El pasado 28 de diciembre, 36 trabajadores contratados para suplir durante la pandemia a empleados vulnerables del Hospital General de Culiacán, acusaron que fueron notificados de que serían despedidos a partir del 31 de enero, y esta mañana el gobernador Rubén Rocha Moya aseguró que él no ha dado ninguna instrucción al respecto. ‘Yo no voy a correr ningún trabajador, que sepan los de ahí del Hospital”, afirmó.

Susana llega con un paliacate sobre su cabeza y un cubrebocas bien ceñido. Saluda a sus demás compañeras y toma asiento en una de las esquinas de la mesa dispuesta en una pequeña rueda de prensa. Ella es una de las 36 personas que el Hospital General de Culiacán (HGC) despedirá a partir del 31 de enero.

Sus ojos se tornan rojizos cuando tiene que contar su condición. Tiene cáncer. Su situación, a diferencia de la mayoría de los y las trabajadoras que protestaron por su eminente despido, se torna aún más complicada por su enfermedad. Además de que requiere atención médica, tiene una familia que sostener.

“Soy yo y mis hijos y mis hijos de ahí comen, y de ahí pago una renta para vivir”, explica.

La mañana del martes 28 de diciembre en Los Portales, el puñado de hombres y mujeres acordaron hacer pública su situación. Después de más de 20 meses de trabajo “por contrato” para suplir a gente catalogada como vulnerable, ahora serán despedidos. Desechables, dijo una de ellas.

“No es justo que arriesgamos nuestras vidas, trabajando, apoyando a la gente de nuestro estado para que el mismo gobierno que nos contrató ahora nos deje sin trabajo”, critica una de las afectadas.

Del total de manifestantes faltó una persona. Una mujer de nombre Hermelinda, ella falleció a causa del coronavirus y pertenecía al área de intendencia del Hospital General de Culiacán. También formaba parte de los contratos “COVID-19”.

La mayoría de las mujeres que ahí se manifestaron son madres jefas de familia o madres solteras. También los hay hombres, algunos de enfermería o de trabajo social, pero la mayoría mujeres que ahora quedarán sin su empleo.

Fue a través de un mensaje de WhatsApp que se les notificó que a partir del 31 de enero su contrato concluye para no ser renovado. Formaban parte de intendencia, camilleros, trabajo social, enfermería, administrativos, todos contratados por la Secretaría de Salud de Sinaloa para suplir a trabajadores vulnerables.

Y Susana, con 37 años, madre soltera, forma parte de ese pequeño grupo que después de arriesgar su salud, ahora se queda sin nada.

Ella trabajó durante un tiempo en la cocina de un restaurante pero debido a la pandemia por el COVID-19 perdió su empleo. Luego consiguió trabajar en un Oxxo y casi de inmediato la oportunidad de laborar en el HGC en intendencia parecía una mejora para su situación.

“Yo trabajaba en cocina en un restaurante pero cerró por la pandemia y pues que hasta nuevo aviso y yo no podía estar hasta nuevo aviso en mi casa, así que entré a trabajar a un Oxxo”, explica.

El chin chin y el tintín de las tazas de los comensales de la casona habilitada como café-restaurante sirven de amortiguador al quebranto de su voz. Se toma una breve pausa. El barullo del sitio disimula su pesadumbre.

“Una conocida que tengo me dijo oye, son por contratos y obvio para limpiar y pues obvio entrarías para limpiar las áreas COVID-19 pero sí te pagarían un poquito más que en el Oxxo”.

Pero en octubre de ese mismo año se le diagnostica cáncer de mama. El mes en que se realizan eventos para concientizar sobre la enfermedad fue el mismo en que le diagnosticaron. Sin embargo siguió trabajando. Llevó a cabo su tratamiento y en etapa de revisión para descartar alguna remisión del tumor pierde su trabajo.

“Acabo de terminar en agosto las quimios y las radios, hasta ahorita me dicen (los médicos) que estoy bien pero vamos a estar al pendiente cada seis meses porque puede volver, y la verdad lo veo muy complicado, ir a buscar trabajo y el que se dé cuenta o algo no me va a dar el trabajo”.

Junto a Susana otra mujer carga con otro mundo encima. Sara, de 40 años, tiene una hija con una severa lesión cerebral que requerirá operación. Pero sin trabajo y sin seguridad social, enfrentar esa situación se vuelve muy difícil.

“Se le detectó hace tres o cuatro meses, y pues nos van a quitar el trabajo, nos van a quitar el sustento. Ahorita estoy en proceso en el hospital y me dijeron que a lo mejor le van a hacer una cirugía y pues imagínate, costearla sin trabajo”, explica.

Sara trabajaba también en un negocio de cocina, que también cerró por la pandemia y al igual que Susana alguien le habló de la oportunidad.

“Sabíamos del riesgo que corríamos y más que todo que la enfermedad podías llevarla a casa, entramos cuando la pandemia estaba al máximo, en ese entonces no teníamos ni material. Entramos a trabajar con la finalidad de sacar adelante a nuestra familia y ahora con el problema de mi hija es más complicado, lo único que quiero es atención, seguir trabajando para pagar el ISSSTE”, añade.

A nivel nacional estos contratos se brindaron a través del INSABI y durante la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador en septiembre de este año, prometió a trabajadores de salud resolver su situación.

Ahí, durante un acto de supervisión del nuevo Hospital Pediátrico de Sinaloa prometió que pronto comenzaría la regularización de más de 86 mil trabajadoras y trabajadores de la salud de todo el país que heredaron de gobiernos anteriores y se contrataban de manera eventual.

Pero la situación de Susana y Sara y de sus más de 30 compañeros y compañeras es otra. Según una solicitud de información a través del sistema de transparencia, en el oficio INSABI-UCNAF-CHRRP-912-2021, el área de Recursos Humanos y Regularización de Personal de la institución informó a un ciudadano que las contrataciones de personal para afrontar la pandemia tienen el carácter de temporal.

‘Yo no voy a correr a ningún trabajador’, dice Rocha

Este lunes, durante la conferencia semanera, el gobernador Rubén Rocha Moya dijo que es falso que dichos empleados vayan a ser despedidos.

“Por ahí hubo unos 36 trabajadores, según lo que vi del Hospital General, que alguien les dijo que ya no los iban a contratar, y ese alguien si es funcionario mío, pues no me ayuda, porque yo no le he dado instrucciones para que ande avisándole a nadie que no lo vamos a contratar”, dijo.

“En primer lugar no ha terminado el tema; yo no voy a correr ningún trabajador, que sepan los de ahí del Hospital general, que sepan a los que les dijeron que ya no los van a contratar, eso no es cierto, vamos a seguir contratando”.

Artículo publicado el 02 de enero de 2022 en la edición 988 del semanario Ríodoce.