un coto de 18.2 millones de pesos adjudicada a la empresa Construcción y Arrendamiento de Maquinaria de Sinaloa, SA de CV, además que se pagaron adicionalmente 4 millones adicionales por conceptos distintos.
Artículo publicado el 02 de agosto de 2020 en la edición 914 del semanario Ríodoce.
