La polémica que existe alrededor de los libros de texto gratuitos ha provocado una dualidad marcada entre diversos grupos; por un lado, quienes señalan contenidos erróneos, discordancia entre temas y el riesgo de adelantar la formación sexual de las infancias, y por otro quienes señalan un cambio positivo en las estrategias educativas del maestro y de la enseñanza.
Ante este panorama, miembros de asociaciones profamilia en Sinaloa se pronunciaron en contra de la distribución de los nuevos libros de texto por las “fallas” y “ausencia de contenido”, y por no consultar a los expertos en educación y de los gobiernos, ni a los padres de familia”. A este bloque para frenar la distribución de los textos educativos se sumaron diversos grupos políticos opositores al gobierno.
Jesús Alonso Balcázar Uriza, doctor en Pedagogía y quien formó parte de la revisión de los programas de estudio del campo formativo y lenguajes, comentó que desde septiembre, ciclo que acaba de concluir, se pretendía realizar un pilotaje con los programas sintéticos y no se permitió debido a un amparo por parte de la sociedad que impidió desarrollar estos planes.
“Es por ello que entró en vigencia directo porque no entró ni en fase pilotaje porque se pretendía revisar el pilotaje como se hizo en el programa de estudio anterior, que los primeros años de cada nivel empezaban y poco a poco iban sobre los siguientes, esta vez no se aceptó eso, que ni siquiera hubiera pilotaje, entonces eso es un punto negativo para el desarrollo de la educación”, señaló el Balcázar Uriza.
Los polémicos errores en los textos
Las fallas que se presentan en los libros, comenta Apolinar García, miembro de la Asociación Colosista de Sinaloa, son problemas en la gramática, al momento de conjugar los verbos, al igual que el uso de pleonasmos y errores al momento de definir algunos temas en el área de matemáticas y biología.
Balcázar Uriza, comentó que, durante la revisión de estudio en el área de lenguaje, encontró múltiples errores de redacción, ortografía y de contextualización, y que ya no se vale que se haga una sola revisión de los libros sino, que sean personas expertas y que “se revisen por dos, tres, cuatro, cinco manos para evitar los menos errores posibles”.
“Al estar revisándolo encontré múltiples errores y creo que algunos sí se retomaron pero no todos. Porque ya pude ver los libros digitales, ya estuve viendo y algunos errores que se le marcaron pareciera que no se corrigieron. Había errores por ejemplo, de redacción, en algunas palabras, había errores de contextualización aun siendo contenidos de observancia nacional”, explica.
La “compactación” que presentan los libros, mencionan las asociaciones provida, presentan un problema a nivel enseñanza, pues dificultará que los alumnos absorban la educación, como por ejemplo la disminución de 220 a 24 páginas en uno de los libros de primer grado.
“Se analizan los temas de manera generalizada. Están simulando que en cada tema que se está estudiando se ven todas las asignaturas. Esto es la manera que se nos presenta en estos libros. Sí, una manera muy compacta. Entonces aquí la cosa está que al momento que se esté dando la enseñanza para los estudiantes va a ser difícil que absorban esa enseñanza”, subrayó el miembro colosista.
Para el doctor en Pedagogía lo negativo de los nuevos libros de texto es la poca información contenida, ya que esto provoca dejar mucha de la enseñanza al criterio del docente.
“Los beneficios es que, en primer lugar, se va a exigir que el docente ya contenga los recursos o planee, lo cual antes no era visto de manera directa. En realidad muchos maestros no planeaban, se iban a las aulas e improvisaban bastante porque utilizaban los libros de pe a pa, es decir, de la página 1 a la página 20, te abarcaba una secuencia querían ubicarla, la 1, la 2, la 3 y no utilizaban elementos y sí el alumno tenía duda ni siquiera se iban a investigar esos casos y ahorita el factor de investigación es el número uno, entonces, hablar de poquita información que tiene la limitante es que el maestro que no esté impuesto sí se le va a dificultar”, explicó.
Un énfasis importante en la formación de los niños, indicó el pedagogo, es el tema de la equidad de género, ya que a los estudiantes se les dará la opción tener un reconocimiento de su propia identidad por sí mismos.
Este tema fue cuestionado por los miembros de los colectivos al apuntar un capítulo del libro de quinto grado, en el que se “experimentarán los roles de género” y sobre el capítulo en el que se enseña que hay “ocho tipos de familias”.
“Nos preocupa la falta de nivel educativo, los errores que hay en los libros (…) y el tema de la hipersexualización en las infancias, sobre todo en la parte de primaria, en el cual a los niños no se les está educando en los temas de sexualidad conforme a su edad”, mencionó Óscar Burgeño, de Vía Familia.
Si bien, aún queda un amparo pendiente para que la Secretaria de Educación Pública (SEP) pueda distribuir los libros de texto en los 28 estados, Balcázar Uriza dijo que no cree que se puedan desechar los libros.“Yo cr
eo que no, no se pueden desechar. Porque los que tenemos oportunidad de haber tenido acceso, un poco, a las leyes reglamentarias de la información de un programa de estudio, al momento de ser aprobado tiene cierta vigencia, entonces, independientemente de que sea un gobierno u otro este va dentro de los artículos desde que sale en el Diario Oficial de la Federación porque si se cambiara radicalmente causará un grave problema para la población, entonces sería una problemática muy fuerte para el país”.
Artículo publicado el 13 de agosto de 2023 en la edición 1072 del semanario Ríodoce.
