Acorralados, grupos delictivos recurren al robo y la extorsión en El Rosario

“Ni modo, qué vamos a hacer, más que estarnos aguantando”, fue la expresión resignada de una madre de familia que ha recibido la amenaza anónima para que entregue una fuerte cantidad de dinero a cambio de la tranquilidad de los suyos.

A 10 kilómetros de la cabecera municipal, los habitantes de la sindicatura de Potrerillos viven con la sicosis de que en cualquier momento podrían llegar los delincuentes y descargar sus armas de fuego en la fachada de sus viviendas.

“Uno vive con el pendiente, ya escucha un carro y se asoma a ver quién es… aunque cuando le quieren hacer daño a uno, aunque esté encerrado, donde sea que uno esté…no sabemos hasta dónde va a llegar esto”, comenta una mujer.

El temor no es porque en las últimas semanas, por lo menos seis familias han recibido llamadas de extorsión que trae en jaque a las autoridades locales.

Sobre las deterioradas calles de la sindicatura, las patrullas de la Policía Ministerial levantan la polvareda con los uniformados a bordo, que esperan inhibir con su presencia la comisión de más delitos.

Las mujeres que se sientan por las tardes afuera de sus casas, lo comentan; los chiquillos saben nombre y apellido de los vecinos que recibieron las llamadas, los hombres se mantienen reservados y prefieren seguir en lo suyo, el cultivo de hortalizas que cíclicamente reactiva la economía del pueblo.

Quien se atreve, dice que es la voz de un hombre que da nombres de algunos integrantes de la familia, referencias claras del domicilio y exige 150 mil pesos a cambio de no ir a balacearles la casa.

Esa es la cuota para todos, el mismo modus operandi, la misma advertencia.

“Ya no puede confiarse la gente, vive uno con el pendiente de que si no cumple con la entrega del dinero cualquier rato van a venir a disparar”, comentó una persona que pidió se guardara su identidad por el temor a represalias.

“Es la voz de un hombre, dice, y de acuerdo al identificador de llamadas que algunos de los afectados tienen, la clave de larga distancia corresponde a Sonora. No tiene hora, varía.

“A nosotros nos llamaron el domingo en la mañana y a la persona que respondió le dijeron mi nombre, que ya me conocían y sabían dónde vivíamos y hasta dieron referencias de cosas que hay cerca de la casa”, expuso.

Pretenden sorprender a la gente, incluso argumentando que ya corroboraron la información con las autoridades.

“Nos dijeron que si no entregábamos el dinero, en las próximas horas iban a venir a balacear la casa”, expresó.

Otro vecino recibió la misma advertencia, pero las instrucciones fueron diferentes, agregó, a él no le dijeron que iban a pasar a su casa por el dinero, a él le dijeron que fuera a una gasolinera a dejarlo, pero no fue.

Y no han sido los únicos que han hecho caso omiso, pues hasta donde se sabe, nadie a ha cubierto la tarifa impuesta.

“Pero lo que decimos es que puede ser gente de aquí, porque cuando llaman, dicen ‘¿no está tu mamá, la fulanita?’, eso creemos”.

Robos continuos

Mientras las familias esperan el cultivo de jitomate y chiles de diferentes variedades, del que se espera tener auge  entre el cinco y 10 de diciembre, los casos de robos corren como reguero de pólvora.

Incipiente, el corte de chile, la actividad ganadera y la recién terminada pesca, mueve la economía de esta sindicatura, de la que se espera el envío de toneladas de hortalizas a Guadalajara, Monterrey y Tijuana, principalmente.

Los grupos que se mueven en torno a este poblado saben de las actividades, y no dudan en saquear las casas y negocios.

“Tiene rato metiéndose a las casas, se llevan lo que encuentran, también a los negocios, los expendios, se llevaron cerveza y dinero… tiene como de 15 días para acá eso de estar metiéndose a las casas”, comenta la gente.

En Potrerillos se han encontrado casas donde las medidas de seguridad de sus moradores han sido violadas, pues las chapas son destornilladas y los pasadores quitados para ingresar a éstas.

Acorralados

Fuentes militares revelaron que la disputa por la plaza entre Los Beltrán Leyva y el Cártel del Pacífico tiene como punto estratégico la sierra de El Rosario para mover la droga.

De enero a noviembre el ejército ha destruido 13 pistas clandestinas de aterrizaje donde llegaban las aeronaves para cargar la droga y continuar con su trayectoria al norte de la entidad, recorrido que tiene como objetivo final, cruzar la frontera norte del país.

Se informó que con los golpes asestados por el Ejército, los grupos armados bajan a la ciudad para delinquir y subsistir en tanto generan de nuevo las condiciones para seguir operando de manera segura.

Mientras esas condiciones se restablecen, ocupan su tiempo en extorsionar, robar casas y comercios, pues tienen que subsistir.