Durante el año 2000, el Gobierno del Estado de Sinaloa y los Partidos Políticos formamos una comisión técnica para elaborar un borrador de una nueva Ley Electoral para Sinaloa. Esta comisión estaba integrada por el Raúl René Rosas Echavarría (Chito Rosas), Álger Uriarte Zazueta, Eduardo Ramírez Patiño, Gloria Félix, Roberto Loaiza Garzón, Jorge Luis Sañudo, Gonzalo Estrada Villarreal, María Serrano Serrano y un servidor.
En una reunión de la Mesa Técnica, Rosas Echevarría dio cuenta de que había un nuevo integrante y que no conocía, y con su voz y manera de cuestionar muy característica, le preguntó por su nombre y a quién representaba. El joven se presentó como hermano de la Presidenta del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), le dijo que venía en su representación y que además era el Secretario General del partido.
Chito Rosas volvió a ver al joven, y le pregunta: ¿es un partido de familia?, lo que generó risas entre todos los asistentes.
Sin quererlo, el Chito Rosas, personaje de la política sinaloense, estaba haciendo una nueva clasificación de los partidos políticos que ni a Maurice Duverger, célebre estudioso de los partidos políticos se le había ocurrido: partido de familia.
Viene a colación la anterior anécdota porque ahora en Sinaloa, ante la falta de trabajo de los partidos con las mujeres, los dueños de las franquicias partidarias postulan en lugares preferenciales de la lista plurinominal a diputaciones y regidurías, a sus respectivas esposas y familiares. Es el caso del Partido Sinaloense (PAS) y de Movimiento Ciudadano (MC), quienes se presentan como partidos políticos diferentes.
Probablemente inspirados en Calígula, emperador romano de 37 al 41 de nuestra era cristiana, quien hizo cónsul y sacerdote a su caballo Incitatus, los políticos mexicanos hacen a sus hijos y esposas, diputados y senadores plurinominales. Piensan que todo se puede.
El fenómeno no es nuevo en México. Veamos: Manlio Flavio Beltrones hizo diputada federal a su hija en la actual Cámara de Diputados, quien llegó por la vía plurinominal.
Por esa misma vía, Amalia García (PRD), hizo Senadora de la República a su hija. Y hoy en Sinaloa la lista plurinominal está llena de familiares de quienes deciden la política en los partidos políticos. Partidos de familia, diría el Chito Rosas.
De nueva cuenta, dos de los principales coordinadores de la campaña de Quirino Ordaz Coppel, candidato del PRI a gubernatura de Sinaloa, quieren seguirle jugando el dedo en la boca a los partidos políticos; me refiero a Mario López Valdez (Malova) y Gerardo Vargas Landeros, secretario General de Gobierno. Han citado a una mesa de distensión a los partidos.
Dos de los principales violadores de la Ley Electoral de Sinaloa hoy se presentan como responsables de dar cumplimiento a la ley. Gerardo Vargas Landeros, sin haber renunciado a la Secretaría General de Gobierno, hizo campaña durante más de un año buscando la candidatura del PRI a la gubernatura. Saturó los celulares de los sinaloenses de mensajes hablando de su buen gobierno y pintó centenares de bardas con un trébol. Malova hasta un programa le creó, llamado “Feria de Servicios”, para que se posicionara ante la ciudadanía sinaloense. Durante más de un año, Sinaloa no tuvo secretario General de Gobierno. Andaba en campaña.
Al ser nombrado Quirino Ordaz Coppel como precandidato del PRI, Gerardo Vargas Landeros, coordinador en los hechos de la campaña en la zona norte, le organizó la reunión más concurrida el día lunes 1 de marzo en su palapa, con cerca de 4 mil 500 asistentes.
Una verdadera oposición no asiste a esa farsa llama Mesa de Distensión, pues para eso se tiene a las autoridades electorales (INE), la Ley Electoral y el Tribunal Electoral.
Alguien que no tiene autoridad moral, no puede ser el convocante a esta mesa, pues han demostrado que no son imparciales.
Sólo el partido Morena y el candidato independiente Francisco Frías Castro no asistieron a esa farsa organizada por el Gobierno del Estado. Que asista el PRI, PANAL y el PVEM me parece normal, y además necesario para montar el teatro, pero que asistan partidos políticos que se dicen de izquierda, eso ya es otra cosa.
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