Las reformas plantean tener representantes indígenas en los ayuntamientos con voz, pero sin voto

Una semana antes de que el Pleno del Congreso del Estado aprobara una reforma constitucional para que en Sinaloa los ayuntamientos tuvieran un representante indígena, se programó una sesión solemne para imponer en letras doradas el nombre de Felipe Bachomo en el Muro de Honor.

Las semblanzas leídas sobre el líder indígena, los aplausos y honores transcurrieron en una sesión solemne. Presentes los diputados de la actual Legislatura y representantes de los poderes Ejecutivo y Judicial, atestiguando el homenaje.

Concluida la ceremonia los grupos indígenas fueron conducidos al Salón Constituyentes, ahí les hicieron un previo registro. Sin saberlo, iban a estar presentes en la última etapa de un proceso de consulta para la reforma constitucional en materia de pueblos indígenas.

Ahí mismo empezaron a circular el proyecto de un texto de decreto, el cual al ser leído causó indignación.
El diputado presidente de la Comisión de Comunidades y Asuntos Indígenas, Martín Vega, calificó como un asunto “gravísimo” la pretendida consulta celebrada ese día, porque los indígenas habían llegado para el evento del Muro de Honor, no para un evento sobre reforma constitucional.

Las consultas deben realizarse en forma libre, previa, informada, de buena fe para recoger los sentires y pensamientos de las comunidades. El señalamiento fue expresado por el diputado de Morena el día de la consulta, y en la reunión de las comisiones unidas que elaboraron el dictamen.

Jorge López, de Villa Juárez, criticó que el texto de la iniciativa se los entregaran apenas 20 minutos antes.

“Muchas veces son consultas, pero escriben lo que quieren”, recriminó al recordar que habían tenido otras consultas años atrás y que incluso habían entregado una iniciativa con sus propuestas.

No hubo un solo orador que hablara con beneplácito del proyecto de reforma que contenía la reforma constitucional en materia de representantes indígenas.

Margarita Castro aseguró en su participación que los indígenas ya tenían mayoría de edad y que era una imposición no una consulta para reformar la ley para seguir sobajándolos.

Pablo Timoteo, quien llegó de Elota, dijo que necesitaban dos o tres semanas para analizar el proyecto de decreto, y expresó su inconformidad de que se reformara el marco legal para que tuvieran los ayuntamientos un representante indígena, con voz, pero sin voto ni presupuesto.

El doctor en derecho, Gonzalo Armienta, quien coordina varios programas sobre indígenas, opinó que el decreto es una ofensa a los pueblos indígenas.

“Es un logro mayúsculo”, dijo con ironía al referirse a que con la reforma que señala que los indígenas tendrán derecho a voz y podrán ser llamados ante el Cabildo cuando se aborden temas de las comunidades indígenas, pero no tendrán derecho a opinar sobre otro tema.

A la cascada de señalamientos en contra le siguió Marcelino Gómez, un académico de la UAS con raíces indígenas, quien reclamó que querían voz y voto dentro del ayuntamiento, pues de lo contrario son como basura.

Indígenas Yoremes cuestionaron que el foro era solo un ejercicio de catarsis y desahogo. “Ojalá que nuestra voz sirva para algo, al menos que les de vergüenza”.

En la reunión de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Gobernación, Derechos Humanos, y Comunidades y Asuntos Indígenas, tanto el diputado de Morena, Martín Vega y la diputada del PAS, Elizabeth Chía Galaviz, cuestionaron la forma en que se realizó la consulta en su etapa final y el hecho que no se incluyera en el dictamen.

Con la presión de tener lista la reforma antes del 8 de septiembre, antes del inicio del calendario electoral a nivel federal, el Congreso llevó al Pleno el dictamen para dar cumplimiento a una sentencia emitida desde 2018 por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para que en Sinaloa hubiese representantes indígenas ante los ayuntamientos.

De acuerdo al texto aprobado, los representantes indígenas no forman parte de los cabildos, lo que sería tener solamente derecho a voz, no a voto.

El diputado de Morena y presidente de la Comisión de Comunidades y Asuntos Indígenas, Martín Vega, no asistió a la sesión extraordinaria en la que se votó la reforma constitucional.

La bancada completa del PAS votó en contra, lo mismo que las diputadas de Morena, Victoria Sánchez, Aurelia Leal y Deisy Ayala.

El argumento de la dirección de Asuntos Jurídicos y los diputados Ambrosio Chávez y José Manuel Luque para no darles facultades a los representantes indígenas como integrantes del cabildo, es que el Congreso no tenía facultad para otorgarla.

Defendieron que la consulta sobre la reforma indígena fue realizada en apego al marco legal, ya que el proceso inició desde enero de 2020, cuando se realizaron foros en distintos municipios, pero no pudo arribar entonces a la etapa final por la pandemia del Covid.

Por el momento sólo se votó una reforma Constitucional, falta una reforma a la Ley de Gobierno Municipal, que especificará que los ayuntamientos tendrán la facultad de lanzar una convocatoria para elegir a los representantes indígenas.

Una reforma más se plantea a la Ley Procedimientos Electorales de Sinaloa para hacer referencia al proceso de elección de los citados representantes indígenas en los ayuntamientos que están catalogados con población indígena en su municipio.

Tras lograse la votación por mayoría, ahora el Congreso del Estado deberá esperar que la mitad más uno de los ayuntamientos avalen la reforma constitucional para que el Poder Legislativo deje de estar en desacato a una resolución del Tribunal en materia indígena.

Artículo publicado el 03 e septiembre de 2023 en la edición 1075 del semanario Ríodoce.