Estamos a unos días de finalizar el 2020, un año que quisiéramos decir que quedará en el olvido, pero hacerlo así sería tomar su devastador efecto con ligereza
Este más bien debiera ser un año para el recuerdo, que quede adherido a nuestra consciencia como prueba de nuestra fragilidad, de nuestra constante dependencia de la salud. Debe ser motivo de aprendizaje y de planes que para el 2021 incluyan, no el típico propósito de bajar de peso, clásico de estas fechas, sino un plan integral de salud que nos defienda de lo que está y de lo que pueda venir.
A diez meses del primer caso confirmado en México, la cifra de muertes llegó a poco más de 120 mil y sigue en ascenso, manteniendo un promedio de 400 muertes diarias. Los datos del Conacyt estiman un total de 136 mil 710 defunciones como cifra final, cuando todo acabe. Pero es solo eso, especulación.
Dicha cifra sugiere que a nuestra pandemia le quedan 40 días antes de que se estabilicen las fatalidades, algo que suena demasiado optimista, sobre todo con los últimos aplazamientos en la aplicación de las primeras vacunas, las fechas que promueven las aglomeraciones y nuestro débil estado de salud.
En cuanto a contagios, se han detectado un millón 300 mil casos positivos, que equivalen al uno por ciento de la población, y se tienen proyectados unos 200 mil más para llegar a un acumulado de poco más de un millón 500 mil casos registrados.
COVID-19 Y COMORBILIDADES, QUIÉN ES QUIÉN
Apenas empezó a circular la información sobre a quiénes afectaba más el virus, concluimos que nuestro país era un pésimo lugar para contagiarse. Los sesgos eran evidentes: las enfermedades preexistentes influían directamente en las complicaciones del virus, y México es el país de las comorbilidades.
Desde entonces, las principales enfermedades preexistentes que han presentado los fallecidos por COVID-19 en nuestro país son: hipertensión, con el 45.7 por ciento; diabetes, el 38.5 por ciento; obesidad, 23.4 por ciento; tabaquismo, con el 8 por ciento. En muchos de los casos, estos padecimientos se combinaron en un mismo paciente, llegando incluso a tenerlas cuatro principales al momento de recibir al virus.
Pero más allá de la severidad con la que ataca el virus si convive con dichas comorbilidades, estas mismas por sí solas o combinadas entre ellas son causas principales de mortalidad en nuestro país, más incluso que lo mostrado hasta el momento por el mismo COVID-19.
El tabaquismo, por ejemplo, cobra la vida de unas 53 mil personas cada año en México, lo que representa el diez por ciento del total de muertes en la nación, según datos de la Organización Panamericana de la Salud. Se estima que además unos 13 millones de personas consumen tabaco y que este consumo incrementó en mujeres de tal forma que ahora consumen lo mismo o más que los hombres.
La hipertensión, aparece como la comorbilidad más prevalente en fallecidos por coronavirus en nuestro país, se estima que en México uno de cada cuatro habitantes padece de presión arterial elevada, esto representa más de 30 millones de personas, de las cuales el 40 por ciento ignora padecer la enfermedad. Del 60 por ciento que está consciente de ser hipertenso, la mitad no la tiene bajo control.
Para la OMS, la hipertensión es el factor número uno de riesgo de muerte. En México cada año mueren alrededor de 50 mil personas por causas relacionadas con este mal.
Antes de la llegada del coronavirus, la diabetes era la segunda causa de muerte, cobrando la vida de 104 mil mexicanos tan solo en 2019. En combinación con el COVID-19 es también la segunda comorbilidad que más registros tiene entre los fallecidos, incluso, la primera víctima en nuestro país era un paciente diabético.
La última encuesta nacional del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) arrojó que el 10.3 por ciento de la población mayor a 20 años tiene diabetes diagnosticada, unas 8 millones 600 mil personas. Esta cifra podría ser mucho mayor, ya que la diabetes es una enfermedad silenciosa al principio y requiere de un diagnóstico médico formal.
La causa más visible, y actualmente la más prevalente en la población es la obesidad. Aunque clínicamente nadie muere de obesidad, esta deriva en otras enfermedades que se relacionan a las anteriores y terminan siendo fatales, las más comunes son la enfermedad cardiaca, diabetes y algunos tipos de cáncer, las tres principales causas de muerte por enfermedad en México.
Estas causas sumadas acumulan más de 200 mil muertes por año, unas 50 mil más de las que habrá dejado el coronavirus en el mismo periodo de tiempo al ritmo que va. ¿Sería este virus igual de letal si no estuviéramos tan enfermos? ¿Habría sido igual de letal hace 50 años, antes de que hubiera tanta chatarra?
