Mariguana

 

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La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional  la prohibición absoluta para el consumo de mariguana y concedió un amparo a cuatro personas para autoconsumo “lúdico o recreativo”. Esto va a permitir a esos cuatro individuos sembrar, cultivar, cosechar, preparar, poseer y transportar mariguana, pero no se les autoriza ningún tipo de comercialización.

Los beneficiarios de esta medida son  Josefina Ricaño, presidenta de México Unido contra la Delincuencia; José Pablo Girault, Armando Santacruz, Juan Francisco Torres Landa, todos ellos mayores de cuarenta años.

De cinco ministros que tuvieron en sus manos la decisión, cuatro votaron a favor: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Olga Sánchez Cordero, José Ramón Cossío  y Alfredo Gutiérrez Ortiz  Mena.  Y el único que votó en contra fue el ministro Jorge Pardo Rebolledo, ya que consideró que hay una falla legal de origen, y es que en México las semillas para cultivar la mariguana son ilegales, por lo que la legalizada cadena de consumo a esas cuatro personas tendría un origen netamente ilegal. La semillita tendría que venir de algunos de los plantíos ilegales ya sea de particulares o de los grandes cárteles.

Esta situación ha creado un debate en los últimos días respecto a la legalización total y absoluta de todo el proceso de producción, distribución y comercialización de la mariguana, ya que al fin y al cabo, según el ministro Zaldívar, esa hierba no es tan dañina como se cree y su consumo tiene que ver con el derecho al “auto desarrollo” de la personalidad “a pesar de los daños que esta actividad puede generarle a una persona”. Es decir el derecho individual a estar mariguano.

Hay quienes piensan que el derecho de cada persona a drogarse es más poderoso que el derecho colectivo y que debe protegerse ese derecho individual por encima de lo demás.  Y hay quienes también piensan  que la legalización de las drogas,  la mariguana en específico, podría ser una forma eficaz y contundente de combatir a los cárteles de la droga con el argumento “hay que  arrebatarles el negocio”.

En lo personal no sé si aún existe en el mundo una sociedad lo suficientemente sólida  en materia de educación y legalidad para pensar en la legalización total de las drogas, pero por mi experiencia en investigaciones sobre corrupción y narcotráfico en México, creo firmemente que nuestro país no está preparado para tales pasos, ni remotamente  cerca, y que lo aprobado por la Corte es entrar a un cuarto oscuro sin tener la menor idea que hay adentro y las consecuencias de estar ahí.

Se habla de legalización de consumo de drogas cuando no hay  una cultura real, seria, profunda, de prevención en los hogares, en las escuelas, en los bares, en el cine, en el metro, en la iglesia, en la cultura, en las oficinas públicas y privadas, en los partidos políticos, en los funcionarios públicos, etc. Es difícil pensar a raja tabla que cada quien tiene el reverendo derecho de drogarse, cuando la población donde más ha crecido el consumo de drogas en México en diez años han sido niños de 12 a 17 años de edad que difícilmente tienen la madurez para tomar decisiones ¿O la idea es que los niños ejerzan el derecho a drogarse?, ¿o el derecho de otros a drogarlos?

Las cifras de la última encuesta nacional sobre adicciones, realizada por la Secretaría de Salud en 2011, que es hasta ahorita la única herramienta concreta para entender de qué hablamos cuando hablamos de consumo de drogas en México, arroja claras muestras de que es la población entre 12 y 17 años cuyo consumo de drogas ha aumentado más entre 2002 y 2011. Principalmente niños de Sinaloa, Baja California, Baja California Sur, Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí.

Aunque aún en México existe un porcentaje de población relativamente moderado que reconoce el consumo de drogas ilegales en general, y de drogas específicas, el aumento ha sido silencioso pero sustantivo. Principalmente en ese rango de población.

En el año 2002, el 0.5 por ciento de la población de 12 a 17 años, niños y niñas, reconocieron consumir drogas ilegales. En 2011 casi se duplicó del 0.7 por ciento al 1.5 por ciento. Particularmente la droga cuyo consumo creció más en  esos niños y niñas,  quizá por su accesibilidad o precio, es la mariguana. En 2002 la consumía el .5 por ciento y para 2011 la cifra casi se triplicó al 1.3 por ciento.

Respecto a la cocaína y crack, en 2002 el .2 por ciento  de la población infantil de 12 a 17 años encuestada  dijo haberla consumido. En 2011 la cifra creció el 100 por ciento y llegó a .4 por ciento.  Llama la atención que en la encuesta no hubo preguntas sobre el consumo de inhalantes o anfetaminas, en donde la cifra podría ser peor que escandalosa.

De acuerdo con la encuesta en la zona noroccidental del país, es decir Sinaloa, Baja California, Baja California Sur y Sonora, el consumo de drogas ilegales  de 2002 a 2011 en menores de 12 a 17 años creció el 44 por ciento: pasó de  1.7 al 2.3 por ciento.

En la zona nororiental, que comprende Tamaulipas, Nuevo León y San Luis, el   crecimiento de consumo de drogas ilícitas en esa misma población fue del 150  por ciento al pasar de 1.5 a 4 por ciento.

El debate de legalización de la mariguana o cualquier otra sustancia ilegal  debe pasar primero por el análisis del derecho colectivo de los menores a tener una vida libre de drogas. ¿O la idea es legalizar las drogas sólo para mayores de edad?, ¿Quién va a ser la autoridad que controle eso? Si la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ni siquiera es capaz de regular el mercado de cigarros pirata, alcohol pirata y medicinas piratas. Si la Procuraduría Federal del Consumidor no puede ni controlar a los negocios legales que venden gasolina y gas.

¿Qué ingenuo piensa que en el negocio legal de las drogas no seguirá habiendo ilegalidad y la presencia de los cárteles mientras éstos no sean combatidos de raíz? Es decir confiscados todos sus bienes monetarios, empresas y propiedades.  La respuesta de los cárteles al comienzo de legalización de producción, comercialización y distribución en algunos estados de EU fue crear una droga sintética que genere los mismos efectos que la mariguana, solo que mucho más barata que la hierba.

¿La legalización de los casinos trajo casinos legales a México? Son ahora negocios muy legales donde ocurren toda clase de ilegalidades y corrupción, no solo por parte de los dueños de los casinos, sino del gobierno que da las concesiones. En un país como México donde no hay una cultura de legalidad, ni siquiera dentro de quienes trabajan en las instituciones, ¿Quién puede pensar que legalizar las drogas en este momento es una solución?

 

 

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