“Lo ideal es que una paciente busque asesoría médica antes del embarazo, entre más temprano se identifique que hay probabilidad de un embarazo de alto riesgo más intervenciones podemos hacer”, afirma la doctora Yesenia Recio.
Un embarazo de alto riesgo es aquel en el que la probabilidad de enfermedad o muerte antes, durante o después del parto es mayor, para la madre y el hijo, explica la especialista en Ginecología-Obstetricia, Yesenia Recio.
La fundadora y directora de ViaFERT destaca la importancia de la planificación, debido a que “cerca del 90 por ciento de las consultas obstétricas son de mujeres que ya están embarazadas, lo que complica la detección oportuna de un embarazo de alto riesgo”.
“Lo ideal es que una paciente busque asesoría médica antes del embarazo, entre más temprano se identifique que hay probabilidad de un embarazo de alto riesgo, más intervenciones podemos hacer”, recalca.
Factores de riesgo
“Para que un embarazo sea considerado de alto riesgo se toman en cuenta diferentes factores, como la edad, mujeres menores de 19 y mayores de 35 años”, indica la especialista en Biología de la Reproducción Humana.
“Enfermedades prexistentes: epilepsia, diabetes mellitus; enfermedad de la tiroides o autoinmune (Lupus, Artritis Reumatoide, entre otras); así como, enfermedades del pulmón, del corazón, del riñón y genéticas; infecciones, VIH positivo o SIDA, farmacodependencia o drogadicción, y presión arterial alta”.
También, se toman en cuenta antecedentes de embarazos previos, como: “preeclampsia, nacimientos prematuros, abortos, malformaciones congénitas, cesáreas anteriores, embarazos múltiples, inserciones anómalas de placenta y tumores”.
“Lo ideal es una ‘consulta preconcepcional’, donde la mujer plantea sus dudas, y el médico identifica factores de riesgo y áreas de oportunidad”.
Medidas y cuidados para un embarazo saludable
“Toda mujer que desee embarazarse debe acercarse con su médico, tomar ácido fólico y realizarse estudios para revisar su estado de salud”, para llevar a término el embarazo, agrega, de ahí la importancia de la planificación.
Una vez detectado el embarazo, “lo primero es hacer un ultrasonido y corroborar que el producto se encuentre dentro del útero, ya que también se puede tratar de un embarazo ectópico”, añade la experta en métodos de Investigación en Ciencias de la Salud.
“Existe tres ultrasonidos que especialistas en Medicina Fetal deben hacer a todas las embarazadas: genético, se realiza durante el primer trimestre, y tiene como finalidad determinar riesgos de síndrome de Down, Edwards o Patau; de alguna alteración cromosómica; probabilidad de parto pretérmino, que haya restricción del crecimiento, o de que la mamá desarrolle preclamsia”, explica.
“Estructural, se realiza en el segundo trimestre como complemento del primero, en este se revisa que el feto tenga todos los órganos y estructuras, por ejemplo, 5 dedos en cada manita”.
De crecimiento, durante el tercer trimestre: “tiene como objetivo valorar crecimiento fetal, líquido amniótico y placenta”.
“Dependiendo de los hallazgos de cada ultrasonido serán las intervenciones y recomendaciones a realizar”, destaca.
Manifestaciones clínicas
La médica señala que es importante estar al pendiente de las manifestaciones clínicas para un diagnóstico oportuno. Estas pueden ser: sangrado vaginal, fiebre, síntomas urinarios, dolor en la boca del estómago, ver lucecitas, zumbido de oídos, cifras de TA mayor o igual a 140/90mmHg, pérdida de la conciencia, dolor abdominal, dolores de cabeza intensos, salida de líquido (ruptura prematura de membranas), visión borrosa, ausencia de movimientos fetales en el tercer trimestre.
Complicaciones en el feto y la madre
Primer trimestre, “embarazo ectópico, proceso infeccioso, aborto: el pronóstico para el bebé es malo porque no es compatible con la vida; ciertas condiciones ponen en riesgo a la madre, como alguna hemorragia”.
Segundo trimestre: “aborto, infecciones, incompetencia ístmico cervical, preeclampsia, diabetes gestacional, parto inmaduro: morbimortalidad del producto alta, los pronósticos para la vida no son tan malos, pero para la función sí; para la mamá, las mayores complicaciones son: hemorragia, histerectomía, trasfusión, muerte”.
Tercer trimestre: “preeclampsia, parto pretérmino, desprendimiento de placenta, ruptura de membranas, restricción del crecimiento intrauterino”.
Artículo publicado el 27 de agosto de 2023 en la edición 1074 del semanario Ríodoce.
