Melissa Moraila
Si vives en Culiacán es imposible que no hayas transitado por la calle General Ángel Flores, con más razón hoy, que se ha convertido en un corredor gastronómico, cultural y comercial con un abanico de opciones para satisfacer los gustos y necesidades de todos.
José Valenzuela, presidente del Patronato del Centro Histórico nos cuenta un poco cómo surgió la idea de retomar este espacio público que alguna vez estuvo abandonado.
“Años atrás el centro histórico estaba muriéndose, la zona oriente era vulnerable, insegura y violenta. Las zonas comerciales se habían trasladado a otros sectores de la ciudad y acá había poco movimiento”, mencionó José Valenzuela, quien decidió dejar su trabajo en la Cámara de Comercio para trabajar de tiempo completo en este proyecto y fue así como se formó el patronato del Centro Histórico.
Para iniciar el proceso de transformación de la calle contrataron a dos empresas; una de ellas hizo el estudio para definir el plan de negocios y la otra creó el concepto de imagen, nombre y logotipo que hoy conocemos. La elección de la calle fue sencilla; la Ángel Flores no tenía vocación propia, era amplia y no transitaban camiones por ahí.
El resultado del estudio proponía que se convirtiera en sector gastronómico, cultural, turístico y comercial. “Las ideas no llegaron de la nada, hicimos viajes a otros países para conocer la planeación de otras ciudades. Visitamos Brasil y Europa, nos acercamos a otros patronatos como el de la Plaza Machado en Mazatlán, tomamos varios talleres en IMPLAN y arrancamos con el proyecto”.
Este mismo patronato ha estado involucrado en las obras de remodelación de otras calles del centro histórico de Culiacán; en el año 1996 comenzaron a trabajar con recursos propios para transformar la calle Miguel Hidalgo y después fueron apoyados por el gobierno municipal.
“Una intervención atrevida pero necesaria”, es como denomina el Patronato del Centro Histórico este proyecto del Paseo del Ángel.
Esta zona se distingue por ser plataforma comercial para empresarios locales. El comité que conforma el patronato se preocupó por buscar empresas sinaloenses que encajaran con la idea del proyecto. Decidieron darle prioridad al peatón para que transitara con comodidad y dejó de ser un lugar de oficinas y estacionamientos.
La oferta ha ido creciendo paulatinamente y el éxito de los primeros restaurantes llamaron la atención de otros negocios que han ayudado a ampliar la diversidad comercial de la zona.
Actualmente, se trabaja en la idea de crear más espacios comerciales con un giro diferente a los del Paseo del Ángel en el centro de la ciudad, con el propósito de inyectar vida a la economía local. Para diciembre de este año se inaugurarán un par de negocios en la calle Miguel Hidalgo.
El nombre Paseo del Ángel tiene relación con el santo patrono de Culiacán San Miguel Arcángel y por supuesto, la ubicación en la calle General Ángel Flores. La utilización del azul, verde, amarillo y rojo en el logotipo, evocan los colores más representativos de los vitrales de las iglesias alrededor del mundo y la nube debajo del ángel, representa ese pedazo de cielo en la ciudad.
El disfrute de la calle
El delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Sinaloa, Francisco Ríos Avendaño, habla sobre la participación
que tienen como organismo en las obras de remodelación que se han hecho en el centro histórico de Culiacán: “La peatonalización de una calle permite el disfrute en otra dimensión muy diferente a la que sucede cuando hay tráfico vehicular”.
Ríos Avendaño puntualizó que existe otro patronato llamado Barrio Histórico que cuenta con 13 restaurantes en la zona que rodea la Plazuela Rosales. Partiendo de esto, el INAH plantea la iniciativa de conectar estas dos zonas; acondicionar las calles Ángel Flores y Antonio Rosales para que conecten los dos polos comerciales más importantes del centro histórico en Culiacán.
“La idea es crear un ambiente seguro y atractivo para que las personas transiten y conozcan la oferta comercial que hay en la ciudad” finalizó.
