El Partido Acción Nacional (PAN), aquél que fue un parteaguas al ganar por primera vez la presidencia municipal en Mazatlán en 1989 y se mantuvo por años dándole la batalla al entonces hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI), hoy es expulsor de militantes que migran al Partido Sinaloense (PAS). que mantiene, hasta ahora, su alianza con Morena, partido en el poder.

El cronista Enrique Vega Ayala describe algunos de los momentos clave que fueron colocando al blanquiazul en la preferencia del electorado en Sinaloa, y cómo Mazatlán obtuvo por primera vez la presidencia municipal con Humberto Rice García a la cabeza.

Las elecciones de 1989 marcaron un parteaguas en Sinaloa para el PAN, indica, y es que la llegada del primer panista a la presidencia municipal era el reflejo de la lucha política que el partido había logrado ganar ante el PRI.

Y fue con Rice García como candidato, el mismo al que en el proceso anterior le fue robada la alcaldía por Quirino Ordaz Luna, el candidato del tricolor.

“Yo digo que sí debió ser la elección parteaguas porque en el 80 Toledo Corro ganó de calle, es más, no tuvo oposición prácticamente, y votó del total de los electores que estaban registrados entonces, creo que como el 15, cuando mucho el 20 por ciento del total, pero ya en 1983 ya fue diferente por la presencia de estos liderazgos (del PAN) a nivel local, que se presentaron”, expuso Enrique Vega Ayala, cronista de la ciudad de Mazatlán.

Consideró que fue importante esa elección también porque mostró a una oposición muy racional y civilizada que generó un impacto positivo en las simpatías populares.

Humberto Rice no cedió a las presiones que algunos grupos le quisieron hacer para que tomara el Palacio Municipal, agregó, hizo manifestaciones, pero siempre fueron pacíficas, como nunca se había visto en Mazatlán para denunciar el fraude, un 20 de noviembre después del desfile.

“Ahí había grupos que exigían que se tomara el Palacio Municipal, y tengo entendido que éste estaba resguardado por policías que seguramente iban a resistirse a cualquier intento de esa naturaleza”, dijo.

Humberto Rice se negó, ” y creo que esa congruencia, esa postura cívica le ganó una permanencia en la simpatía de la gente, de tal suerte que en los procesos siguientes, si bien ya no ganó en las elecciones para otros cargos que jugó enseguida, sí mantuvo la presencia y eso también le permitió que en 1989, con Salinas de Gortari, le dieran el gane generándose la primera ‘concertacesión’ a nivel nacional, la de Humberto, en 1989 fue la primera gran ‘concertacesión’ del PAN en México”.

Vega Ayala recuerda que fue una elección muy cerrada que de acuerdo con sus propios análisis, no alcanzó a ganar en las urnas estrictamente.

“Por supuesto que debió de haber habido operación típica de los operadores priistas que alteraban resultados en algunas casillas, y que eso impidió que en las urnas, de lo que llegó a los comités en actas, no hubiera constancia efectiva de que había ganado”, expuso.

En ese año, el PAN obtuvo por el procedimiento político, que después se conoció como “concertacesión”, es decir donde había conflicto y podía haber habido mano negra en la emisión de los resultados, políticamente en la mesa, se resolvían.

Humberto Rice le ganó entonces al priista Raúl Cárdenas la presidencia municipal.

—¿A partir de ahí tomó impulso el PAN?

—Bueno, ya con eso, y con la presencia, porque al mismo tiempo este crecimiento se dio en Culiacán, la presencia de (Manuel) Clouhtier en la elección presidencial del 88, por supuesto que le dio un peso impresionante al Partido Acción Nacional en Sinaloa, y para 1989 ya el PAN tuvo una presencia muy consistente y le permitió ganar varios municipios y diputaciones en el estado

“De los 80’s en adelante, ya se había posicionado como la segunda fuerza , aquí en Mazatlán siempre estaba disputándoles, antes…en los 70 y hacia atrás, siempre andaba disputando el segundo lugar con el PPS, pero ya a partir de los 80, ya se considera ya consolidado como la fuerza principal de oposición en Sinaloa y por supuesto en Mazatlán, y se convierte en la primera fuerza política en Mazatlán, a partir del 89 manteniendo esta consistencia y atrayendo por esta misma circunstancia, a los políticos que se querían incorporar a la actividad, y ya no solo tenían una opción posible para desarrollarse como políticos, que era el PRI antes, ahora ya tenían también al PAN”.

“Ahí fue cuando empezó a masificarse, digamos, en Mazatlán y en Sinaloa el Partido Acción Nacional, cuando ya tiene que abrirse, aunque sigue manteniéndose estructuralmente o teóricamente como partido de cuadros; ya su integración es cada vez más abierta y cada vez más numerosa, y eso complica el manejo estatutario de los procedimientos establecidos porque tienen qué hacer elecciones con urna, ya no solo asambleas, sino abrirse a las urnas y esto genera movilizaciones, campañas, y creación de aparatos internos que por supuesto vuelven más compleja la posibilidad del ejercicio democrático interno”.

Vega Ayala considera que ahí empieza a complicarse la situación del partido.

“Si a eso le agregas que los liderazgos que se van a sumar al PAN, ellos mismos en muchos momentos los llegan a considerar como liderazgos oportunistas, o sea, gente que para muchos de ellos, sobre todo para los que tenían mayor antigüedad, no reunían los requisitos de apego a sus líneas doctrinales, tradicionales, sino que iban por el puesto, iban ya por los cargos públicos, no tanto por la ideología del partido, entonces eso vuelve a generar conflictos adentro que vuelven la operatividad del partido mucho más compleja de lo que tradicionalmente había sido”, detalló.

El millanismo y malovismo, otra estocada

De acuerdo al análisis de Vega Ayala, el PAN empezó a entrar en crisis, en el momento en que deciden, para llegar a los cargos del gobierno del estado, aliarse con un sector importante del PRI.

“En este caso, con el millanismo, y la gente que venía detrás de Malova (Mario López Valdez), ahí hay toda una interpretación, no puedo decir que está comprobada, ni mucho menos, es simplemente una hipótesis, porque ha sucedido en varias ocasiones: cuando un partido se coaliga en un régimen como el nuestro, presidencial, con un partido o con un grupo mucho mayor o mucho más voraz, generalmente se lo come, le pasó a la izquierda, y le pasó, creo yo, también al PAN, esa alianza con el malovismo-millanismo les mermó, ¿por qué? porque los exhibió a muchos de los líderes como faltos de consistencia a ese perfil que tradicionalmente habían sostenido”.

—¿Cree entonces que ahí empezó la debacle del partido?

—Yo personalmente creo que ahí empezó y ya se fueron agregando otros elementos que tienen qué ver con las cuestiones nacionales, las pugnas internas, y el nuevo estilo de la opinión preponderante en las mayorías del país en donde el resentimiento se fue volviendo cada vez más primordial en la toma de decisiones, ahí el PAN se vio ya como había sido fuerza gobernante, ya ahí se vio envuelto en esa ola, entonces, ahí la ola del resentimiento terminó tragándoselo.

—Y ahora estamos viendo un fenómeno de que muchos panistas están migrando, renunciaron a la militancia del PAN y se están sumando al PAS, ¿eso ya terminaría por sepultar al PAN aquí en Mazatlán?

—Pues mira, no sé si lo va a sepultar, supongo que le van a quedar todavía algunos simbólicamente significativos, pero sí, definitivamente, de unos años para acá, y después de esto, esas migraciones, esos saltos que se presentan, pues evidencian que justamente aquello que internamente se criticaba de muchos líderes, que estaban nada más por el hueso, pues algo tenían de razón, y entonces ahora seguirán buscando lo mismo, pero en otro lado, con otras camisetas.

“Quién sabe si esas nuevas camisetas, en las nuevas condiciones en las que están actualmente, a lo mejor con esas nuevas camisetas les pasa lo mismo que con las del PAN; que la fuerza más importante termina por devorarlos…”.

—¿Sí estaría fortaleciendo al PAS esta migración de panistas y priistas?

—Es muy pronto para ver porque el PAS tiene otras características, es un liderazgo férreo, pero ahorita está aliado con el partido en el poder, e internamente en esta alianza hay conflictos importantes que no sabemos para donde van a desencadenar, entonces, hay que esperar porque en una de esas, los que están adentro del PAS terminan saltando para Morena, no sabemos qué va a pasar, mejor, antes de juzgar, hay que esperar.

Artículo publicado el 13 de marzo de 2022 en la edición 998 del semanario Ríodoce.