Que se haya cambiado el formato del informe de labores era ganancia. Se modificaron en todo el país después de que se convirtieron, desde la cámara baja hasta en muchos estados, escenarios de confrontación en un México donde estrenábamos realmente la democracia.
Una nueva etapa inició el 1 de septiembre de 1988, cuando el presidente Miguel de la Madrid ofrecía su sexto y último informe, luego de las elecciones más competidas hasta entonces. Porfirio Muñoz Ledo, diputado integrante del Frente Democrático Nacional, lo interpeló casi al final, cuando tocó el tema de las elecciones, y una marabunta de priistas se le echó encima (Fidel Velázquez le mentó la madre). Nada fue igual desde entonces, y los informes se convirtieron en escenarios para el reclamo, las burlas y las rechiflas.
El formato del informe presidencial cambió con Felipe Calderón, en medio de un México polarizado después de las elecciones de 2006. El PAN alegó que era hora de acabar con ese espacio del “lucimiento presidencial” y también de la “estéril confrontación”. Y entonces cambió también en los estados. En Sinaloa, con la llegada de Morena al control del congreso estatal, se regresó al viejo esquema de que el gobernador entregara por escrito el informe pero que luego compareciera a “dialogar” con los diputados.
Por eso el gobernador, Rubén Rocha Moya estaba allí, y por eso mismo aclaró desde el principio que no estábamos “ante la restauración del día del gobernador, ni del oprobioso besamanos”. Y es que se estilaba que, luego de ofrecer el informe, los gobernadores se iban al palacio de gobierno, donde filas de miles y miles de mujeres y hombres pasaban como corderos a saludarlos.
La contradicción aquí es que, el esquema que se armó para su comparecencia, estuvo hecho para el lucimiento y para hacer del evento, efectivamente, “el día del gobernador”. Todo, menos el tiempo, estuvo controlado. Luego de 50 minutos de saludos y de la presentación inicial, inició una tediosa ronda de preguntas y respuestas cuya trascendencia se perdió entre la banalidad de los diputados y los tarjetones que, para cada respuesta, le pasaban al gobernador, lo que evidenciaba que todas y cada una de las preguntas había pasado antes por el tercer piso.
Fuera de lugar, para el anecdotario de la abyección, tendría que quedar la pregunta de la diputada morenista, Victoria Sánchez, que le pidió al gobernador explicar “los fundamentos filosóficos y pedagógicos de la reforma educativa” propuesta por el presidente AMLO y defendida por él en el Senado de la República. Se trataba de hablar del informe del gobernador, no de lo que hace o no el presidente.
Ya en los posicionamientos, Feliciano Valle, por ejemplo, que no hace mucho se desprendió de la bancada del PRI para declararse “independiente” y que se autodefinió en su discurso “diputado de oposición” se deshizo en elogios para el gobernador y hasta se aplaudió cómicamente a sí mismo, luego de pedirle obras para que miles y miles de turistas acudieran a disfrutar el malecón de Sinaloa de Leyva. El mismo malecón, por cierto, donde fue asesinado en luchador social, morenista José Román Rubio López –el mismo malecón iluminado con lámparas de 186 mil pesos, contratadas a la empresa Azteca Lighting.
No lo mencionó tal vez porque fue su contendiente y al momento de ser asesinado acusaba presiones del narcotráfico a su campaña, pues muchos de sus operadores fueron secuestrados por el narco el día de la elección. El mismo día que mataron a Rubio, fue asesinado Esteban López Beltrán, también de Morena. Ninguno de los dos alcanzó mención durante el informe. Quien elaboró la tarjeta con la pregunta de la diputada Guadalupe Cázares Gallegos, del PT, por cierto, donde hace memoria de luchadores sociales y de izquierda, asesinados o fallecidos, “olvidó” agregar a Rubio López y a Esteban. Adolfo Beltrán, otro disidente, pero este del PAN, se desmoronó en elogio al gobernador, subrayando su lado “humanista”.
Trató de rescatar el carácter opositor de la bancada priista la diputada Cinthia Valenzuela, durante el posicionamiento de su partido ante el informe, sobre todo cuando señaló que el sector agropecuario estaba reprobado, con los índices productivos todos a la baja, pero terminó ofreciendo el apoyo de su partido para sacar al buey de la barranca.
Bola y cadena
Y DE FELICIANO CASTRO, al hablar en nombre de los diputados de Morena, lo que más se recordará es que habló durante 14 minutos –tenía permiso para cinco máximo—cuando la gente estaba hasta el gorro de cansancio. Logró aplausos de su bancada cuando habló de los programas sociales para combatir la pobreza generada por las políticas económicas del PRI y del PAN, como si estos programas constituyeran en sí mismos una política económica que busca generar riqueza. Y nadie, si hubiera existido un poco de dignidad en el recinto, hubiera podido interpelarlo –porque fue el último que habló–, que estos programas tienen también un fin profundamente electoral, como los programas que implementaba el PRI de Carlos Salinas.
Sentido contrario
TIENE QUE RECONOCERSE QUE EL CAMBIO de formato es una oportunidad para que el gobernador rinda cuentas abiertas, transparentes, ante la legislatura y ante el pueblo de Sinaloa. En un ambiente de civilidad, este esquema puede aportar, más que distraer o polarizar. Pero para ello deben perderse los miedos, tanto del Legislativo, como del propio jefe del Ejecutivo. En el caso de Rocha, no ocupaba tarjetones ni ese control de las preguntas y los discursos que se evidenciaron en el evento. Es un tribuno muy correteado y tiene conocimiento al dedillo de los asuntos del gobierno. No ocupaba tantos escuderos. Ni tantos lambiscones.
Humo negro
LOS YOREMES QUE SE OPONEN a la construcción de la planta de amoniaco en Topolobampo ahora fueron a Ciudad de México a protestar. Fueron atendidos en la embajada de Alemania –porque la empresa es alemana—y acudieron al palacio nacional. La respuesta del presidente AMLO es que las comunidades quieren la planta y que los que estaban allí afuera, son promovidos por los comercializadores de fertilizantes, que no quieren competencia. ¿No es triste?
Artículo publicado el 27 de noviembre de 2022 en la edición 1035 del semanario Ríodoce.
